Ley
de ordenación y supervisión de los seguros privados.
Ley 30/1995, de 8 de noviembre
Exposición de motivos
1
La actividad aseguradora y la concerniente a los planes y fondos de pensiones
han evolucionado en nuestro país de una manera acelerada, de modo
que puede sostenerse que la dinámica que les afecta es de las más
avanzadas de nuestro sistema financiero. Ello ha hecho preciso una dinámica
paralela en la ordenación y supervisión pública de
tales actividades, exigiendo constantes modificaciones legislativas, por
razón de la materia afectada, para que el Derecho no quede rezagado
respecto de la realidad social.
Además, el fenómeno de progresiva integración de
la actividad aseguradora dentro del marco jurídico del Derecho
Comunitario Europeo y del Espacio Económico Europeo ha requerido
la adaptación, en línea de tal homogeneización, de
numerosas Directivas. Recientemente, por Ley 21/1990, de 19 de diciembre,
se incorporó la Directiva de libre prestación de servicios
en seguro directo distinto del seguro de vida; ahora resulta necesario
adaptar el resto de las Directivas aprobadas por la Unión Europea
e incluidas en el ámbito del Acuerdo sobre el Espacio Económico
Europeo, hecho en Oporto el 2 de mayo de 1992 y adaptado en Bruselas el
17 de marzo de 1993, y que todavía no han sido objeto de incorporación
a nuestro ordenamiento jurídico. Ha de tenerse en cuenta, además,
que entre éstas se encuentran las fundamentales Terceras Directivas
en seguros distintos al de vida y en seguros de vida que regulan la denominada
«autorización administrativa única» con la que
se sientan las bases, en principio definitivas, de la armonización
en la Unión Europea y en el Espacio Económico Europeo.
Son,
por tanto, estos dos aspectos los que motivan la presente regulación
y exigen una nueva Ley de Ordenación y Supervisión de los
Seguros Privados, que sustituya a la todavía próxima Ley
33/1984, de 2 de agosto, sobre Ordenación del Seguro Privado, ya
que la variedad e intensidad de las modificaciones que se operan hacen
necesario y aconsejable regular la materia en una nueva Ley.
2
La legislación reguladora del seguro privado constituye una unidad
institucional que, integrada por normas de Derecho privado y de Derecho
público, se ha caracterizado, en este último ámbito,
por su misión tutelar en favor de los asegurados y beneficiarios
amparados por un contrato de seguro. En efecto, que el contrato de seguro
suponga el cambio de una prestación presente y cierta (prima) por
otra futura e incierta (indemnización), exige garantizar la efectividad
de la indemnización cuando eventualmente se produzca el siniestro.
Es este interés público el que justifica la ordenación
y supervisión de las entidades aseguradoras por la Administración
pública al objeto de comprobar que mantienen una situación
de solvencia suficiente para cumplir su objeto social.
La
ordenación y supervisión estatal, que reclaman la unidad
de mercado y los principios de división y dispersión de
los riesgos, tiene lugar mediante el sistema de autorización administrativa
de vínculo permanente, en virtud de la cual se examinan los requisitos
financieros, técnicos y profesionales precisos para acceder al
mercado asegurador; se controlan las garantías financieras y el
cumplimiento de las normas de contrato de seguro y actuariales durante
su actuación en dicho mercado; y, finalmente, se determinan las
medidas de intervención sobre las entidades aseguradoras que no
ajusten su actuación a dichas normas pudiendo llegar, incluso,
a la revocación de la autorización administrativa concedida
o la disolución de la entidad aseguradora cuando carezcan de las
exigencias mínimas para mantenerse en el mercado.
Este
esquema normativo de control de solvencia y protección del asegurado
es de aplicación general, y a él se ajustan la casi totalidad
de los Estados de economía libre.
Ahora bien, para que el sistema de ordenación y supervisión
sea eficaz es preciso que actúe sobre situaciones reales y vigentes
en cada momento, por lo que su ordenamiento legal debe adaptarse a los
constantes cambios de todo orden que el transcurso del tiempo revela como
necesarios.
La Ley de 14 de mayo de 1908, que inició en España la ordenación
del seguro privado, constituyó un instrumento muy eficaz en los
casi cincuenta años que tuvo de vida. Sus bases fundamentales,
centradas en el control previo, si bien garantizaban, hasta cierto punto,
que no habría actuaciones temerarias por parte de las entidades
aseguradoras, limitaban extraordinariamente el campo de acción
de las mismas, con perjuicio para la iniciativa empresarial. La siguiente
Ley de 16 de diciembre de 1954 no tuvo un desarrollo sistemático
por lo que, al mantener la misma concepción del control, sin dotarle
de medios e instrumentos para adoptar las medidas correctoras oportunas,
dejó mermada la efectividad de la acción de ordenación
y supervisión administrativa. El transcurso del tiempo revelaba
la separación de esta Ley de la situación real del mercado,
separación que nunca pudo acortarse, pese a la profusión
de normas dictadas, ya que lo preciso era una nueva concepción
del control de solvencia, así como la adopción de medidas
que racionalizaran el mercado de seguros, dotándole de una mayor
competitividad y transparencia.
La
Ley 33/1984, de 2 de agosto, sobre Ordenación del Seguro Privado,
constituyó el instrumento idóneo para resolver los problemas
que se habían suscitado bajo la vigencia de la Ley de 1954. La
Ley de 1984 se basó en un doble orden de principios: la ordenación
del mercado de seguros en general y el control de las entidades aseguradoras
en particular, con la finalidad última de protección del
asegurado. A este esquema básico se añadía la existencia
de nuevas necesidades de cobertura de riesgos, las innovaciones en el
campo del seguro con vigencia en áreas internacionales, la necesaria
unidad de mercado que imponía no sólo la realidad económica
sino la también, entonces, posible adhesión de España
a la Comunidad Económica Europea con la recepción de la
normativa vigente en esta última. Ello hizo posible precisamente
que la efectiva adhesión en 1986 a la actual Unión Europea
exigiera escasas modificaciones, que tuvieron lugar por el Real Decreto
legislativo 1255/1986, de 6 de junio, por el que se modifican determinados
artículos de la Ley 33/1984, para adaptarla a los compromisos derivados
del Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Económica
Europea.
En
cuanto a la ordenación del mercado de seguros en general, la Ley
de 1984 se fijó los siguientes objetivos:
- Normalizar el mercado, dando a todas las entidades aseguradoras la posibilidad
de participar en el mismo régimen de absoluta concurrencia y sin
tratamientos legales discriminatorios.
En este sentido incluyó en su regulación las mutualidades
de previsión social, en su día acogidas a la Ley de 6 de
diciembre de 1941, con el fin de someterlas a control de solvencia, al
igual que las restantes entidades aseguradoras, si bien de menor intensidad,
correlativa a la posibilidad legal de también menores prestaciones.
Asimismo, la Ley se preocupó de tener en cuenta las particularidades
de la distribución de competencias de control sobre las mutualidades
de previsión social, frente a las restantes entidades aseguradoras,
entre el Estado y las Comunidades Autónomas.
-
Fomentar la concentración de entidades aseguradoras y, consiguientemente,
la reestructuración del sector, con el objeto de dar paso a grupos
y entidades aseguradoras más competitivos, nacional e internacionalmente,
y con menores costes de gestión.
- Potenciar el mercado nacional de reaseguros, a través del cual
se aprovechase al máximo el pleno nacional de retención.
- Lograr una mayor especialización de las entidades aseguradoras,
sobre todo en el ramo de vida, de acuerdo con las exigencias de la Unión
Europea y las tendencias internacionales sobre la materia.
- Clarificar el régimen de formas jurídicas que pueden adoptar
las entidades aseguradoras, ordenando la estructura de las insuficientemente
reguladas mutualidades de previsión social, y dando entrada a las
cooperativas de seguro.
Al
objeto de lograr todos estos fines, y al amparo del artículo 149.1.6.ª,
11.ª y 13.ª de la Constitución, la Ley de 1984 dictó
las bases de la ordenación de los seguros, dotadas de la necesaria
amplitud para que la actividad aseguradora se desarrollase cumpliendo
la ley de los grandes números y atendiese a su perspectiva internacional.
Ello exigió en el momento de dictar dicha Ley -y se mantiene hoy
en todo su vigor- cierta uniformidad de las normas reguladoras de la ordenación
y supervisión de la actividad aseguradora con el objeto de facilitar
la relación de unas entidades aseguradoras españolas con
otras, de todas ellas con las radicadas en la Unión Europea -en
este sentido, el sector de seguros es uno de los más armonizados
del Derecho Comunitario Europeo a través del sistema de Directivas-
y en el Espacio Económico Europeo y de todas ellas con los mercados
internacionales, cuyas prácticas resulta indispensable respetar.
Además, dada la importancia financiera del sector de seguros dentro
de la economía nacional y por su carácter primordialmente
mercantil, que debe considerar la unidad de mercado, las competencias
de las Comunidades Autónomas han de respetar la competencia exclusiva
estatal en la legislación mercantil y, aún en el supuesto
de asunción de competencias -incluso exclusivas en materia de mutualidades
de previsión social-, deben quedar sometidas al alto control financiero
del Estado a fin de lograr la necesaria coordinación de la planificación
general de la actividad económica a que se refiere el artículo
149.1.13.ª de la Constitución.
En
cuanto al segundo de los aspectos, referido al concreto control administrativo
de las entidades aseguradoras, la Ley de 1984 se basó fundamentalmente
en las siguientes líneas directrices:
- Regular las condiciones de acceso y ejercicio de la actividad aseguradora,
potenciando las garantías financieras previas de las entidades
aseguradoras y consagrando el principio de solvencia, acentuado y especialmente
proyectado a sus aspectos técnico y financiero.
- Sanear el sector, evitando, en la medida de lo posible, la insolvencia
de las entidades aseguradoras. En supuestos de dificultad para las mismas,
adoptar las medidas correctoras que produzcan el mínimo perjuicio
para sus empleados y los asegurados.
-
Protección al máximo de los intereses de los asegurados
y beneficiarios amparados por el seguro, no sólo mediante el control
administrativo genérico de las entidades aseguradoras, sino mediante
la regulación de medidas específicas de tutela, entre las
que destacan la preferencia de sus créditos frente a la entidad
aseguradora y la protección de la libertad de los asegurados para
decidir la contratación de los seguros y para elegir asegurador;
asimismo, a través de la adopción de medidas, incluso sancionadoras,
en los supuestos que los asegurados y los beneficiarios comunicaren a
la Dirección General de Seguros las prácticas de las aseguradoras
contrarias a la Ley o que afectasen a sus derechos.
Este esquema básico de principios rectores y líneas directrices,
que inauguró la Ley de 2 de agosto de 1984, permanece en las ulteriores
reformas y su esencia se mantiene viva y en plena actualidad en la presente
Ley de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados.
Las modificaciones que introduce respecto de la regulación de la
Ley de 1984 -como ya se anticipó y a continuación va a desarrollarse-
responden al doble fundamento de adaptación de Directivas de la
Unión Europea e incorporación al Espacio
Económico
Europeo y de la línea de convergencia que se han trazado los países
miembros de ambos, que exige que la ordenación y supervisión
pública de la actividad aseguradora vaya paralela a la dinámica
de la misma. Todo ello partiendo de que el marco de actuación de
la actividad aseguradora viene configurado por las reglas del mercado
y la libre competencia.
3
En el orden concreto de adaptación de Directivas de la Unión
Europea, la presente Ley incorpora al Derecho español las normas
contenidas en las siguientes Directivas:
- Directiva 92/96/CEE, del Consejo, de 10 de noviembre de 1992, sobre
coordinación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas
relativas al seguro directo de vida, y por la que se modifican las Directivas
79/267/CEE y 90/619/CEE (tercera Directiva de seguros de vida).
Su
adaptación a nuestro Derecho supone la recepción del concepto
de «autorización administrativa única» en los
seguros de vida. Ello significa que las entidades aseguradoras españolas
podrán operar en todo el ámbito del Espacio Económico
Europeo en régimen de derecho de establecimiento o en régimen
de libre prestación de servicios sometidas, exclusivamente, al
control financiero de las autoridades españolas. Lo mismo resulta
aplicable a las entidades aseguradoras domiciliadas en cualquier Estado
miembro del Espacio Económico Europeo, que podrán operar
en el resto de la misma -y, por tanto, también en España-
en régimen de derecho de establecimiento y en régimen de
libre prestación de servicios sujetas al control financiero del
Estado de origen.
-
Directiva 92/49/CEE, del Consejo, de 18 de junio de 1992, sobre coordinación
de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas relativas
al seguro directo distinto del seguro de vida y por la que se modifican
las Directivas 73/239/CEE y 88/357/CEE (tercera Directiva de seguros distintos
del seguro de vida).
Constituye idéntica innovación que la Directiva anterior,
pero referida al seguro directo distinto al seguro de vida.
- Segunda Directiva 90/619/CEE, del Consejo, de 8 de noviembre de 1990,
sobre coordinación de las disposiciones legales, reglamentarias
y administrativas relativas al seguro directo de vida, por la que se establecen
las disposiciones destinadas a facilitar el ejercicio efectivo de la libre
prestación de servicios y por la que se modifica la Directiva 79/267/CEE.
Su
introducción en nuestro ordenamiento jurídico implica, en
lo concerniente al seguro de vida, recoger las normas de Derecho Internacional
Privado aplicables a los contratos de seguro y el derecho del tomador
a resolver unilateralmente el contrato. Y -al igual que en la Directiva
que a continuación se referirá- exige que deban determinarse
las normas aplicables a las sociedades dominadas por entidades sometidas
al Derecho de un Estado no miembro de la Unión Europea y a la adquisición
de participaciones significativas por parte de tales sociedades dominantes,
todo ello en materia de seguros directos de vida.
- Directiva 90/618/CEE, del Consejo, de 8 de noviembre de 1990, que modifica,
en particular por lo que se refiere al seguro de responsabilidad civil
resultante de la circulación de vehículos automóviles,
las Directivas 73/239/CEE y 88/357/CEE, referentes a la coordinación
de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas relativas
al seguro directo distinto del seguro de vida.
La
adaptación de esta Directiva exige -amén de recoger las
normas aplicables a las sociedades dominadas y a la adquisición
de participaciones por sociedades dominantes sometidas al Derecho de un
Estado no miembro de la Comunidad Económica Europea, antes mencionadas,
pero referidas ahora al seguro directo distinto del de vida la ampliación
al seguro de responsabilidad civil en vehículos terrestres automóviles
del régimen de libertad de prestación de servicios -que
estaba expresamente excluido en la Directiva 88/357/CEE- con sus peculiaridades
propias, consistentes, sobre todo, en la designación de un representante
-que en ningún caso tiene la consideración de sucursal de
entidad extranjera- de las entidades aseguradoras que, en este ramo, operen
en España en régimen de libre prestación de servicios.
-
Directiva 91/674/CEE, del Consejo, de 19 de diciembre de 1991, relativa
a las cuentas anuales y a las cuentas consolidadas de las empresas de
seguro.
Su incorporación a nuestro Derecho clarifica la regulación
de la contabilidad de las entidades aseguradoras admitiendo, sin lugar
a ambages, la especialidad de algunas normas reguladoras de la ordenación
contable de tales entidades exigida por el Derecho Comunitario Europeo.
- Directiva 95/26/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 junio
de 1995, por la que se modifican las Directivas 77/780/CEE y 89/646/CEE,
relativas a las entidades de crédito, las Directivas 73/239/CEE
y 92/49/CEE, relativas al seguro directo distinto del seguro de vida,
las Directivas 79/267/CEE y 92/96/CEE, relativas al seguro directo de
vida, la Directiva 93/22/CEE, relativa a las empresas de inversión
y la Directiva 85/611/CEE sobre determinados organismos de inversión
colectiva en valores mobiliarios (OICVM) con objeto de reforzar la ordenación
y supervisión prudencial.
Esta
Directiva, en lo concerniente a las entidades aseguradoras, introduce
la innovación sustancial del concepto de «vínculos
estrechos» como instrumento de ordenación y supervisión,
precisa el de domicilio social y el alcance de deber de secreto profesional
y, finalmente, concreta la obligación de los auditores de cuentas
de colaborar con las autoridades supervisoras.
- Tercera Directiva 90/232/CEE, del Consejo, de 14 de mayo de 1990, relativa
a la aproximación de las legislaciones de los Estados miembros
sobre el seguro de responsabilidad civil derivada de la circulación
de vehículos automóviles.
Esta tercera Directiva amplía el sistema obligatorio de cobertura
en un seguro muy sensible socialmente, dada la importancia creciente de
la circulación de vehículos a motor, así como de
las responsabilidades derivadas de los accidentes ocasionados con su utilización.
De ahí que el régimen de garantías que contiene se
pueda sintetizar del siguiente modo: en el ámbito de los daños
a las personas, únicamente los sufridos por el conductor quedan
excluidos de la cobertura por el seguro obligatorio; la prima única
que se satisface en todas las pólizas del seguro obligatorio cubre,
en todo el territorio del Espacio Económico Europeo, los límites
legales del mismo con arreglo a la legislación del Estado miembro
en el que se ocasiona el siniestro o, incluso, la del estacionamiento
del vehículo, cuando estos límites sean superiores; en ningún
caso puede condicionarse el pago de la indemnización por el seguro
obligatorio a la demostración de que el responsable no puede satisfacerla;
y, finalmente, que las personas implicadas en el accidente puedan conocer
en el plazo más breve posible la entidad aseguradora que cubre
la responsabilidad civil del causante.
Estos
aspectos se incorporan en la disposición adicional octava de la
presente Ley a la norma que actualmente regula esta materia en nuestro
ordenamiento jurídico, cual es la Ley sobre Uso y Circulación
de Vehículos de Motor. Pero, con el objeto de dotar de estructura
adecuada a su Título I, regulador de la materia, se ha considerado
necesario reorganizarlo íntegramente de modo que responda al conjunto
de las tres Directivas que han sido adoptadas en este seguro; y, con el
objeto de clarificar su ámbito, recibe esta Ley la nueva denominación
de Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de
Vehículos a Motor.
En
virtud del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo las Directivas
que se adaptan mediante la presente Ley extienden su ámbito a los
Estados que, aun no siendo miembros de la Unión Europea, están
incorporados al Espacio Económico Europeo.
4
Un segundo bloque de modificaciones normativas viene exigido, no por la
adaptación o incorporación de Directivas de la Unión
Europea, sino por, en mayor o menor medida, la línea de convergencia
que se han trazado los países miembros del Espacio Económico
Europeo. Estas modificaciones se incorporan a la nueva Ley de Ordenación
y Supervisión de los Seguros Privados y, básicamente, en
las siguientes materias:
- Requisitos de la autorización administrativa de entidades aseguradoras
españolas y de la adquisición en las mismas de participaciones
significativas.
-
Los artículos 6 y 21 se refieren, respectivamente, a ambas materias,
regulando los requisitos de acceso a la actividad aseguradora y perfeccionando
el régimen de ordenación y supervisión administrativa
en la toma de participaciones significativas, con adecuación al
Derecho Comunitario Europeo, tanto en seguros directos de vida como en
seguros directos distintos al de vida, siempre, unos y otros, dentro del
ámbito de las potestades regladas, sin perjuicio del margen de
apreciación en la valoración por la Administración
de los conceptos jurídicos indeterminados que forman parte de los
requisitos exigibles.
- Protección del asegurado.
La experiencia adquirida, desde la entonces novedosa regulación
de la protección del asegurado en 1984, ha permitido depurar las
instituciones que tienden a la protección del mismo, ampliando
tal protección a los terceros perjudicados en el ámbito
del seguro de responsabilidad civil, por corresponder ambas protecciones
a idéntico fundamento; se perfeccionan los mecanismos de protección,
tanto en el crédito singularmente privilegiado a que se refiere
el artículo 59, cuanto en la adecuación de los mecanismos
de solución de conflictos que configura el artículo 61,
teniendo muy presente la nueva regulación del arbitraje, así
como remitiendo el mecanismo arbitral «sui generis» al de
la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios; y, finalmente,
se introduce, bien que con carácter potestativo, la figura del
«defensor del asegurado» en su artículo 63.
-
Procedimientos administrativos de ordenación y supervisión.
También se ha considerado necesario fijar con claridad la regulación
que ha de presidir la tramitación de las distintas actividades
y mecanismos de ordenación y supervisión que a la Administración
se encomiendan en la Ley respecto de las entidades aseguradoras. A estos
efectos, el principio básico que ha presidido la regulación
procedimental ha sido que las actividades de ordenación y supervisión
sean ejercidas con la máxima agilidad posible pero sin olvidar,
en ningún caso, el respeto de todas las garantías de las
entidades aseguradoras, concediendo una importancia singular al trámite
de audiencia de las mismas.
En esta línea, y con carácter particular, merecen destacarse
las regulaciones del artículo 70.3, referida al procedimiento de
ordenación y supervisión general -que se integra en el procedimiento
administrativo general-, y del artículo 72.7, referida al procedimiento
de ordenación y supervisión por inspección, que recoge
un procedimiento especial respecto del cual las normas del procedimiento
administrativo general únicamente se aplicarán con carácter
supletorio.
5
Consideración separada merecen los regímenes de revocación
de la autorización administrativa, de disolución y liquidación
de entidades aseguradoras, y de adopción de medidas de control
especial. La finalidad que persiguen todos ellos es adecuar las causas
y el procedimiento de revocación y disolución, así
como el régimen de liquidación, al general de sociedades
mercantiles -inspirándose en la Ley de Sociedades Anónimas-
de modo que sólo se recojan las que han de ser especialidades del
propio sector asegurador. Por lo que al procedimiento de disolución
administrativa se refiere, coordina las garantías a la propia entidad
aseguradora -a través de la imposición de la obligación
a los administradores, junto con el derecho de los socios, de instar la
disolución- con una eficaz actuación de la Administración
cuando ni uno ni otro hayan tenido lugar. Y en cuanto a la liquidación
de la entidad aseguradora afecta, aclara y especifica el régimen
de ordenación y supervisión sobre la entidad en liquidación
y sobre sus liquidadores en particular y regula, en los supuestos de liquidación
administrativa, el régimen jurídico de la Comisión
Liquidadora de Entidades Aseguradoras, con carácter potestativo,
permitiendo también la designación de otros liquidadores
por el Ministro de Economía y Hacienda.
Precisamente
en este orden de ideas se incorporan a la Ley de Ordenación y Supervisión
de los Seguros Privados los preceptos hasta ahora reguladores de la Comisión
Liquidadora de Entidades Aseguradoras, dotando a la Comisión Liquidadora
de Entidades Aseguradoras de un régimen legal estable, ya que la
necesidad de permanencia del mismo se ha puesto de manifiesto merced a
la experiencia acumulada desde su creación en 1984 y de las notables
ventajas que para los asegurados y, en general, para todos los acreedores,
supone este sistema de liquidación. Ello ha aconsejado incluir
en la Ley todos aquellos aspectos referentes a la Comisión que
la práctica ha demostrado que permiten aunar el mejor desempeño
de su cometido y la máxima garantía de los derechos de todos
los acreedores de la entidad en liquidación e, incluso, de los
propios socios de la misma.
Finalmente,
en lo que concierne a las medidas de control especial -que han venido
a sustituir a las hasta ahora denominadas medidas cautelares- se precisan
y especifican las mismas y se establece una correlación entre los
supuestos de hecho determinantes de su adopción y las medidas a
adoptar, como exigen la seguridad jurídica y las Directivas comunitarias.
6
Junto a las líneas directrices básicas anteriormente apuntadas,
también introduce la Ley otras modificaciones de muy diversa índole.
No pueden dejar de destacarse, dada su trascendencia, las siguientes:
- Modificación en el régimen de las Mutualidades de Previsión
Social.
Son modificaciones concretas que, una vez superada la fase inicial de
incorporación al régimen asegurador de estas Mutualidades
de Previsión Social, tienen como finalidad fijar el objeto social
de estas entidades como exclusivamente asegurador, si bien, atendiendo
a su especial naturaleza, pueden, en el ámbito de otra autorización
administrativa específica concedida al efecto, otorgar prestaciones
sociales; depurar la regulación de sus requisitos, de modo que
éstos no puedan entenderse como los precisos para disfrutar de
beneficios fiscales sino los esenciales para constituir mutualidades de
previsión social; permitir, mediante el mecanismo de la autorización
administrativa previa a la ampliación de prestaciones, la superación
de los límites legales de las prestaciones por aquellas mutualidades
que voluntariamente quieran acogerse al régimen de garantías
financieras de las mutuas de seguros, constituyendo un régimen
especial frente al general de mutualidades de previsión social
con menores garantías y, en su consecuencia, con correlativas menores
prestaciones; prohibir la actividad aseguradora a las federaciones y confederaciones
de estas mutualidades, en cuanto que no constituyen entidades aseguradoras
sino fenómenos asociativos de las mismas; y adecuar su procedimiento
de creación al de las restantes entidades aseguradoras, evitando
la confusión que actualmente se deriva de la colisión entre
los artículos 7 y 17 de la Ley 33/1984, de 2 de agosto, sobre Ordenación
del Seguro Privado.
-
Régimen de nulidad de los contratos de seguro.
La experiencia ha determinado la necesidad de dotar de una nueva redacción
al número 6 del artículo 6 de la Ley sobre Ordenación
del Seguro Privado -que pasa a ser número 2 del artículo
5 de la presente Ley- con el objeto de fijar los supuestos en que el contrato
de seguro queda viciado de nulidad radical de pleno derecho, así
como las consecuencias de tal nulidad, siempre con la mira puesta en la
protección del asegurado. El eje de la nulidad ya no es el de la
«entidad no inscrita» sino el de la «entidad no autorizada,
cuya autorización haya sido revocada, o transgrediendo los límites
de la autorización administrativa concedida».
-
Determinación legal del importe de la responsabilidad patrimonial
derivada de los daños ocasionados a las personas en accidentes
de circulación.
Además de las modificaciones que se introducen en la antigua Ley
sobre Uso y Circulación de Vehículos de Motor derivadas
de la Directiva 90/232/CEE, se recoge un sistema legal de delimitación
cuantitativa del importe de las indemnizaciones exigibles como consecuencia
de la responsabilidad civil en que se incurre con motivo de la circulación
de vehículos de motor. Este sistema indemnizatorio se impone en
todo caso, con independencia de la existencia o inexistencia de seguro
y de los límites cuantitativos del aseguramiento obligatorio, y
se articula a través de un cuadro de importes fijados en función
de los distintos conceptos indemnizables que permiten, atendidas las circunstancias
de cada caso concreto y dentro de unos márgenes máximos
y mínimos, individualizar la indemnización derivada de los
daños sufridos por las personas en un accidente de circulación.
Constituye,
por tanto, una cuantificación legal del «daño causado»
a que se refiere el artículo 1.902 del Código Civil, y de
la responsabilidad civil a que hace referencia el artículo 19 del
Código Penal.
- Reforma del interés de demora aplicable a las aseguradoras.
Se reforma también el interés de demora aplicable a las
aseguradoras, derogando la disposición adicional tercera de la
Ley Orgánica 3/1989, de 21 de junio, y dando nueva redacción
al artículo 20 de la Ley de Contrato de Seguro, con la finalidad
de aclarar los términos de la regulación de la materia y
evitar la multiplicidad de interpretaciones a las que se está dando
lugar en las distintas resoluciones judiciales.
Se
especifica el sistema de devengo de intereses que en dicho artículo
se establece; se da un tratamiento homogéneo al asegurado, beneficiario
y tercero perjudicado en el seguro de responsabilidad civil; se amplía
la obligación de abono de intereses a los supuestos de falta de
pago del importe mínimo de la indemnización; y se cuantifica
el interés de demora, moderando la fórmula de un interés
absoluto para hacerlo, durante los dos primeros años, referencial
al interés legal del dinero.
Se establece, también, la no acumulación de los intereses
que se devengan por aplicación de este artículo 20 con los
previstos en el artículo 921 de la Ley Enjuiciamiento Civil.
7
Esta Ley amplía el régimen de ordenación y supervisión
administrativa de entidades aseguradoras, por medio de medidas de control
especial y de disolución administrativa, al ámbito de la
Ley de Planes y Fondos de Pensiones.
Con
la experiencia adquirida desde 1987 en la aplicación de esta norma,
se ha considerado preciso, en la línea de paralelismo -que no confluencia-
que ha de seguir la ordenación y supervisión de entidades
aseguradoras y la de planes y fondos de pensiones, completar, actualizar
y perfeccionar el régimen administrativo sancionador, ampliándolo
a los expertos que emiten los dictámenes actuariales, introducir
un sistema de medidas de control especial que garantice, en todo caso,
la finalidad para la que los planes de pensiones fueron en su día
regulados, articular las causas de disolución de las entidades
gestoras y de los fondos de pensiones y las de terminación de los
planes de pensiones, determinar cuándo puede ser acordada administrativamente
así como la intervención en la liquidación y, finalmente,
precisar la revocación de la autorización administrativa
de las entidades gestoras y de los fondos de pensiones, todo ello en paralelo
a los de las entidades aseguradoras.
Asimismo,
y con el objeto de proteger los intereses de los trabajadores, aun en
los supuestos en que se haya extinguido su contrato de trabajo, frente
a posibles insolvencias del empresario en orden al cumplimiento de los
compromisos por pensiones asumidos por éste se incorpora un precepto
-dando nueva redacción a su disposición adicional primera-
a la Ley de Planes y Fondos de Pensiones, adaptando así el artículo
8 de la Directiva 80/987/CEE.
8
La recepción de todos estos mandatos normativos ha supuesto, como
ya se dijo, su plasmación en una nueva Ley de Ordenación
y Supervisión de los Seguros Privados, amen de la estructuración
de la parte final con las necesarias disposiciones adicionales, transitorias,
derogatoria y finales. La Ley se articula en tres Títulos, referidos,
respectivamente, a la determinación del ámbito normativo
de la Ley, a la ordenación y supervisión de las entidades
aseguradoras españolas -dedicando un capítulo a su actuación
en régimen de derecho de establecimiento o de libre prestación
de servicios-, y a las entidades aseguradoras extranjeras que operen en
España -distinguiendo el régimen aplicable a las aseguradoras
domiciliadas en otros Estados miembros del Espacio Económico Europeo
del que afecta a las domiciliadas en terceros países-. Es, básicamente,
en las disposiciones adicionales donde se han recogido las modificaciones
de otras Leyes afectadas por la presente reforma: en concreto, la Ley
de Contrato de Seguro (en la sexta), la Ley de Mediación en Seguros
Privados (en la séptima), la Ley sobre Responsabilidad Civil y
Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor (en la octava),
el Estatuto Legal del Consorcio de Compensación de Seguros (en
la novena), la Ley de Seguros Agrarios Combinados (en la décima),
la Ley reguladora de Planes y Fondos de Pensiones (en la undécima),
la disposición adicional undécima de la Ley General de la
Seguridad Social (en la duodécima) y la Ley del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas (en la decimotercera).
Título
I
Disposiciones
generales
Artículo 1.
Objeto de la Ley y definiciones.
1. La presente Ley tiene por objeto establecer la ordenación y
supervisión del seguro privado y demás operaciones enumeradas
en el artículo 3, con la finalidad de tutelar los derechos de los
asegurados, facilitar la transparencia y el desarrollo del mercado de
seguros y fomentar la actividad aseguradora privada.
2. Quedan expresamente excluidos del ámbito de aplicación
de la presente Ley el Régimen General y los Regímenes Especiales
que integran el sistema de Seguridad Social obligatoria.
3. A efectos de lo establecido en la presente Ley y demás disposiciones
reguladoras de la ordenación y supervisión de los seguros
y contratación de los seguros privados se entenderá por:
a)
Compromiso.
Todo acuerdo materializado en una de las formas de contrato de seguro
sobre la vida, otras operaciones del ramo de vida u operaciones descritas
en el artículo 3, números 2 y 3.
b) Régimen de derecho de establecimiento.
La actividad desarrollada en un Estado miembro del Espacio Económico
Europeo por una sucursal establecida en el mismo de una entidad aseguradora
domiciliada en otro Estado miembro.
c) Régimen de libre prestación de servicios.
La actividad desarrollada por una entidad aseguradora domiciliada en un
Estado miembro del Espacio Económico Europeo desde su domicilio,
o por una sucursal de la misma en otro Estado miembro, asumiendo un riesgo
o contrayendo un compromiso en un Estado miembro distinto.
d)
Estado miembro de localización del riesgo.
Se entiende por tal:
- Aquel en que se hallen los bienes, cuando el seguro se refiera a inmuebles,
o bien a éstos y a su contenido, si este último está
cubierto por la misma póliza de seguro.
Cuando el seguro se refiera a bienes muebles que se encuentren en un inmueble,
y a efectos de los tributos y recargos legalmente exigibles, el Estado
miembro en el que se encuentre situado el inmueble, incluso si éste
y su contenido no estuvieran cubiertos por la misma póliza de seguro,
con excepción de los bienes en tránsito comercial.
- El Estado miembro de matriculación, cuando el seguro se refiera
a vehículos de cualquier naturaleza.
-
Aquel en que el tomador del seguro haya firmado el contrato, si su duración
es inferior o igual a cuatro meses y se refiere a riesgos que sobrevengan
durante un viaje o fuera del domicilio habitual del tomador del seguro,
cualquiera que sea el ramo afectado.
- Aquel en que el tomador del seguro tenga su residencia habitual o, si
fuera una persona jurídica, aquel en el que se encuentre el domicilio
social o sucursal de la misma a que se refiere el contrato, en todos los
casos no explícitamente contemplados en los apartados anteriores.
e) Estado miembro del compromiso.
El Estado miembro del Espacio Económico Europeo en que el tomador
del seguro tenga su residencia habitual, si es una persona física,
o su domicilio social o una sucursal, caso de que el contrato se refiera
a esta última, si es una persona jurídica. En todos los
casos, siempre que se trate de un contrato de seguro sobre la vida, otras
operaciones del ramo de vida u operaciones descritas en el artículo
3, números 2 y 3.
f)
Estado miembro de origen.
El Estado miembro del Espacio Económico Europeo en que tenga el
domicilio social la entidad aseguradora que cubra el riesgo o contraiga
el compromiso.
La gestión administrativa y la dirección de los negocios
de la entidad aseguradora habrá de estar centralizada en el mismo
Estado miembro en que se encuentre su domicilio social, competente para
otorgar la autorización administrativa.
g) Estado miembro de la sucursal.
El Estado miembro en que esté situada la sucursal que cubra el
riesgo o contraiga el compromiso.
h) Estado miembro de prestación de servicios.
El Estado miembro del Espacio Económico Europeo en que esté
localizado el riesgo o se asuma el compromiso, cuando dicho riesgo esté
cubierto o el compromiso sea asumido por alguna entidad aseguradora desde
su domicilio o una sucursal de la misma situados en otro Estado miembro.
Artículo
2.
Ámbito subjetivo y principio de reciprocidad.
1. Quedan sometidos a los preceptos de esta Ley:
a) Las entidades que realicen las operaciones o actividades mencionadas
en el artículo 3.
b) Las personas físicas o jurídicas que, bajo cualquier
título, desempeñen cargos de administración o dirección
de las entidades aseguradoras; los profesionales y entidades que suscriban
los documentos previstos en la presente Ley o en sus disposiciones complementarias
de desarrollo; los liquidadores de entidades aseguradoras; y aquellas
personas para quienes legalmente se establezca alguna prohibición
o mandato en relación con el ámbito objetivo de la presente
Ley.
c) Las organizaciones constituidas con carácter de permanencia
para la distribución de la cobertura de riesgos o la prestación
a las entidades aseguradoras de servicios comunes relacionados con la
actividad aseguradora, cualquiera que sea su naturaleza y forma jurídica.
2.
En virtud del principio de reciprocidad:
a) Cuando de hecho o de derecho en terceros países ajenos al Espacio
Económico Europeo se exija a las entidades o personas físicas
españolas, a que se refiere el número 1 precedente, mayores
garantías o requisitos que a sus nacionales, o se les reconozcan
menores derechos, el Ministro de Economía y Hacienda establecerá,
en régimen de reciprocidad, otras condiciones equivalentes en sus
términos o en sus efectos para las entidades o personas físicas
nacionales del país de que se trate.
b) La Dirección General de Seguros colaborará con las autoridades
supervisoras de terceros países ajenos al Espacio Económico
Europeo siempre que exista reciprocidad y dichas autoridades estén
sometidas al secreto profesional en condiciones que, como mínimo,
sean equiparables a las establecidas por las leyes españolas.
c)
Tratándose de entidades aseguradoras, lo dispuesto en la letra
a) se aplicará únicamente a las sucursales de terceros países
no miembros del Espacio Económico Europeo.
Artículo 3.
Ámbito objetivo.
Quedan sometidas a los preceptos de esta Ley:
1. Las actividades de seguro directo de vida, de seguro directo distinto
del seguro de vida, y de reaseguro.
2. Las operaciones de capitalización basadas en técnica
actuarial que consistan en obtener compromisos determinados en cuanto
a su duración y a su importe a cambio de desembolsos únicos
o periódicos previamente fijados.
3. Las operaciones preparatorias o complementarias de las de seguro o
capitalización que practiquen las entidades aseguradoras en su
función canalizadora del ahorro y la inversión.
4.
Las actividades de prevención de daños vinculadas a la actividad
aseguradora.
Artículo 4.
Ámbito territorial.
Las actividades y operaciones definidas en el artículo 3 se ajustarán
a lo dispuesto en la presente Ley:
1. Cuando sean realizadas por entidades aseguradoras españolas.
2. Cuando sean realizadas en España por entidades aseguradoras
domiciliadas en el territorio de cualquiera de los restantes países
miembros del Espacio Económico Europeo o en terceros países.
Artículo 5.
Operaciones prohibidas y sanción de nulidad.
1. Quedan prohibidas a las entidades aseguradoras, y su realización
determinará la nulidad de pleno derecho de las mismas, las siguientes
operaciones:
a) Las que carezcan de base técnica actuarial.
b)
El ejercicio de cualquier otra actividad comercial y la prestación
de garantías distintas de las propias de la actividad aseguradora.
No se entenderá incluida en tal prohibición la colaboración
con entidades no aseguradoras para la distribución de los servicios
producidos por éstas.
c) Las actividades de mediación en seguros privados definidas en
la Ley 9/1992, de 30 de abril, de Mediación en Seguros Privados.
2. Serán nulos de pleno derecho los contratos de seguro y demás
operaciones sometidas a la presente Ley celebrados o realizados por entidad
no autorizada, cuya autorización administrativa haya sido revocada,
o transgrediendo los límites de la autorización administrativa
concedida. Quien hubiere contratado con ella no estará obligado
a cumplir su obligación de pago de la prima y tendrá derecho
a la devolución de la prima pagada salvo que, con anterioridad,
haya tenido lugar un siniestro; si antes de tal devolución acaece
un siniestro, amparado por el contrato si hubiera sido válido,
nacerá la obligación de la entidad que lo hubiese celebrado
de satisfacer una indemnización cuya cuantía se fijará
con arreglo a las normas que rigen el pago de la prestación conforme
al contrato de seguro, sin perjuicio del deber de indemnizar los restantes
daños y perjuicios que hubiera podido ocasionar.
Esta
obligación y responsabilidad será solidaria de la entidad
y de quienes desempeñando en la misma cargos de administración
o dirección hubieren autorizado o permitido la celebración
de tales contratos u operaciones.
Título
II
De
la actividad de entidades aseguradoras españolas
Capítulo
I
Del
acceso a la actividad aseguradora
Artículo 6.
Necesidad de autorización administrativa.
1. El acceso a las actividades definidas en el artículo 3 por entidades
aseguradoras españolas estará supeditado a la previa obtención
de autorización administrativa del Ministro de Economía
y Hacienda.
2. Serán requisitos necesarios para obtener y conservar la autorización
administrativa los siguientes:
a) Adoptar una de las formas jurídicas previstas en el artículo
7 y, en su caso, facilitar información sobre la existencia de vínculos
estrechos con otras personas o entidades.
b) Limitar su objeto social a la actividad aseguradora y a las operaciones
definidas en el artículo 3 de la presente Ley, con exclusión
de cualquier otra actividad comercial, en los términos de los artículos
5 y 11 de la misma.
c)
Presentar y atenerse a un programa de actividades con arreglo al artículo
12.
d) Tener el capital social o fondo mutual que exige el artículo
13 y el fondo de garantía previsto en el artículo 18. Hasta
la concesión de la autorización, el capital social o fondo
mutual desembolsados se mantendrán en los activos que reglamentariamente
se determinen, de entre los que son aptos para cobertura de provisiones
técnicas.
e) Indicar las aportaciones y participaciones en el capital social o fondo
mutual de los socios, quienes habrán de reunir los requisitos expresados
en el artículo 14.
f) Estar dirigidas de manera efectiva por personas que reúnan las
condiciones necesarias de honorabilidad y de cualificación o experiencia
profesionales.
g)
(Nuevo) Si la entidad pretende cubrir los riesgos del ramo de responsabilidad
civil en vehículos terrestres automóviles, excluida la responsabilidad
del transportista, deberá comunicar el nombre y dirección
del representante designado en cada uno de los Estados del Espacio Económico
Europeo distinto a España, encargado de la tramitación y
liquidación de los siniestros ocurridos en un Estado distinto al
de residencia del perjudicado o en un país firmante del sistema
de Carta Verde.
3. También será precisa autorización administrativa
para que una entidad aseguradora pueda extender su actividad a otros ramos
distintos de los autorizados y para la ampliación de una autorización
que comprenda sólo una parte de los riesgos incluidos en un ramo
o que permita a la entidad aseguradora ejercer su actividad en un territorio
de ámbito superior al inicialmente solicitado y autorizado. La
ampliación de la autorización administrativa estará
sujeta a que la entidad aseguradora cumpla los siguientes requisitos:
a)
Tener cubiertas sus provisiones técnicas y disponer del margen
de solvencia establecido en el artículo 17 y, además, si
para los ramos a que solicita la extensión de actividad, el artículo
13 y el artículo 18 exigen un capital social o fondo mutual y un
fondo de garantía mínimo más elevados que los anteriores,
deberá disponer de los mismos.
b) Presentar un programa de actividades de conformidad con el artículo
12.
4. La solicitud de autorización se presentará en la Dirección
General de Seguros y deberá ir acompañada de los documentos
acreditativos del cumplimiento de los requisitos a que se refieren los
números 2 ó 3 precedentes. Tal petición deberá
ser resuelta en el plazo de seis meses siguientes a la fecha de presentación
de la solicitud de autorización. En ningún caso se entenderá
autorizada una entidad aseguradora en virtud de actos presuntos por el
transcurso del plazo referido.
5.
La autorización será válida en todo el Espacio Económico
Europeo. Se concederá por el Ministro de Economía y Hacienda
por ramos, abarcando el ramo completo y la cobertura de los riesgos accesorios
o complementarios del mismo, según proceda, comprendidos en otro
ramo, y permitiendo a la entidad aseguradora ejercer en el Espacio Económico
Europeo actividades en régimen de derecho de establecimiento o
en régimen de libre prestación de servicios, salvo que el
solicitante sólo desee cubrir una parte de los riesgos correspondientes
al ramo autorizado, ejercer su actividad en un territorio de ámbito
menor al del territorio nacional, o realice operaciones comprendidas en
el número 2 del artículo 49.
La solicitud de autorización será denegada cuando:
-
La entidad no adopte una de las formas jurídicas previstas en el
artículo 7, sus estatutos no se ajusten a la presente Ley, o carezca
de cualesquiera de los restantes requisitos legales para la válida
y eficaz constitución en la forma elegida.
- Existiendo vínculos estrechos a los que se refiere el artículo
8 de la presente Ley, obstaculicen el buen ejercicio de la ordenación
y supervisión o se vea obstaculizado por las disposiciones de un
tercer país que regulen a una o varias de las personas con las
que la entidad aseguradora mantenga vínculos estrechos.
- Su objeto social no se ajuste a lo dispuesto en el artículo 6.2.b).
- No presente un programa de actividades, o el presentado no contenga
todas las indicaciones o justificaciones exigibles con arreglo al artículo
12, o, aun conteniéndolas, resulten insuficientes o inadecuadas
al objeto o finalidad pretendido por la entidad o, aun presentándolo,
no se corresponda con la situación real de la entidad, de modo
que ésta carezca de una buena organización administrativa
y contable, o de procedimientos de control interno adecuados o de los
medios destinados a cubrir las exigencias patrimoniales, financieras,
de solvencia o, en su caso, de prestación de asistencia que garanticen
la gestión sana y prudente de la entidad.
-
Carezca del capital social o fondo mutual mínimo requerido.
- No precise las aportaciones sociales o no se considere adecuada la idoneidad
de los socios que vayan a tener una participación significativa,
tal como se define en el artículo 14, atendiendo a la necesidad
de garantizar una gestión sana y prudente de la entidad.
- Quienes vayan a dirigirla de manera efectiva no reúnan las condiciones
necesarias de honorabilidad o de cualificación o experiencia profesionales.
6. La autorización determinará la inscripción en
el Registro a que se refiere el artículo 74 y permitirá
a las entidades aseguradoras practicar operaciones únicamente en
los ramos para los que hayan sido autorizadas y, en su caso, en los riesgos
accesorios o complementarios de los mismos, según proceda, debiendo
ajustar su régimen de actuación al programa de actividades,
estatutos y demás requisitos determinantes de la concesión
de la autorización.
La
autorización de la cobertura de sólo una parte de los riesgos
correspondientes a un ramo se ajustará a lo dispuesto reglamentariamente.
7. La creación por entidades aseguradoras españolas de sociedades
dominadas extranjeras, la adquisición de la condición de
dominante en sociedades extranjeras, el establecimiento de sucursales
y, en su caso, la actividad en régimen de libre prestación
de servicios en países no miembros del Espacio Económico
Europeo exigirá comunicación a la Dirección General
de Seguros, con un mes de antelación. El establecimiento de sucursales
y la actividad en régimen de libre prestación de servicios
en el territorio de otros Estados miembros del Espacio Económico
Europeo se ajustará a lo dispuesto en las secciones 2.ª y
3.ª del capítulo IV del presente Título.
8.
No precisarán autorización administrativa previa las organizaciones,
dotadas o no de personalidad jurídica, que se creen con carácter
de permanencia para la distribución de la cobertura de riesgos
entre entidades aseguradoras o para la prestación de servicios
comunes relacionados con la actividad de las mismas, así como las
agrupaciones de entidades aseguradoras a que se refiere el número
5 del artículo 23, pero en uno y otro caso deberán comunicarlo
a la Dirección General de Seguros con una antelación de
un mes a la iniciación de la actividad organizada o agrupada.
La citada Dirección podrá suspender las actividades a que
se refiere este número o requerir modificaciones en las mismas
cuando apreciara que no se ajustan a los preceptos reguladores de la ordenación
y supervisión de la actividad aseguradora o a las normas de contrato
de seguro.
Sección
1.ª
Formas jurídicas de las entidades aseguradoras
Artículo 7.
Naturaleza, forma y denominación de las entidades aseguradoras.
1. La actividad aseguradora únicamente podrá ser realizada
por entidades privadas que adopten la forma de sociedad anónima,
mutua, cooperativa y mutualidad de previsión social. Las mutuas,
las cooperativas y las mutualidades de previsión social podrán
operar a prima fija o a prima variable.
2. También podrán realizar la actividad aseguradora las
entidades que adopten cualquier forma de Derecho público, siempre
que tengan por objeto la realización de operaciones de seguro en
condiciones equivalentes a las de las entidades aseguradoras privadas.
Las entidades a que se refiere el párrafo precedente se ajustarán
íntegramente a la presente Ley y quedarán sometidas también,
en el ejercicio de su actividad aseguradora, a la Ley de Contrato de Seguro
y a la competencia de los tribunales del orden civil.
3.
Las entidades aseguradoras se constituirán mediante escritura pública,
que deberá ser inscrita en el Registro Mercantil. Con dicha inscripción
adquirirán su personalidad jurídica las sociedades anónimas,
mutuas de seguros y mutualidades de previsión social.
4. La solicitud de autorización administrativa regulada en el artículo
6 únicamente podrá presentarse tras la adquisición
de personalidad jurídica.
5. En la denominación social de las entidades aseguradoras se incluirán
las palabras «seguros», o «reaseguros», o ambas
a la vez, conforme a su objeto social, quedando reservadas las mismas
en exclusiva para dichas entidades. También las mutuas, cooperativas
y mutualidades de previsión social consignarán su naturaleza
en la denominación e indicarán si son «a prima fija»
o «a prima variable».
Artículo
8.
Vínculos estrechos.
1. A efectos de lo dispuesto en la presente Ley, se entiende por vínculo
estrecho toda relación entre dos o más personas físicas
o jurídicas si están unidas a través de una participación
o mediante un vínculo de control. Es participación, a estos
efectos, el hecho de poseer, de manera directa o indirecta, el 20 por
100 o más de los derechos de voto o del capital de una entidad
aseguradora; y es vínculo de control el existente entre una sociedad
dominante y una dominada en todos los casos contemplados en el artículo
42 números 1 y 2 del Código de Comercio.
Asimismo, se entenderá constitutiva de vínculo estrecho
entre dos o varias personas físicas o jurídicas entre las
que se encuentre una entidad aseguradora, la situación en la que
tales personas estén vinculadas, de forma duradera, a una misma
persona física o jurídica por un vínculo de control.
2.
Los vínculos estrechos entre la entidad aseguradora y otras personas
físicas o jurídicas, caso de existir, no podrán obstaculizar
el buen ejercicio de la ordenación y supervisión de la entidad
aseguradora. Las disposiciones de un tercer país ajeno al Espacio
Económico Europeo que regulen a una o varias de las personas con
las que la entidad aseguradora mantenga vínculos estrechos, o la
aplicación de dichas disposiciones, tampoco podrán obstaculizar
el buen ejercicio de la ordenación y supervisión de la entidad
aseguradora.
3. Las condiciones que impone el número 2 precedente de este artículo
son de cumplimiento permanente durante el ejercicio de la actividad aseguradora.
Y, a estos efectos, las entidades aseguradoras suministrarán a
la Dirección General de Seguros la información precisa para
garantizar dicho cumplimiento.
Artículo
9.
Mutuas y cooperativas a prima fija.
1. Las mutuas a prima fija son entidades aseguradoras privadas sin ánimo
de lucro que tienen por objeto la cobertura a sus socios, personas físicas
o jurídicas, de los riesgos asegurados mediante una prima fija
pagadera al comienzo del período del riesgo.
2. Serán aplicables a las mutuas a prima fija las siguientes normas:
a) Carecer de ánimo de lucro y contar cada una de ellas, al menos,
con 50 mutualistas.
b) La condición de mutualista será inseparable de la de
tomador del seguro o de asegurado. En ningún caso las entidades
de quienes proceda el reaseguro aceptado por las mutuas adquirirán
condición de mutualistas.
c)
Los mutualistas que hayan realizado aportaciones para constituir el fondo
mutual podrán percibir intereses no superiores al interés
legal del dinero, y únicamente podrán obtener el reintegro
de las cantidades aportadas en el supuesto a que se refiere la letra f)
de este número o cuando lo acuerde la asamblea general por ser
sustituidas con excedentes de los ejercicios.
d) Los mutualistas no responderán de las deudas sociales salvo
que los estatutos establezcan tal responsabilidad, en cuyo caso, ésta
se limitará a un importe igual al de la prima que anualmente paguen
y deberá destacarse en las pólizas de seguro.
e) Los resultados de cada ejercicio darán lugar a la correspondiente
derrama activa o retorno que, en cuanto proceda de primas no consumidas,
no tendrá la consideración de rendimiento del capital mobiliario
para los mutualistas; o, en su caso, pasiva, que deberá ser individualizada
y hecha efectiva en el ejercicio siguiente; o se traspasarán a
las cuentas patrimoniales del correspondiente ejercicio.
f)
Cuando un mutualista cause baja en la mutua tendrá derecho al cobro
de las derramas activas y obligación de pago de las pasivas acordadas
y no satisfechas; también tendrá derecho a que, una vez
aprobadas las cuentas del ejercicio en que se produzca la baja, le sean
devueltas las cantidades que hubiere aportado al fondo mutual, salvo que
hubieran sido consumidas en cumplimiento de la función específica
del mismo y siempre con deducción de las cantidades que adeudase
a la entidad. No procederá otra liquidación con cargo al
patrimonio social a favor del mutualista que cause baja.
g) En caso de disolución de la mutua, participarán en la
distribución del patrimonio los mutualistas que la integren en
el momento en que se acuerde la disolución y quienes, no perteneciendo
a ella en dicho momento, lo hubiesen sido en el período anterior
fijado en los estatutos; todo ello sin perjuicio del derecho que les asiste
a los partícipes en el fondo mutual.
3.
En el Reglamento de desarrollo de la presente Ley se regularán
los derechos y obligaciones de los mutualistas, sin que puedan establecerse
privilegios en favor de persona alguna; el tiempo anterior de pertenencia
a la entidad para tener derecho a la participación en la distribución
del patrimonio en caso de disolución; los órganos de gobierno,
que deberán tener funcionamiento, gestión y control democráticos;
el contenido mínimo de los estatutos sociales; y los restantes
extremos relativos al régimen jurídico de estas entidades.
4. Las cooperativas a prima fija se regirán por las siguientes
disposiciones:
a) Les serán aplicables las normas contenidas en las letras a),
b), c), d), e) y f) del número 2 del presente artículo,
pero entendiéndose hechas a las cooperativas, cooperativistas,
capital social y retorno cooperativo las referencias que en las mismas
se contienen a las mutuas, mutualistas, fondo mutual y derramas.
b)
La inscripción en el Registro de Cooperativas deberá tener
lugar con carácter previo a la solicitud de autorización
administrativa regulada en el artículo 6.
c) En lo demás, se regirán por las disposiciones de la presente
Ley y por los preceptos de la Ley de Sociedades Anónimas a los
que la misma se remite, así como por las disposiciones reglamentarias
que la desarrollen y, supletoriamente, por la legislación de cooperativas.
Artículo 10.
Mutuas y cooperativas a prima variable.
1. Las mutuas a prima variable son entidades aseguradoras privadas sin
ánimo de lucro fundadas sobre el principio de ayuda recíproca,
que tienen por objeto la cobertura, por cuenta común, a sus socios,
personas físicas o jurídicas, de los riesgos asegurados
mediante el cobro de derramas con posterioridad a los siniestros, siendo
la responsabilidad de los mismos mancomunada, proporcional al importe
de los respectivos capitales asegurados en la propia entidad y limitada
a dicho importe.
2.
Además de las normas contenidas en las letras a), b), c), e), f)
y g) del número 2 del artículo 9 y de las contenidas en
el número 3 del mismo artículo, serán aplicables
a las mutuas a prima variable las siguientes:
a) Exigirán la aportación de una cuota de entrada para adquirir
la condición de mutualista y deberán constituir un fondo
de maniobra que permita pagar siniestros y gastos sin esperar al cobro
de las derramas.
b) Los administradores no percibirán remuneración alguna
por su gestión y la producción de seguros será directa,
sin mediación, y sin que pueda ser retribuida.
3. Los riesgos que aseguren deberán ser homogéneos cualitativa
y cuantitativamente y los capitales asegurados y gastos de administración
no podrán sobrepasar los límites que se determinen reglamentariamente.
Dichas
mutuas podrán operar solamente en un ramo de seguro distinto al
seguro directo de vida, salvo los de caución, crédito y
todos aquellos en los que se cubra el riesgo de responsabilidad civil.
No obstante, podrán operar en seguro de responsabilidad civil como
accesorio del ramo de «incendio y elementos naturales», siempre
dentro de los límites del valor del bien asegurado.
Podrán ceder operaciones de reaseguro, pero no podrán aceptarlas
en ningún caso.
4. Deberán desarrollar su actividad y localizar sus riesgos en
un ámbito territorial que sea el menor de los dos siguientes: dos
millones de habitantes o una provincia, salvo que se trate de prestaciones
para caso de enfermedad o por fallecimiento de personas unidas por un
vínculo profesional.
5.
Las cooperativas a prima variable se regirán por las siguientes
disposiciones:
a) Les serán aplicables las normas contenidas en los números
precedentes del presente artículo, pero la aportación de
la cuota de entrada a que se refiere la letra a) del número 2 se
realizará como constitutiva del capital social y debiendo entenderse
hechas a las cooperativas, cooperativistas y capital social las referencias
que en dichos números se contienen a las mutuas, mutualistas y
fondo mutual.
b) La inscripción en el Registro de Cooperativas deberá
tener lugar con carácter previo a la solicitud de autorización
administrativa regulada en el artículo 6.
c) En lo demás, se regirán por las disposiciones de la presente
Ley y por los preceptos de la Ley de Sociedades Anónimas a los
que la misma se remite, así como por las disposiciones reglamentarias
que la desarrollen y, supletoriamente, por la legislación de cooperativas.
Sección
2.ª
Restantes requisitos
Artículo 11.
Objeto social.
1. El objeto social de las entidades aseguradoras será exclusivamente
la práctica de las operaciones de seguro y demás definidas
en el artículo 3, así como las permitidas por el artículo
5 en los términos expresados en el mismo.
2. El objeto social de las entidades aseguradoras que pretendan operar
en cualquier modalidad del ramo de vida será únicamente
la realización de operaciones de dicho ramo y la cobertura de riesgos
complementarios del ramo de vida. Además, previa obtención
de la pertinente autorización administrativa, podrán realizar
operaciones en los ramos de accidentes y enfermedad, sin someterse, en
este caso, a las limitaciones y requisitos exigibles a la cobertura de
riesgos complementarios.
3.
El objeto social de las entidades aseguradoras que pretendan operar en
cualquiera de los ramos del seguro directo distinto del de vida no podrá
comprender la realización de operaciones del ramo de vida. No obstante,
si sólo están autorizadas para los riesgos comprendidos
en los ramos de accidentes y enfermedad, podrán operar en el ramo
de vida, si obtienen la pertinente autorización administrativa.
Artículo 12.
Programa de actividades.
1. El programa de actividades deberá contener indicaciones o justificaciones
relativas, al menos, a la naturaleza de los riesgos o compromisos que
la entidad aseguradora se propone cubrir; a los principios rectores y
ámbito geográfico de su actuación; a la estructura
de la organización, incluyendo los sistemas de comercialización;
a los medios destinados a cubrir las exigencias patrimoniales, financieras
y de solvencia y a prestar la asistencia a que, en su caso, se comprometa.
Además, contendrá la justificación de las previsiones
que contemple y de la adecuación a las mismas de los medios y recursos
disponibles. Reglamentariamente podrán desarrollarse las exigencias
contenidas en este precepto adecuadas a cada uno de los ramos de seguro.
Además,
para los tres primeros ejercicios sociales, tratándose de seguros
de vida, deberá contener un plan en el que se indiquen de forma
detallada las previsiones de ingresos y gastos, tanto por las operaciones
directas y las aceptaciones de reaseguro como por las cesiones de este
último, y, si se trata de seguros distintos al de vida, las previsiones
relativas a los gastos de gestión distintos de los gastos de instalación,
en particular los gastos generales corrientes y las comisiones, y las
previsiones relativas a las primas o cuotas y a los siniestros. Y, en
ambos casos, las previsiones relativas a los medios financieros destinados
a la cobertura de los compromisos y del margen de solvencia y, finalmente,
la situación probable de tesorería.
2.
La Dirección General de Seguros comprobará los medios técnicos
de que dispongan las entidades aseguradoras que pretendan operar en el
ramo de enfermedad, otorgando prestaciones de asistencia sanitaria, para
llevar a cabo las operaciones que se hayan comprometido a efectuar y solicitará
de las autoridades sanitarias un informe sobre la adecuación de
los medios y del funcionamiento previsto de los mismos a las prestaciones
que pretenda otorgar y a la legislación sanitaria correspondiente.
El Ministerio de Economía y Hacienda y las autoridades sanitarias
establecerán la necesaria coordinación para dar cumplimiento
a este precepto.
Artículo 13.
Capital social y fondo mutual.
1. Las sociedades anónimas y las cooperativas de seguros a prima
fija deberán tener los siguientes capitales sociales mínimos
cuando pretendan operar en los ramos que a continuación se enumeran:
a)
Mil quinientos millones de pesetas en los ramos de vida, caución,
crédito, cualquiera de los que cubran el riesgo de responsabilidad
civil y en la actividad exclusivamente reaseguradora.
b) Trescientos cincuenta millones de pesetas en los ramos de accidentes,
enfermedad, defensa jurídica, asistencia, y decesos.
En el caso de entidades aseguradoras que únicamente practiquen
el seguro de asistencia sanitaria y limiten su actividad a un ámbito
territorial con menos de dos millones de habitantes, será suficiente
la mitad del capital o fondo mutual previsto en el párrafo anterior.
c) Quinientos millones de pesetas, en los restantes.
El capital social mínimo estará totalmente suscrito y desembolsado
al menos en un 50 por 100. Los desembolsos de capital por encima del mínimo
se ajustarán a la legislación mercantil general. En todo
caso, el capital estará representado por títulos o anotaciones
en cuenta nominativos.
2.
Las mutuas a prima fija deberán acreditar fondos mutuales permanentes,
aportados por sus mutualistas o constituidos con excedentes de los ejercicios
sociales, cuyas cuantías mínimas, según los ramos
en que pretendan operar, serán las señaladas en el número
anterior. No obstante, para las mutuas con régimen de derrama pasiva
previsto en el artículo 9.2.e), se requerirán las tres cuartas
partes de dicha cuantía.
3. Las cooperativas de seguros a prima variable deberán acreditar
un capital social suscrito e íntegramente desembolsado de cincuenta
millones de pesetas, y las mutuas a prima variable deberán acreditar
un fondo mutual permanente cuya cuantía mínima será
de cinco millones de pesetas.
4.
Las mutualidades de previsión social deberán acreditar un
fondo mutual permanente, cuya cuantía mínima será
la señalada en el artículo 67.
5. Las entidades que ejerzan su actividad en varios ramos de seguro directo
distintos del de vida deberán tener el capital o fondo mutual correspondiente
al ramo para el que se exija mayor cuantía.
Si, con arreglo al número 2 o al número 3 del artículo
11, ejercen actividad también en el ramo de vida, el capital o
fondo mutual será el correspondiente a la suma de los requeridos
para el ramo de vida y para uno de los ramos distintos al de vida de los
que operen.
Artículo 14.
Socios.
Las personas físicas o jurídicas que, directa o indirectamente,
participen en la constitución de la entidad aseguradora, mediante
una participación significativa en la misma, deberán ser
idóneas para que la gestión de ésta sea sana y prudente.
Entre
otros factores, la idoneidad o inidoneidad se apreciará en función
de:
1. La honorabilidad y cualificación o experiencia profesionales
de los socios.
2. Los medios patrimoniales con que cuentan dichos socios para atender
los compromisos asumidos.
3. La falta de transparencia en la estructura del grupo al que eventualmente
pueda pertenecer la entidad, o la existencia de graves dificultades para
obtener la información necesaria sobre el desarrollo de sus actividades.
4. La posibilidad de que la entidad quede expuesta de forma inapropiada
al riesgo de las actividades no financieras de sus promotores; o cuando,
tratándose de actividades financieras, la estabilidad o el control
de la entidad puedan quedar afectadas por el alto riesgo de aquéllas.
Artículo
15.
Dirección efectiva de las entidades aseguradoras.
1. Quienes, bajo cualquier título, lleven la dirección efectiva
de la entidad aseguradora serán personas físicas de reconocida
honorabilidad y con las condiciones necesarias de cualificación
o experiencia profesionales y se inscribirán en el Registro administrativo
de altos cargos de entidades aseguradoras a que se refiere el artículo
74.
En todo caso, se entenderá que llevan la dirección efectiva
quienes ostenten cargos de administración o dirección, considerándose
tales los referidos en la letra a) del artículo 40.1. Podrán
desempeñar cargos de administración las personas jurídicas
pero, en este caso, deberán designar en su representación
a una persona física que reúna los requisitos anteriormente
citados.
2.
La honorabilidad debe referirse al ámbito comercial y profesional
y concurre en quienes hayan venido observando una trayectoria personal
de respeto a las leyes mercantiles y demás que regulan la actividad
económica y la vida de los negocios, así como a las buenas
prácticas comerciales, financieras y de seguros. Se presume que
poseen cualificación profesional quienes hayan obtenido un título
superior universitario de grado de licenciatura en ciencias jurídicas,
económicas, actuariales y financieras, administración y
dirección de empresas o en materia específica de seguros
privados y tienen experiencia profesional para ejercer sus funciones quienes
hayan desempeñado durante un plazo no inferior a cinco años
funciones de alta administración, dirección, control o asesoramiento
de entidades financieras sometidas a ordenación y supervisión
de solvencia por la Administración pública o funciones de
similar responsabilidad en otras entidades públicas o privadas
de dimensiones y exigencias análogas a las de la entidad que se
pretende crear.
3.
En ningún caso podrán desempeñar la dirección
efectiva de entidades aseguradoras:
a) Los que tengan antecedentes penales por delitos de falsedad, violación
de secretos, descubrimiento y revelación de secretos, contra la
Hacienda Pública y contra la Seguridad Social, malversación
de caudales públicos y cualesquiera otros delitos contra la propiedad;
los inhabilitados para ejercer cargos públicos o de administración
o dirección en entidades financieras, aseguradoras o de correduría
de seguros; los quebrados y concursados no rehabilitados, salvo que, en
virtud de convenio aprobado judicialmente, se les permita ejercer el comercio;
y, en general, los incursos en incapacidad o prohibición conforme
a la legislación vigente.
b) Los que, como consecuencia de procedimiento sancionador o en virtud
de medida de control especial, hubieran sido suspendidos en el ejercicio
del cargo o separados del mismo, o suspendidos en el ejercicio de la actividad,
en los términos del artículo 39.2.d) de esta Ley o de los
artículos 25.2 y 27 de la Ley 9/1992, de 30 de abril, de Mediación
en Seguros Privados, durante el cumplimiento de la sanción o hasta
que sea dejada sin efecto la medida de control especial.
Capítulo
II
Condiciones
para el ejercicio de la actividad aseguradora
Sección 1.ª
Garantías financieras
Artículo 16.
Provisiones técnicas.
1. Las entidades aseguradoras tendrán la obligación de constituir
y mantener en todo momento provisiones técnicas suficientes para
el conjunto de sus actividades. A estos efectos, deberán estar
adecuadamente calculadas, contabilizadas e invertidas en activos aptos
para su cobertura.
Son provisiones técnicas las de primas no consumidas, de riesgos
en curso, de seguros de vida, de participación de los asegurados
en los beneficios, de prestaciones, de estabilización y aquellas
otras que, con arreglo al Reglamento de desarrollo de la presente Ley,
sean necesarias al objeto de cumplir la finalidad a que se refiere el
párrafo precedente.
2.
La cuantía de dichas provisiones se determinará con arreglo
a hipótesis prudentes y razonables. Reglamentariamente se fijarán
los métodos y procedimientos de cálculo de las provisiones
técnicas, así como el importe de las mismas a cubrir por
la entidad aseguradora.
3. Los activos representativos de las provisiones técnicas deberán
tener en cuenta el tipo de operaciones efectuadas por la entidad aseguradora
a fin de garantizar la seguridad, el rendimiento y la liquidez de las
inversiones de la entidad, con una adecuada distribución diversificada
de dichas inversiones.
4. En el seguro de vida, la entidad aseguradora deberá tener a
disposición de quienes estén interesados las bases y los
métodos utilizados para el cálculo de las provisiones técnicas,
incluida la provisión de participación de los asegurados
en los beneficios.
5.
Reglamentariamente se determinarán los activos aptos para la cobertura
de las provisiones técnicas, los porcentajes máximos de
las mismas que puedan estar invertidos en cada tipo de estos activos,
las demás condiciones que deban reunir dichas inversiones, así
como los criterios de valoración de las mismas y las normas y límites
para el cumplimiento del principio de congruencia monetaria.
Artículo 17.
Margen de solvencia.
1. Las entidades aseguradoras deberán disponer en todo momento
de un margen de solvencia suficiente respecto al conjunto de sus actividades.
2. El margen de solvencia estará constituido por el patrimonio
de la entidad aseguradora libre de todo compromiso previsible y con deducción
de los elementos inmateriales.
3.
Los grupos consolidables de entidades aseguradoras deberán disponer
en todo momento, como margen de solvencia, de un patrimonio consolidado
no comprometido, sujetándose a lo dispuesto en el número
2 del artículo 20, suficiente para cubrir la suma de las exigencias
legales de solvencia aplicables a cada una de las entidades del grupo.
Si forman parte del grupo entidades de otra naturaleza podrán establecerse
reglamentariamente exigencias específicas de suficiencia de recursos
propios consolidados.
4. El cumplimiento por el grupo de lo dispuesto en el número precedente
no exonerará a las entidades financieras que formen parte del mismo,
de cumplir individual o subconsolidadamente las exigencias de recursos
propios. A tal efecto, dichas entidades serán supervisadas individualmente
por el órgano o ente público que corresponda según
su legislación específica.
5.
Reglamentariamente se determinarán la cuantía y los elementos
constitutivos del margen de solvencia exigible a las entidades aseguradoras
y a los grupos consolidables de entidades aseguradoras, los requisitos
que han de reunir dichos elementos, los límites aplicables a los
mismos y se fijará la definición de elementos inmateriales
a efectos del margen de solvencia.
6. Serán aplicables a los subgrupos consolidables de entidades
aseguradoras las normas contenidas en este precepto sobre margen de solvencia
consolidado y ordenación y supervisión de los grupos consolidados
en los términos que se fijen reglamentariamente.
Artículo 18.
Fondo de garantía.
1. La tercera parte de la cuantía mínima del margen de solvencia
constituye el fondo de garantía, que no podrá ser inferior
en ningún caso al contravalor en pesetas de ochocientos mil ecus
para las entidades que operen en el ramo de vida o realicen actividad
exclusivamente reaseguradora, cuatrocientos mil ecus para las que lo hagan
en los ramos de caución, crédito y cualquiera de los que
cubran el riesgo de responsabilidad civil, trescientos mil ecus para las
restantes, salvo los ramos de «otros daños en los bienes»,
«defensa jurídica» y «decesos», que será
de doscientos mil ecus.
No
obstante, para las entidades que operen en el ramo de crédito y
cuyo volumen anual de primas o cuotas emitidas en ese ramo para cada uno
de los tres últimos ejercicios supere el contravalor en pesetas
de dos millones quinientos mil ecus o el 4 por 100 del importe global
de las primas o cuotas emitidas por dicha entidad, el citado fondo de
garantía no podrá ser inferior al contravalor en pesetas
de un millón cuatrocientos mil ecus; reglamentariamente se establecerán
los plazos a que podrán acogerse las entidades afectadas para alcanzar
el mencionado mínimo.
2. Para las mutuas con régimen de derrama pasiva y las cooperativas,
el fondo de garantía mínimo será de tres cuartas
partes del exigido para las restantes entidades de su clase, y estarán
exentas de dicho mínimo las mutuas acogidas al mencionado régimen
cuando su recaudación anual de primas o cuotas no exceda de 50
millones de pesetas para las entidades que operen en el ramo de vida o
en los de responsabilidad civil, crédito o caución y de
125 millones de pesetas para las que operen en los demás ramos.
Artículo
19.
Limitación de distribución de excedentes y de actividades.
1. Los beneficios o excedentes que se produzcan en los tres primeros ejercicios
completos de actividad y también en el ejercicio inicial, si éste
no fuera completo, no podrán ser repartidos y deberán aplicarse
íntegramente a la dotación de la reserva legal en las sociedades
anónimas, de una reserva con idéntico régimen en
las mutuas y a la incorporación obligatoria al capital social en
las cooperativas.
2. Las entidades aseguradoras que no tengan totalmente cubiertas sus provisiones
técnicas o cuyo margen de solvencia o fondo de garantía
no alcance el mínimo legal no podrán distribuir dividendos
o derramas, ni ampliar su actividad a otros ramos de seguro, ni su ámbito
territorial, ni extender su actividad en régimen de derecho de
establecimiento ni de libertad de prestación de servicios, ni,
finalmente, ampliar su red comercial.
Sección
2.ª
Otros requisitos específicos
Artículo 20.
Contabilidad y deber de consolidación.
1. La contabilidad de las entidades aseguradoras y la formulación
de las cuentas de los grupos consolidables de entidades aseguradoras se
regirán por sus normas específicas y, en su defecto, por
las establecidas en el Código de Comercio, en el Plan General de
Contabilidad y demás disposiciones de la legislación mercantil
en materia contable. Las entidades aseguradoras autorizadas para operar
simultáneamente en el ramo de vida y en los ramos de accidentes
o enfermedad, con arreglo a los números 2 ó 3 del artículo
11, deberán llevar contabilidad separada para aquél y éstos.
Reglamentariamente se recogerán las normas específicas de
contabilidad a que se refiere el párrafo anterior, las obligaciones
contables de las entidades aseguradoras, los principios contables de aplicación
obligatoria, las normas sobre formulación de sus cuentas anuales,
los criterios de valoración de los elementos integrantes de las
mismas, así como el régimen de aprobación, verificación,
depósito y publicidad de dichas cuentas. Tal potestad normativa
se ejercerá a propuesta del Ministerio de Economía y Hacienda
y previo informe del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas
y de la Junta Consultiva de Seguros.
Se
faculta al Ministro de Economía y Hacienda, previos idénticos
informes, a desarrollar dichas normas específicas de contabilidad.
2. Para el cumplimiento del margen de solvencia y, en su caso, de las
demás limitaciones y obligaciones previstas en la presente Ley,
las entidades aseguradoras consolidarán sus estados contables con
los de las demás entidades aseguradoras o entidades financieras
que constituyan con ellas una unidad de decisión.
A estos efectos se entiende que un grupo de entidades constituye una unidad
de decisión cuando alguna de ellas ejerza o pueda ejercer, directa
o indirectamente, el control de las demás, o cuando dicho control
corresponda a una o varias personas físicas que actúen sistemáticamente
en concierto.
Se presumirá que existe en todo caso unidad de decisión
cuando concurra alguno de los supuestos contemplados en el número
1 del artículo 42 del Código de Comercio, o cuando al menos
la mitad más uno de los consejeros de la dominada sean consejeros
o altos directivos de la dominante, o de otra dominada por ésta.
A
efecto de lo previsto en los dos párrafos anteriores, a los derechos
de la dominante se añadirán los que posea a través
de otras entidades dominadas o a través de personas que actúen
por cuenta de la entidad dominante o de otras dominadas, o aquéllos
de los que disponga concertadamente con cualquier otra persona.
3. Los grupos consolidables de entidades aseguradoras están sujetos
al deber de consolidación con arreglo a lo dispuesto en el presente
artículo, a las normas que se dicten en desarrollo del mismo y,
subsidiariamente, a las normas contenidas en los artículo 42 a
49 del Código de Comercio y demás aplicables de la legislación
mercantil.
En todo caso se aplicarán las siguientes normas:
a)
Se considera que un grupo de entidades financieras constituye un grupo
consolidable de entidades aseguradoras, determinándose reglamentariamente
los tipos de entidades integrados en el mismo, cuando se dé alguna
de las circunstancias siguientes:
- Que una entidad aseguradora controle a las demás entidades.
- Que la entidad dominante sea una entidad cuya actividad principal consista
en tener participaciones en entidades aseguradoras.
- Que una persona física, un grupo de personas físicas que
actúen sistemáticamente en concierto, o una entidad no financiera
domine a varias entidades, todas ellas aseguradoras.
Cuando se dé cualquiera de las dos últimas circunstancias,
corresponderá a la Dirección General de Seguros designar
la persona o entidad obligada a formular y aprobar las cuentas anuales
y el informe de gestión consolidados y a proceder a su depósito,
correspondiendo a la obligada el nombramiento de los auditores de cuentas.
A efectos de la precitada designación, las entidades aseguradoras
integrantes del grupo deberán comunicar la existencia del mismo
a la Dirección General de Seguros, con indicación del domicilio
y la razón social de la entidad que ejerce el control, o su nombre,
si es una persona física.
En
ningún caso las entidades de crédito y las sociedades y
agencias de valores formarán parte del grupo consolidable de entidades
aseguradoras.
b) La Dirección General de Seguros podrá requerir a las
entidades sujetas a consolidación en un grupo consolidable de entidades
aseguradoras cuanta información sea necesaria para verificar las
consolidaciones efectuadas y analizar los riesgos asumidos por el conjunto
de las entidades consolidadas, así como, con igual objeto, inspeccionar
sus libros, documentación y registros. Además, podrá
requerir de las personas físicas o entidades no financieras que
no formen parte del grupo consolidable de entidades aseguradoras pero
respecto de las que, conforme a lo previsto en la presente Ley, exista
una unidad de decisión, cuantas informaciones puedan ser útiles
para el ejercicio de la ordenación y supervisión de los
grupos consolidables de entidades aseguradoras e inspeccionarlas a los
mismos fines.
c)
Cuando de las relaciones económicas, financieras o gerenciales
de una entidad aseguradora con otras entidades quepa presumir la existencia
de un grupo consolidable de entidades aseguradoras u otra unidad de decisión,
sin que las entidades hayan procedido a la consolidación de sus
cuentas, la Dirección General de Seguros podrá solicitar
información a esas entidades, o inspeccionarlas, a los efectos
de determinar la procedencia de la consolidación.
d) Las mismas obligaciones impuestas en este número serán
aplicables a los subgrupos consolidables de entidades aseguradoras, entendiéndose
por tales a un conjunto de entidades financieras cuya configuración
responda a alguno de los tipos previstos en la letra a) anterior, que
a su vez se integre en un grupo consolidable de mayor extensión
y tipo diferente. No obstante lo anterior, la entidad aseguradora dominante
de un subgrupo de sociedades no estará sujeta al deber de consolidación
cuando sea, a su vez, sociedad dominada por una entidad aseguradora dominante
de un grupo de sociedades.
De
igual forma podrá regularse el modo de integración del subgrupo
en el grupo y la colaboración, en su caso, entre los órganos
y entes supervisores.
e) Cuando existan entidades extranjeras susceptibles de integrarse en
un grupo consolidable de entidades aseguradoras, se determinará
reglamentariamente el alcance del deber de consolidación que se
regula en este número atendiendo, entre otros criterios, al domicilio
de las entidades en alguno de los Estados miembros del Espacio Económico
Europeo o fuera de él, a su naturaleza jurídica y al grado
de control.
4. La Dirección General de Seguros podrá autorizar la exclusión
individual de una entidad aseguradora o financiera del grupo consolidable
de entidades aseguradoras cuando se dé cualquiera de los supuestos
previstos en el número 2 del artículo 43 del Código
de Comercio o cuando la inclusión de dicha entidad en la consolidación
resulte inadecuada para el cumplimiento de los objetivos de la ordenación
y supervisión de dicho grupo.
5.
Si de un grupo consolidable de entidades aseguradoras forman parte entidades
sujetas individualmente a control por autoridad supervisora distinta de
la Dirección General de Seguros, esta última deberá
actuar de forma coordinada con dicha autoridad supervisora. A estos efectos,
el Ministro de Economía y Hacienda podrá dictar las normas
precisas para asegurar la adecuada coordinación.
6. Toda norma reglamentaria de desarrollo de la presente Ley reguladora
del deber de consolidación de los grupos consolidables de entidades
aseguradoras que pueda afectar directamente a otras entidades financieras
sujetas a la ordenación y supervisión del Banco de España
o de la Comisión Nacional del Mercado de Valores se dictará
previo informe de éstos.
7. El ejercicio económico de toda clase de entidades aseguradoras
coincidirá con el año natural.
Artículo
21.
Régimen de participaciones significativas.
1. A efectos de lo dispuesto en la presente Ley se entiende por participación
significativa el hecho de ser titular en una entidad aseguradora, directa
o indirectamente, de un porcentaje igual o superior al 10 por 100 del
capital social, fondo mutual, o de los derechos de voto. También
tiene la consideración de participación significativa, en
los términos que se determinen reglamentariamente, cualquier otra
posibilidad de ejercer una influencia notable en la gestión de
la entidad aseguradora en la que se posea una participación.
2. Toda persona física o jurídica que pretenda adquirir,
directa o indirectamente, incluso en los supuestos de aumento o reducción
de capital, fusiones y escisiones, una participación significativa
en una entidad aseguradora deberá informar de ello previamente
a la Dirección General de Seguros, haciendo constar la cuantía
de dicha participación, los términos y condiciones de la
adquisición y el plazo máximo en que se pretenda realizar
la operación. A igual deber de información estarán
sujetas las citadas personas físicas o jurídicas cuando
se propongan incrementar su participación significativa, de modo
que la proporción de sus derechos de voto o de participaciones
en el capital llegue a ser igual o superior a los límites del 20
por 100, 33 por 100, ó 50 por 100 y también cuando la entidad
aseguradora se convierta en sociedad dominada de las mismas.
A
fin de determinar la aplicación de dicha obligación, se
considerará que pertenecen al adquirente o transmitente de las
participaciones en el capital todas aquellas que estén en poder
del grupo, según la definición del mismo contenida en el
artículo 20.2 de esta Ley, al que éste pertenezca o por
cuenta del cual actúe.
La Dirección General de Seguros dispondrá de un plazo de
tres meses, a partir de la presentación de la información
que exige el párrafo precedente, para oponerse a la adquisición
de participación significativa o de cada uno de los incrementos
de la misma que igualen o superen los límites antedichos o que
conviertan a la entidad aseguradora en sociedad dominada del titular de
la participación significativa; la oposición deberá
fundarse en que el que pretenda adquirirla no sea idóneo para garantizar
una gestión sana y prudente de la entidad aseguradora. Si la Dirección
General de Seguros no se pronunciara en el plazo de tres meses, podrá
procederse a la adquisición o incremento de participación.
Si dicha Dirección General expresa su conformidad a la adquisición
o incremento de participación significativa podrá fijar
un plazo máximo distinto al comunicado para efectuar la adquisición.
3.
Cuando se efectúe una de las adquisiciones o incrementos regulados
en el número 2 precedente incumpliendo lo dispuesto en el mismo,
se producirán los siguientes efectos:
a) En todo caso y de forma automática, no se podrán ejercer
los derechos políticos correspondientes a las participaciones adquiridas
irregularmente. Si, no obstante, llegaran a ejercerse, los correspondientes
votos serán nulos y los acuerdos serán impugnables conforme
a lo previsto en los artículos 115 a 122 de la Ley de Sociedades
Anónimas, estando legitimada al efecto la Dirección General
de Seguros.
b) Si fuera preciso, se adoptarán medidas de control especial sobre
la entidad aseguradora.
c) Además, se podrán imponer las sanciones administrativas
previstas en los artículos 41 y 42 de esta Ley.
4.
Toda persona física o jurídica que se proponga dejar de
tener, directa o indirectamente, una participación significativa
en alguna entidad aseguradora deberá informar previamente de ello
a la Dirección General de Seguros y comunicar la cuantía
prevista de la disminución de su participación. Igual obligación
de información tendrán quienes pretendan disminuir su participación
significativa siempre que la proporción de sus derechos de voto
o de participaciones en el capital descienda de los límites del
50 por 100, 33 por 100 ó 20 por ciento o bien que la entidad aseguradora
deje de ser sociedad dominada de quien posee la participación significativa.
El incumplimiento de este deber de información será sancionado
según lo previsto en la sección 5.ª del capítulo
III de este Título II.
5.
La obligación a que se refieren los números 2 y 4 precedentes
corresponde también a la entidad aseguradora de la que se adquiera,
aumente, disminuya o deje de tener la participación significativa
referida.
Además, las entidades aseguradoras comunicarán, al tiempo
de presentar su información periódica, y siempre que al
efecto sean requeridas por la Dirección General de Seguros, la
identidad de los accionistas o socios que posean participaciones significativas,
la cuantía de dichas participaciones y las alteraciones que se
produzcan en el accionariado. En particular, los datos sobre participación
significativa se obtendrán de la junta general anual de accionistas
o socios, o de la información recibida en virtud de las obligaciones
derivadas de la Ley del Mercado de Valores.
6.
Cuando se acredite que los titulares de una participación significativa
ejercen una influencia que vaya en detrimento de la gestión sana
y prudente de una entidad aseguradora, que dañe gravemente su situación
financiera, el Ministro de Economía y Hacienda, a propuesta de
la Dirección General de Seguros, podrá adoptar alguna o
algunas de las siguientes medidas:
a) Las previstas en las letras a), b) y c) del número 3 de este
artículo, si bien la suspensión de los derechos de voto
no podrá exceder de tres años.
b) Con carácter excepcional, la revocación de la autorización.
7. Lo dispuesto en este artículo para las entidades aseguradoras
se entenderá sin perjuicio de la aplicación de las normas
sobre ofertas públicas de adquisición e información
sobre participaciones significativas contenidas en la Ley 24/1988, de
28 de julio, del Mercado de Valores.
Artículo
22.
Cesión de cartera.
1. Las entidades aseguradoras españolas podrán ceder entre
sí el conjunto de los contratos de seguro que integren la cartera
de uno o más ramos en los que operen, excepto las mutuas y cooperativas
a prima variable y las mutualidades de previsión social, que sólo
podrán adquirir las carteras de entidades de su misma clase. Esta
cesión general de cartera de uno o más ramos se ajustará
a las siguientes reglas:
a) No será causa de resolución de los contratos de seguro
cedidos siempre que la entidad aseguradora cesionaria quede subrogada
en todos los derechos y obligaciones que incumbían a la cedente
en cada uno de los contratos, salvo que se trate de mutuas y cooperativas
a prima variable o de mutualidades de previsión social.
b)
Después de la cesión la cesionaria deberá tener provisiones
técnicas suficientes conforme al artículo 16 y habrá
de superar el margen de solvencia establecido en el artículo 17.
c) La cesión deberá ser autorizada por el Ministro de Economía
y Hacienda, previa publicación del acuerdo de cesión de
cartera y transcurso del plazo de un mes desde el último anuncio
durante el cual se podrá ejercer el derecho de oposición.
No obstante, podrá prescindirse de dicha información pública
cuando se deniegue la autorización por no reunir los requisitos
legalmente exigibles para la cesión. Una vez autorizada, la cesión
se formalizará en escritura pública que se inscribirá
en el Registro Mercantil.
d)
Las relaciones laborales existentes en el momento de la cesión
se regirán por lo dispuesto en el artículo 44 del Estatuto
de los Trabajadores.
2. También serán admisibles cesiones parciales de la cartera
de un ramo en los supuestos que se determinen reglamentariamente, en cuyo
caso los tomadores podrán resolver los contratos de seguro.
3. Cuando la cartera a ceder comprenda contratos suscritos en régimen
de derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios, se estará además a lo dispuesto en el artículo
50.
Artículo 23.
Transformación, fusión, escisión y agrupación.
1. Las mutualidades de previsión social y las mutuas y cooperativas
de seguros a prima variable podrán transformarse en mutuas y cooperativas
a prima fija, y aquéllas y las mutuas y cooperativas a prima fija
podrán transformarse en sociedades anónimas de seguros.
Cualquier
transformación de una entidad aseguradora en una sociedad de tipo
distinto a los previstos anteriormente, sea o no aseguradora, será
nula.
En la transformación de entidades aseguradoras se aplicará
lo dispuesto en las letras b), c) y d) del número 1 del artículo
22, pudiendo los tomadores resolver sus contratos de seguro.
2. Cualesquiera entidades aseguradoras podrán fusionarse en una
sociedad anónima de seguros y las sociedades anónimas de
seguros podrán absorber entidades aseguradoras, cualquiera que
sea la forma que éstas revistan. Las mutuas y cooperativas a prima
fija podrán además fusionarse en sociedades de su misma
naturaleza y forma y únicamente podrán absorber a otras
entidades aseguradoras con forma distinta a la de sociedad anónima
de seguros. Las mutuas de seguros y cooperativas a prima variable y las
mutualidades de previsión social podrán también fusionarse
en sociedades de su misma naturaleza y forma y únicamente podrán
absorber entidades aseguradoras de su misma forma jurídica.
Las
entidades aseguradoras no podrán fusionarse con entidades no aseguradoras,
ni absorberlas, ni ser absorbidas por entidades no aseguradoras.
En la fusión y absorción de entidades aseguradoras será
de aplicación lo dispuesto en las letras a), b), c) y d) del número
1 del artículo 22.
3. La escisión de entidades aseguradoras estará sujeta a
las mismas limitaciones y deberá cumplir idénticos requisitos
que la fusión de las mismas.
Además, no podrá escindirse de una entidad no aseguradora
parte de su patrimonio para traspasarse en bloque a una entidad aseguradora,
salvo que excepcionalmente el Ministro de Economía y Hacienda lo
autorice, siempre que la incorporación patrimonial derivada de
la escisión permita un ejercicio de la actividad más adecuado
y la entidad aseguradora beneficiaria de la escisión no asuma obligaciones
en virtud de la misma, sin perjuicio de la responsabilidad solidaria regulada
en el artículo 259 de la Ley de Sociedades Anónimas.
4.
En todo lo no regulado expresamente en la presente Ley, y en la medida
en que no se oponga a la misma, se aplicará a la transformación,
fusión y escisión de entidades aseguradoras la normativa
de la Ley de Sociedades Anónimas.
5. Las entidades aseguradoras podrán constituir agrupaciones de
interés económico y uniones temporales de empresas, en este
último caso exclusivamente entre sí, con arreglo a la legislación
general reguladora de las mismas y con sometimiento al control de la Dirección
General de Seguros, además del que prevé dicha legislación.
6. Excepcionalmente, el Ministro de Economía y Hacienda podrá
autorizar la transformación, fusión y absorción de
entidades aseguradoras en supuestos distintos a los previstos en los números
1 y 2 de este artículo, así como las uniones temporales
de empresas en las que se integren entidades aseguradoras con otras que
no lo sean cuando, atendidas las singulares circunstancias que concurran
en la entidad aseguradora que solicite la transformación, fusión,
absorción o unión temporal, según los casos, se obtenga
un desarrollo más adecuado de la actividad por la entidad aseguradora
afectada, siempre que ello no menoscabe sus garantías financieras,
los derechos de los asegurados y la transparencia en la asunción
de las obligaciones derivadas de los contratos de seguro.
Artículo
24.
Estatutos, pólizas y tarifas.
1. Los estatutos de las entidades aseguradoras se ajustarán a lo
dispuesto en esta Ley y sus disposiciones complementarias de desarrollo
y, subsidiariamente, a la legislación que les sea aplicable según
su naturaleza.
2. El contenido de las pólizas deberá ajustarse a esta Ley.
También, a la Ley de Contrato de Seguro, en la medida en que resulte
aplicable en virtud de las normas de Derecho internacional privado contenidas
en el Título IV de la misma.
3. Las tarifas de primas deberán ser suficientes, según
hipótesis actuariales razonables, para permitir a la entidad aseguradora
satisfacer el conjunto de las obligaciones derivadas de los contratos
de seguro y, en particular, constituir las provisiones técnicas
adecuadas. Asimismo, responderán al régimen de libertad
de competencia en el mercado de seguros sin que, a estos efectos, tenga
el carácter de práctica restrictiva de la competencia la
utilización de tarifas de primas de riesgo basadas en estadísticas
comunes.
(Modificado)
Las entidades aseguradoras podrán establecer ficheros comunes que
contengan datos de carácter personal para la liquidación
de siniestros y la colaboración estadístico actuarial con
la finalidad de permitir la tarificación y selección de
riesgos y la elaboración de estudios de técnica aseguradora.
La cesión de datos a los citados ficheros no requerirá el
consentimiento previo del afectado, pero sí la comunicación
al mismo de la posible cesión de sus datos personales a ficheros
comunes para los fines señalados con expresa indicación
del responsable para que se puedan ejercitar los derechos de acceso, rectificación
y cancelación previstos en la ley.
(Nuevo) También podrán establecerse ficheros comunes cuya
finalidad sea prevenir el fraude en el seguro sin que sea necesario el
consentimiento del afectado. No obstante será necesaria en estos
casos la comunicación al afectado, en la primera introducción
de sus datos. de quién sea el responsable del fichero y de las
formas de ejercicio de los derechos de acceso, rectificación y
cancelación.
(Nuevo)
En todo caso, los datos relativos a la salud sólo podrán
ser objeto de tratamiento con el consentimiento expreso del afectado.
4. La Dirección General de Seguros podrá prohibir la utilización
de las pólizas y tarifas de primas que no cumplan lo dispuesto
en los números 2 y 3 precedentes. A estos efectos, se instruirá
el correspondiente procedimiento administrativo en el que podrá
acordarse como medida provisional la suspensión de la utilización
de las pólizas o las tarifas de primas. Previamente a la iniciación
del procedimiento administrativo en que se acuerde la referida prohibición,
la citada Dirección General podrá, también a través
de procedimiento administrativo, requerir a la entidad aseguradora para
que acomode sus pólizas o tarifas de primas a los números
2 y 3 del presente artículo. Todo lo anterior sin perjuicio de
la aplicación de la Ley 16/1989, de 17 de julio, de Defensa de
la Competencia, en los términos que en la misma se establecen,
a las prácticas contrarias a la libertad de competencia.
5.
Los modelos de pólizas, las tarifas de primas y las bases técnicas
no estarán sujetos a autorización administrativa ni deberán
ser objeto de remisión sistemática a la Dirección
General de Seguros. No obstante:
a) Los modelos de pólizas de seguros de suscripción obligatoria
deberán estar a disposición de la Dirección General
de Seguros en la forma que reglamentariamente se establezca.
b) En los contratos de seguro sobre la vida las bases técnicas
utilizadas para el cálculo de las tarifas y de las provisiones
técnicas deberán estar a disposición de la Dirección
General de Seguros, con el fin de controlar el respeto a los principios
actuariales, asimismo en la forma que reglamentariamente se establezca.
c) La Dirección General de Seguros podrá requerir la presentación,
siempre que lo entienda pertinente, de los modelos de pólizas,
tarifas de primas y las bases técnicas al objeto de controlar si
respetan las disposiciones técnicas y sobre contrato de seguro.
La
exigencia contenida en las tres letras precedentes no podrá constituir
para la entidad aseguradora condición previa para el ejercicio
de su actividad.
6. Las entidades aseguradoras conservarán la documentación
a que se refiere este precepto en el domicilio social.
Capítulo
III
Intervención
de entidades aseguradoras
Sección 1.ª
Revocación de la autorización administrativa
Artículo 25.
Causas de la revocación y sus efectos.
1. El Ministro de Economía y Hacienda revocará la autorización
administrativa concedida a las entidades aseguradoras en los siguientes
casos:
a) Si la entidad aseguradora renuncia a ella expresamente.
b) Cuando la entidad aseguradora no haya iniciado su actividad en el plazo
de un año o cese de ejercerla durante un período superior
a seis meses. A esta inactividad, por falta de iniciación o cese
de ejercicio, se equiparará la falta de efectiva actividad en uno
o varios ramos, en los términos que se determinen reglamentariamente,
y la cesión general de la cartera en uno o más ramos.
c) Cuando la entidad aseguradora deje de cumplir alguno de los requisitos
establecidos por esta Ley para el otorgamiento de la autorización
administrativa o incurra en causa de disolución.
d)
Cuando no haya podido cumplir, en el plazo fijado, las medidas previstas
en un plan de saneamiento o de financiación exigidos a la misma
al amparo del artículo 39.2.b) o c).
e) Cuando se haya impuesto a la entidad aseguradora la sanción
administrativa de revocación de la autorización, al amparo
del artículo 41.1.a).
2. El Gobierno podrá revocar la autorización concedida a
entidades españolas con participación extranjera mayoritaria
en aplicación del principio de reciprocidad o cuando lo aconsejen
circunstancias extraordinarias de interés nacional. En ningún
caso será aplicable esta causa de revocación a las entidades
aseguradoras españolas en que la participación extranjera
mayoritaria proceda de países del Espacio Económico Europeo.
3.
Cuando concurra alguna de las causas de revocación previstas en
las letras b), c) o d) del número 1, el Ministerio de Economía
y Hacienda, antes de acordar la revocación de la autorización
administrativa, estará facultado para conceder un plazo, que no
excederá de seis meses, para que la entidad aseguradora que lo
haya solicitado proceda a subsanarla.
4. La revocación de la autorización administrativa afectará
a todos los ramos en que opere la entidad aseguradora, salvo en los supuestos
de las letras a) y b) del número 1 precedente, en los que afectará,
según los casos, a los ramos a que se haya renunciado o a aquellos
a que afecte la inactividad.
5. La revocación de la autorización administrativa determinará,
en todos los casos, la prohibición inmediata de la contratación
de nuevos seguros por la entidad aseguradora y de la aceptación
de reaseguro, así como la liquidación, con sometimiento
a lo dispuesto en el artículo 27, de las operaciones de seguro
de los ramos afectados por la revocación. Además, si la
revocación afecta a todos los ramos en que opera la entidad, procederá
la disolución administrativa de la misma con arreglo al artículo
26.1.1.º, sin necesidad de sujetarse a lo dispuesto en los números
2 y 3 de dicho artículo 26.
Sección
2.ª
Disolucion y liquidacion de entidades aseguradoras
Artículo 26.
Disolución.
1. Son causas de disolución de las entidades aseguradoras:
1.º La revocación de la autorización administrativa
que afecte a todos los ramos en que opera la entidad. No obstante, la
revocación no será causa de disolución cuando la
propia entidad renuncie a la autorización administrativa y venga
únicamente motivada esta renuncia por la modificación de
su objeto social para desarrollar una actividad distinta a las enumeradas
en el artículo 3.
2.º La cesión general de la cartera de contratos de seguro
cuando afecte a la totalidad de los ramos en que opera la entidad. Sin
embargo, la cesión de cartera no será causa de disolución
cuando en la escritura pública de cesión la cedente manifieste
la modificación de su objeto social para desarrollar una actividad
distinta a las enumeradas en el artículo 3.
3.º
Haber quedado reducido el número de socios, en las mutuas y cooperativas
de seguros y en las mutualidades de previsión social, a una cifra
inferior al mínimo legalmente exigible.
4.º No realizar las derramas pasivas conforme exigen los artículos
9 y 10.
5.º Las causas de disolución enumeradas en el artículo
260 de la Ley de Sociedades Anónimas. Tratándose de mutuas
de seguros y de mutualidades de previsión social, las referencias
que en este precepto se hacen a la junta general y al capital social habrán
de entenderse hechas a la asamblea general y al fondo mutual, respectivamente.
No obstante, a las cooperativas de seguros serán de aplicación
las causas de disolución recogidas en su legislación específica.
2.
La disolución, salvo en el supuesto de cumplimiento del término
fijado en los estatutos, requerirá acuerdo de la junta o asamblea
general. A estos efectos, los administradores deberán convocarla
para su celebración en el plazo de dos meses desde la concurrencia
de la causa de disolución y cualquier socio podrá requerir
a los administradores para que convoquen la junta o asamblea si, a su
juicio, existe causa legítima para la disolución.
3. En el caso de que, existiendo causa legal de disolución, la
junta o asamblea no fuese convocada o, siéndolo, no se celebrase,
no pudiese lograrse el acuerdo o éste fuera contrario a la disolución,
los administradores estarán obligados a solicitar la disolución
administrativa de la entidad en el plazo de diez días naturales
a contar desde la fecha en que debiera haberse convocado la junta o asamblea
con arreglo al número 2 precedente, cuando la misma no fuese convocada,
o desde la fecha prevista para la celebración de la misma, cuando
ésta no se haya constituido, o, finalmente, desde el día
de la celebración, cuando el acuerdo de disolución no pudiese
lograrse o éste hubiera sido contrario a la disolución.
4.
Conocida por el Ministerio de Economía y Hacienda la concurrencia
de una causa de disolución así como el incumplimiento por
los órganos sociales de lo dispuesto en los números precedentes,
procederá a la disolución administrativa de la entidad.
El procedimiento administrativo de disolución se iniciará
de oficio o a solicitud de los administradores y, tras las alegaciones
de la entidad afectada, el Ministerio de Economía y Hacienda procederá,
en su caso, a la disolución administrativa de la entidad, sin que
sea necesaria, a estos efectos, la convocatoria de su junta o asamblea
general. El acuerdo de disolución administrativa contendrá
la revocación de la autorización administrativa para todos
los ramos en que opere la entidad aseguradora.
5.
En lo no regulado expresamente en los números anteriores y en cuanto
no se oponga a los mismos, se aplicarán las normas contenidas en
los artículos 261 a 265 de la Ley de Sociedades Anónimas.
No obstante, las cooperativas de seguros se regirán por las reglas
de disolución contenidas en su legislación específica.
Artículo 27.
Liquidación de entidades aseguradoras.
1. La liquidación de una entidad aseguradora española comprenderá
también la de todas sus sucursales. Durante el período de
liquidación no podrán celebrarse las operaciones definidas
en el artículo 3, pero los contratos de seguro vigentes en el momento
de la disolución conservarán su eficacia hasta la conclusión
del período del seguro en curso, venciendo en dicho momento sin
posibilidad de prórroga, sin perjuicio de la opción de vencimiento
anticipado con arreglo a lo preceptuado en la letra d) del número
2 del presente artículo.
2.
En la liquidación, y hasta la cancelación de la inscripción
en el Registro administrativo, el Ministerio de Economía y Hacienda
conservará todas sus competencias de ordenación y supervisión
sobre la entidad en liquidación y, además, podrá
adoptar las siguientes medidas:
a) Acordar la intervención de la liquidación para salvaguardar
los intereses de los asegurados, beneficiarios y perjudicados o de otras
entidades aseguradoras. Decidida la intervención, estarán
sujetas al control de la Intervención del Estado las actuaciones
de los liquidadores en los términos definidos en este precepto,
en el artículo 39.3, y en sus disposiciones reglamentarias de desarrollo.
b) (Modificado) Designar liquidadores o encomendar la liquidación
al Consorcio de Compensación de Seguros en los supuestos enumerados
en el artículo 13 bis de su Estatuto Legal, contenido en el artículo
cuarto de la Ley 21/1990, de 19 de diciembre, para adaptar el Derecho
español a la Directiva 88/357/CEE, sobre libertad de servicios
en seguros distintos al de vida y de actualización de la legislación
de seguros privados.
c)
Disponer, de oficio o a petición de los liquidadores, la cesión
general o parcial de la cartera de contratos de seguro de la entidad para
facilitar su liquidación.
d) Determinar la fecha de vencimiento anticipado del período de
duración de los contratos de seguro que integren la cartera de
la entidad en liquidación, con el objeto de evitar mayores perjuicios
a los asegurados, beneficiarios y terceros perjudicados amparados por
dichos contratos. Tal determinación respetará el equilibrio
económico de las prestaciones en los contratos afectados y deberá
tener lugar con la necesaria publicidad, con una antelación de
quince días naturales a la fecha en que haya de tener efecto y,
salvo que concurran circunstancias excepcionales que aconsejen no demorar
la fecha de vencimiento, simultáneamente al cumplimiento por los
liquidadores del deber de informar que les impone la letra c) del número
3 subsiguiente.
3.
El régimen jurídico del nombramiento, actuación y
responsabilidad de los liquidadores se ajustará a las siguientes
reglas:
a) Sólo podrán ser liquidadores quienes tengan reconocida
honorabilidad y condiciones necesarias de cualificación o experiencia
profesionales para ejercer sus funciones y estarán sujetos al mismo
régimen de responsabilidad administrativa que los administradores
de una entidad aseguradora.
b) (Modificado) Cuando la entidad no hubiese procedido al nombramiento
de liquidadores antes de los quince días siguientes a la disolución,
o cuando el nombramiento dentro de ese plazo lo fuese sin cumplir los
requisitos legales y estatutarios, el Ministro de Economía podrá
designar liquidadores o encomendar la liquidación al Consorcio
de Compensación de Seguros.
c)
Los liquidadores suscribirán, en unión de los administradores,
el inventario y balance de la entidad y deberán someterlo, en plazo
no superior a un mes desde su nombramiento, a la Dirección General
de Seguros o, si la liquidación fuese intervenida, al Interventor.
Deberán informar a los acreedores sobre la situación de
la entidad, en particular a los asegurados acerca de si la Dirección
General de Seguros ha determinado el vencimiento anticipado del período
de duración de los contratos de seguro que integren la cartera
de la entidad aseguradora y sobre la fecha del mismo, y la forma en que
han de solicitar el reconocimiento de sus créditos, mediante notificación
individual a los conocidos y llamamiento a los desconocidos a través
de anuncios, aprobados en su caso por el Interventor, que se publicarán
en el «Boletín Oficial del Registro Mercantil» y en
dos diarios, al menos, de los de mayor circulación en el ámbito
de actuación de la entidad aseguradora.
d)
Los liquidadores adoptarán las medidas necesarias para ultimar
la liquidación en el plazo más breve posible, pudiendo ceder
general o parcialmente la cartera de contratos de seguro de la entidad
con autorización del Ministro de Economía y Hacienda, así
como pactar el rescate o resolución de los contratos de seguro.
La enajenación de los inmuebles podrá tener lugar sin subasta
pública cuando la liquidación sea intervenida o cuando,
habiendo sido tasados a estos efectos por los servicios técnicos
de la Dirección General de Seguros o por sociedades de tasación,
el precio de enajenación no sea inferior al de tasación.
Requerirá, en uno y otro caso, autorización previa de la
Dirección General de Seguros. La disposición de los restantes
bienes y la realización de los pagos precisará la conformidad
del Interventor en las liquidaciones intervenidas por el Estado.
e)
(Modificado) Cuando los liquidadores incumplan las normas que para la
protección de los asegurados se establecen en esta Ley o las que
rigen la liquidación, dificulten la misma, o ésta se retrase,
el Ministro de Economía podrá acordar el cese de los mismos
y designar nuevos liquidadores o encomendar la liquidación al Consorcio
de Compensación de Seguros.
f) En lo demás, los liquidadores sujetarán su actuación
a la Ley de Sociedades Anónimas.
4. Durante el período de liquidación, la entidad podrá
ofrecer al Ministro de Economía y Hacienda la remoción de
la causa de disolución y solicitar de éste la rehabilitación
de la autorización administrativa revocada. Dicha rehabilitación
sólo podrá concederse cuando la entidad cumpla todos los
requisitos exigidos durante el funcionamiento normal y garantice la totalidad
de los derechos de asegurados y acreedores, incluso los de aquéllos
cuyos contratos de seguro hubieran sido declarados vencidos durante el
período de liquidación. Si se acordase la rehabilitación
de la autorización administrativa revocada, se entenderá
removida de pleno derecho la causa de disolución, se cancelará
la inscripción practicada en el Registro Mercantil con arreglo
al artículo 263 de la Ley de Sociedades Anónimas y se dará
al acuerdo de rehabilitación la misma publicidad que dicho precepto
impone para el acuerdo de disolución.
5.
Una vez concluidas las operaciones de liquidación, el Ministro
de Economía y Hacienda declarará extinguida la entidad y
se procederá a cancelar los asientos en el Registro administrativo.
Por excepción, procederá la cancelación de los asientos
en dicho Registro sin declaración de extinción de la entidad,
en cuyo momento podrá iniciar la actividad con arreglo al objeto
social modificado, cuando tenga lugar la cesión general de la cartera
o la revocación de la autorización siempre que, en ambos
casos, se haya procedido a modificar el objeto social de la entidad sin
disolución de la misma y previamente la Dirección General
de Seguros compruebe que se han ejecutado la cesión de cartera
o se han liquidado las operaciones de seguro, respectivamente.
La cancelación en el Registro administrativo determinará,
en los supuestos de declaración de extinción de la entidad,
la cancelación a su vez en el Registro Mercantil.
6.
En todo lo no regulado expresamente en este artículo, la liquidación
y extinción de entidades aseguradoras se regirá por lo dispuesto
en los artículos 266 a 281 de la Ley de Sociedades Anónimas,
con exclusión de los artículos 269 y 270.
Artículo 28.
Acciones frente a entidades aseguradoras sometidas a procesos concursales
o en liquidación.
1. (Modificado) En los supuestos de declaración judicial de quiebra
o suspensión de pagos de entidades aseguradoras, el Consorcio de
Compensación de Seguros, además de asumir las funciones
que le atribuyen los apartados 2 y 3 del artículo 13 bis de su
Estatuto legal, contenido en el artículo cuarto de la Ley 21/1990,
de 19 de diciembre, para adaptar el Derecho español a la Directiva
88/357/CEE, sobre libertad de servicios en seguros distintos al de vida
y de actualización de la legislación de seguros privados,
procederá, en su caso, a liquidar el importe de los bienes a que
se refiere el artículo 59 de la Ley, al solo efecto de distribuirlo
entre los asegurados, beneficiarios y terceros perjudicados; ello sin
perjuicio del derecho de los mismos en el procedimiento de quiebra o suspensión
de pagos.
2.
En los supuestos de entidades aseguradoras disueltas administrativamente,
no podrán inscribirse en los Registros públicos derechos
reales de garantía ni anotarse mandamientos judiciales o providencias
administrativas de embargo desde la fecha de la publicación en
el «Boletín Oficial del Estado» de la Orden ministerial
de disolución, sin perjuicio de la efectividad de los créditos
que, en su caso, se pretendieran garantizar con las citadas inscripciones
o anotaciones.
Los encargados de los Registros harán constar por nota marginal
el hecho de la disolución y el cierre del folio registral a los
actos a que se refiere el párrafo anterior. Si se acordara la rehabilitación
de la autorización administrativa revocada, se cancelará
la referida nota marginal.
3.
En los supuestos de liquidación intervenida por el Ministerio de
Economía y Hacienda, las acciones individuales ejercitadas por
los acreedores, antes del comienzo de la liquidación o durante
la misma, podrán continuar hasta el pronunciamiento de sentencia
firme, pero su ejecución quedará suspendida y el crédito
que, en su caso, declare dicha sentencia a su favor se liquidará
conjuntamente con los de los demás acreedores. No obstante, transcurrido
un año desde que la sentencia adquiera firmeza, la suspensión
quedará alzada automáticamente sin necesidad de declaración
ni resolución al respecto, cualquiera que fuese el estado en que
se encontrase la liquidación.
Sección 3.ª
Liquidacion administrativa por la comision liquidadora de entidades aseguradoras
Subsección
1
Disposiciones generales
Artículo 29.
(Sin contenido)
Artículo 30.
(Sin contenido)
Artículo 31.
(Sin contenido)
Subsección 2
Organización, régimen de funcionamiento y recursos económicos
Artículo 32.
(Sin contenido)
Artículo 33.
(Sin contenido)
Artículo 34.
(Sin contenido)
Subsección 3
Liquidación por la Comisión de entidades aseguradoras
Artículo 35.
Normas generales de liquidación.
1. En las liquidaciones que se les encomienden, la Comisión Liquidadora
de Entidades Aseguradoras sustituirá a todos los órganos
sociales de la entidad aseguradora afectada. En consecuencia, no habrá
lugar a la celebración de las juntas o asambleas ordinarias o extraordinarias
de accionistas, mutualistas o cooperativistas de la entidad. Las delegaciones
y apoderamientos que confiera deberán constar en escritura pública.
No
obstante, los recursos administrativos y contencioso-administrativo interpuestos
por la entidad aseguradora contra los actos de ordenación y supervisión
del Ministerio de Economía y Hacienda con anterioridad a la asunción
de la liquidación por la Comisión podrán ser continuados
por los administradores y por los socios que ostenten una participación
significativa en su propio nombre, como titulares de un interés
directo, si se personasen a estos efectos ante el órgano administrativo
o jurisdiccional en el plazo de un mes desde la publicación en
el «Boletín Oficial del Estado» de la encomienda de
la liquidación a la Comisión.
2. La Comisión Liquidadora instará, cuando hubiere lugar
a ello, la exigencia de responsabilidades de toda índole en que
hubieran podido incurrir quienes desempeñaron cargos de administración
o dirección de la entidad aseguradora en liquidación. En
ningún caso ni circunstancia, la Comisión Liquidadora de
Entidades Aseguradoras, sus órganos, representantes o apoderados
serán considerados deudores ni responsables de las obligaciones
y responsabilidades que incumban a la aseguradora cuya liquidación
se le encomienda o a sus administradores.
3.
En caso de insolvencia de la entidad aseguradora, la Comisión Liquidadora
de Entidades Aseguradoras no estará obligada a solicitar la declaración
de suspensión de pagos ni la quiebra. Asimismo, se tendrán
por vencidas a la fecha de publicación en el «Boletín
Oficial del Estado» de la resolución administrativa por la
que se le encomiende la liquidación las deudas pendientes de la
aseguradora, sin perjuicio del descuento correspondiente si el pago de
las mismas se verificase antes del tiempo prefijado en la obligación,
y dejarán de devengar intereses todas las deudas de la aseguradora,
salvo los créditos hipotecarios y pignoraticios, hasta donde alcance
la respectiva garantía.
4. En las liquidaciones intervenidas cesará la Intervención
del Estado en el momento que la liquidación se encomiende a la
Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras.
5.
(Sin contenido)
Artículo 36.
Beneficios de la liquidación.
1. Con cargo a los recursos de la Comisión Liquidadora de Entidades
Aseguradoras y con la finalidad de mejorar y conseguir una más
rápida satisfacción de los derechos de los asegurados, beneficiarios
y terceros perjudicados, incluidas las Administraciones públicas
que tengan tal condición, la Comisión podrá ofrecerles
la adquisición por cesión de sus créditos, abonándoles
las cantidades que les corresponderían en proporción al
previsible haber líquido resultante, teniendo en cuenta, a estos
solos efectos, las siguientes normas:
a) Se incorporarán al activo la totalidad de los bienes y créditos,
incluidos en su caso los intereses, en los que la Comisión pueda
apreciar la titularidad de la aseguradora en liquidación, aunque
sobre ellos estén pendientes o hayan de iniciarse actuaciones judiciales
o extrajudiciales para su mantenimiento en el patrimonio de la entidad
o reintegración al mismo.
b)
Las inversiones materiales y financieras se valorarán por la cuantía
que resulte superior de las dos siguientes: el precio de adquisición
más el importe de las mejoras efectuadas sobre las mismas, incrementados
en las regularizaciones y actualizaciones legalmente posibles, o el valor
de realización.
c) No se tendrá en cuenta el orden de prelación de créditos
ni los gastos de liquidación anticipados por la Comisión.
En ningún caso será de aplicación esta medida a los
créditos a favor de las aseguradoras y del Consorcio de Compensación
de Seguros.
2. Asimismo, también con cargo a sus propios recursos, la Comisión
podrá satisfacer anticipadamente los créditos de los trabajadores
derivados de salarios e indemnizaciones por despido comprendidos en el
artículo 32, apartados 1 y 3, del Estatuto de los Trabajadores
y, en su caso, las indemnizaciones debidas a los mismos como consecuencia
de la extinción de las relaciones laborales.
La
adquisición por cesión de los créditos a que se refiere
el número 1 anterior y los anticipos a que se refiere el presente
número no supondrán, en ningún caso, asunción
de las deudas de la entidad aseguradora en liquidación por parte
de la Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras. La cesión
de dichos créditos y estos anticipos, cualquiera que fuere la cantidad
satisfecha, alcanzará el total importe de los mismos y en idéntico
orden de preferencia que les corresponda. Sus titulares no podrán
formular reclamación alguna por este concepto; tampoco podrán
efectuar reclamación contra la Comisión los titulares de
estos créditos que optaren por no aceptar la oferta formulada por
la Comisión, quienes mantendrán la titularidad de sus créditos
y deberán estar a las resultas de la liquidación.
3.
La Comisión podrá satisfacer anticipadamente, con cargo
a los recursos de la entidad aseguradora en liquidación, los créditos
de los trabajadores correspondientes a salarios de los últimos
treinta días de trabajo, con la limitación del artículo
32.1 del Estatuto de los Trabajadores; y, en segundo término, los
créditos de los acreedores con derecho real en los términos
y por el orden establecidos en la legislación hipotecaria. Si no
se alcanzase la satisfacción de dichos créditos, los acreedores
referidos tendrán en la liquidación, al objeto de cobrar
el importe no satisfecho, la preferencia que les corresponda según
la naturaleza de su crédito.
4. Cuando la entidad aseguradora en liquidación se encuentre en
situación de insolvencia, si la junta de acreedores aprueba el
plan de liquidación, la recuperación por la Comisión
de los gastos de liquidación quedará condicionada a que
sean totalmente satisfechos los demás reconocidos en la liquidación.
5.
(Modificado) En los supuestos en que corresponda al Consorcio de Compensación
de Seguros indemnizar con arreglo a los párrafos c) a f) del apartado
1 del artículo 8 de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro
en la Circulación de Vehículos a Motor, texto refundido
aprobado por el Decreto 632/1968, de 21 de marzo, así como en cualquier
otro supuesto en que la legislación vigente determine la responsabilidad
subsidiaria del Consorcio de Compensación de Seguros por hallarse
la correspondiente entidad aseguradora sujeta a un procedimiento concursal,
intervenida en su liquidación o haberse encomendado dicha liquidación
al propio Consorcio, lo dispuesto en el número 1 de este artículo,
en cuanto a los créditos de terceros perjudicados, se aplicará
únicamente a la parte de dichos créditos que exceda de aquella
que corresponda abonar al Consorcio. Lo dispuesto en los apartados 2 y
3 acerca de los créditos de los trabajadores afectará únicamente
a la parte de dichos créditos que exceda de aquella que corresponde
abonar al Fondo de Garantía Salarial.
Artículo
37.
Procedimiento de liquidación.
El procedimiento de liquidación por la Comisión Liquidadora
de Entidades Aseguradoras se ajustará a lo dispuesto en el artículo
27.3, con las siguientes peculiaridades:
1. Encomendada la liquidación a la Comisión, todos los acreedores
estarán sujetos al procedimiento de liquidación por la misma
y no podrá solicitarse por los acreedores ni por la entidad aseguradora
la declaración de quiebra, ni presentarse ésta en suspensión
de pagos, sin perjuicio de que las acciones de toda índole ejercitadas
ante los Tribunales contra dicha aseguradora, anteriores a la disolución
o durante el período de liquidación, continúen su
tramitación hasta la obtención de sentencia o resolución
judicial firme. Pero la ejecución de la sentencia, de los embargos
preventivos, administraciones judicialmente acordadas y demás medidas
cautelares adoptadas por la autoridad judicial, la del auto despachando
la ejecución en el procedimiento ejecutivo, los procedimientos
judiciales sumarios y ejecutivos extrajudiciales sobre bienes hipotecados
o pignorados, así como la ejecución de las providencias
administrativas de apremio quedarán en suspenso desde la encomienda
de la liquidación a la Comisión y durante la tramitación
por ésta del procedimiento liquidatorio.
Si
el plan de liquidación formulado por la Comisión no fuera
aprobado en junta de acreedores o ratificado por la Dirección General
de Seguros, quedará levantada la suspensión y expedito a
los titulares de los derechos afectados por la suspensión el ejercicio
de los mismos ante los Tribunales o por el procedimiento ejecutivo extrajudicial
y a las Administraciones públicas el de sus potestades para proseguir
los correspondientes procedimientos administrativos de apremio. Los mismos
efectos tendrán lugar respecto de las sentencias en el caso de
que, transcurridos tres años desde la adquisición de firmeza,
el plan de liquidación formulado por la Comisión no fuera
aprobado en junta de acreedores o ratificado por la Dirección General
de Seguros.
2.
Cuando la liquidación de la entidad aseguradora sea encomendada
a la Comisión con posterioridad a la disolución de dicha
aseguradora, suscribirá o comprobará, según proceda,
en unión de los administradores y liquidadores, de haber sido nombrados,
el inventario y balance de la entidad en el plazo de un mes desde que
haya asumido la liquidación, sin que deba someterlo a la Dirección
General de Seguros ni al Interventor, ni estar sujeta a la obligación
que impone el artículo 273 de la Ley de Sociedades Anónimas.
3. En el cumplimiento del deber de información a los acreedores
hará constancia expresa a la especial circunstancia de que la liquidación
ha sido asumida por la Comisión. Asimismo, desde el momento en
que tenga conocimiento de la existencia de créditos laborales o
presuma la posibilidad de su existencia, lo comunicará al Fondo
de Garantía Salarial, surtiendo tal comunicación los efectos
de la citación a que se refiere el número 3 del artículo
33 del Estatuto de los Trabajadores.
4.
Hasta la ratificación por la Dirección General de Seguros
del plan de liquidación, la Comisión no podrá hacer
pago de sus créditos a los acreedores de la entidad aseguradora,
salvo lo dispuesto en el artículo precedente. Los gastos que sean
precisos para la liquidación serán satisfechos con cargo
a los propios recursos de la Comisión.
5. La enajenación de los inmuebles de la entidad aseguradora en
liquidación podrá tener lugar sin subasta pública
y no precisará autorización de la Dirección General
de Seguros.
6. Formulará el plan de liquidación en el plazo más
breve posible. Antes del transcurso del plazo de nueve meses desde que
haya asumido sus funciones liquidatorias deberá haber procedido
a ejecutar las medidas previstas en el artículo 36, caso de haberlas
adoptado; sólo por causas justificadas, debidamente acreditadas
ante la Dirección General de Seguros, podrá superar el mencionado
plazo.
7.
El plan de liquidación comprenderá una información
sobre las medidas adoptadas con arreglo a los números 1, 2 y 3
del artículo anterior, el balance y la lista provisional de acreedores.
El activo del balance deberá estar constituido en metálico,
salvo que, tratándose de bienes inmuebles, no haya considerado
procedente su enajenación y, tratándose de créditos,
sean éstos litigiosos, de modo que sea presumible que esperar un
pronunciamiento judicial firme retrasaría notablemente la liquidación.
La lista provisional de acreedores se formulará con arreglo al
orden de prelación del Código de Comercio y por la cuantía
que corresponda a cada uno de ellos, respetando en todo caso los privilegios
reconocidos a los créditos de la Hacienda Pública en el
artículo 71 de la Ley General Tributaria y en el resto de la normativa
vigente, a los créditos de la Seguridad Social en el artículo
22 de la Ley General de la Seguridad Social y a los créditos del
Fondo de Garantía Salarial en el artículo 33.4 del Estatuto
de los Trabajadores. Además, si del balance se desprendiese la
solvencia de la entidad aseguradora, incorporará la relación
de socios. Finalmente, el plan de liquidación contendrá
la propuesta respecto del importe que, con arreglo al activo y pasivo
del balance y orden de prelación de créditos, deba satisfacerse
a cada uno de los acreedores y, caso de solvencia de la entidad, a los
socios y, si hubiere lugar a ello, de adjudicación de bienes inmuebles
y créditos litigiosos.
8.
Simultáneamente a la formulación del plan de liquidación,
convocará la junta general de acreedores con una antelación
no inferior a un mes ni superior a dos, citando a éstos mediante
notificación personal y dando a la convocatoria la publicidad que,
con arreglo a las circunstancias del caso, estime pertinente. Hasta el
día señalado para la celebración de la junta, los
acreedores o sus representantes podrán examinar el plan de liquidación.
Hasta los quince días antes del señalado para la junta se
podrá solicitar la exclusión o inclusión de créditos
así como la impugnación de la cuantía de los incluidos
mediante escrito dirigido a la Comisión, o por comparecencia ante
la misma, designando los documentos de la liquidación o presentando
la documentación de que quiera valerse el solicitante en justificación
de su derecho. La Comisión resolverá sobre cada reclamación
sin ulterior recurso, sin perjuicio del derecho de impugnación
a que se refiere el número 11 del presente artículo, y formulará
la lista definitiva de acreedores.
9.
La junta se celebrará en el día, hora y lugar señalados
en la convocatoria, pudiendo continuar en los días consecutivos
que resulten necesarios y será presidida por un delegado de la
Comisión, pudiendo concurrir, personalmente o por medio de representante,
todos los acreedores incluidos en la lista definitiva. La junta de acreedores
quedará legalmente constituida si los créditos de los concurrentes
y representados sumaren, por lo menos, tres quintos del pasivo del deudor
en primera convocatoria y cualquiera que fuere el número de los
créditos concurrentes y representados en segunda convocatoria,
debiendo mediar entre una y otra al menos veinticuatro horas. Declarada
legalmente constituida la junta por el representante de la Comisión,
comenzará la sesión por la lectura del plan de liquidación
y se procederá al debate y ulterior votación sobre el mismo.
El plan de liquidación se entenderá aprobado siempre que
voten a favor del mismo acreedores cuyos créditos importen más
de la mitad del montante de los créditos presentes y representados,
tanto en primera como en segunda convocatoria, quedando obligados todos
los acreedores por el mismo, sin que ninguno tenga derecho de abstención
y siendo de aplicación a la Hacienda Pública acreedora lo
dispuesto en el número 2 del artículo 39 de la Ley General
Presupuestaria. Se extinguirán los créditos en la parte
que excedan de los importes reconocidos para ser satisfechos en dicho
plan; tratándose de créditos tributarios únicamente
quedarán extinguidas las responsabilidades de la entidad aseguradora,
subsistiendo en sus propios términos los créditos respecto
de los restantes responsables tributarios.
10.
Si el plan de liquidación no fuese aprobado en junta de acreedores,
la Comisión podrá solicitar la declaración judicial
de quiebra. La misma solicitud de quiebra voluntaria podrá formular
en cualquier momento del período de liquidación anterior
a la junta de acreedores cuando estimase que, dadas las circunstancias
concurrentes en la entidad aseguradora cuya liquidación tiene encomendada,
sufrirían grave perjuicio los créditos de los acreedores
si no tuviera lugar la declaración judicial de retroacción
de la quiebra.
11. Dentro de los ocho días siguientes a la celebración
de la junta, los acreedores que no hubiesen concurrido a ella o que, concurriendo,
hubieran discordado del voto de la mayoría o que hubiesen sido
eliminados por la Comisión de la lista definitiva a que se refiere
el número 8, podrán impugnar judicialmente el plan de liquidación.
La impugnación seguirá los trámites marcados para
los incidentes en la Ley de Enjuiciamiento Civil y únicamente podrá
fundarse en las siguientes causas:
a)
Defectos en las formas prescritas para la convocatoria, celebración,
deliberación y adopción de acuerdos de la junta de acreedores.
b) Falta de personalidad o representación en alguno de los votantes,
inclusión o exclusión indebida de créditos o figurar
en la lista definitiva de acreedores con cantidad mayor o menor de la
que se estimare justa, siempre que en cualquiera de estos casos la estimación
de la pretensión influya decisivamente en la formación de
la mayoría.
c) Error en la estimación del activo o en la prelación de
créditos padecido por la Comisión.
En todo lo demás, la impugnación del plan de liquidación
se ajustará a lo dispuesto en los párrafos segundo y tercero
del artículo 17 de la Ley de Suspensión de Pagos.
12.
Transcurrido el plazo señalado en el número anterior sin
que se hubiese formulado oposición, o una vez dictada sentencia
firme que la resuelva, y ajustado, en su caso, el plan de liquidación
a la misma, la Comisión elevará el plan de liquidación
a la Dirección General de Seguros, que dictará resolución
ratificando el mismo. Tal ratificación surtirá los efectos
previstos para la resolución judicial en los números 6 y
7 del artículo 33 del Estatuto de los Trabajadores, si del citado
plan se deduce la insolvencia de la aseguradora.
13. Por la Comisión se procederá al pago de los créditos
en ejecución del plan de liquidación ratificado. En su caso,
procederá al reparto y división del haber social con arreglo
a los estatutos y disposiciones específicas aplicables a la entidad
aseguradora y, subsidiariamente, conforme a lo dispuesto en los artículos
276 y 277 de la Ley de Sociedades Anónimas, pero la consignación
en depósito de las cuotas no reclamadas tendrá lugar en
la propia Comisión, a disposición de sus legítimos
dueños durante un plazo de cinco años, a cuyo transcurso
sin haber sido reclamadas se ingresarán en el Tesoro Público.
14.
Si, como consecuencia del desfase temporal entre la aprobación
en junta de acreedores del plan de liquidación y el efectivo pago
de los créditos a los acreedores y, en su caso, la división
del haber social entre los socios, resultare un remanente, éste
se incorporará al patrimonio de la Comisión a los efectos
previstos en el número siguiente.
15. Los créditos reconocidos por sentencia firme notificada al
acreedor en fecha posterior a la celebración de la junta de acreedores
serán satisfechos por la Comisión con el remanente a que
se refiere el número precedente y, en su defecto, con sus propios
recursos en los mismos términos que le hubieran correspondido de
haber estado incluido en el plan de liquidación.
Subsección 4
Procesos
concursales
Artículo 38.
Anticipo de gastos de liquidación y satisfacción de créditos.
1. Si la entidad aseguradora estuviese en suspensión de pagos o
quiebra y careciere de la liquidez necesaria, la Comisión Liquidadora
de Entidades Aseguradoras podrá anticipar los gastos que sean precisos,
con cargo a sus propios recursos, al objeto del adecuado desarrollo del
proceso concursal. No obstante, el pago de los derechos de procuradores
y honorarios de letrados serán de cuenta de las partes que los
designen, sin que proceda su anticipo por la Comisión.
Si se formulase propuesta de convenio con los acreedores y éste
resultase aprobado, la recuperación por la Comisión de los
gastos de liquidación quedará condicionada a que sean totalmente
satisfechos los demás reconocidos en la liquidación.
2.
Será de aplicación en los procesos concursales lo dispuesto
en el artículo 36.1 de la presente Ley.
Sección 4.ª
Medidas de control especial
Artículo 39.
Medidas de control especial.
1. La Dirección General de Seguros podrá adoptar las medidas
de control especial contenidas en el presente artículo cuando las
entidades aseguradoras se hallen en alguna de las siguientes situaciones:
a) Déficit superior al 5 por 100 en el cálculo de cada una
de las provisiones técnicas individualmente consideradas, salvo
en la provisión técnica de prestaciones que será
del 15 por 100; asimismo, déficit superior al 10 por 100 en la
cobertura de las provisiones técnicas.
b) Insuficiencia del margen de solvencia.
c)
Que el margen de solvencia no alcance el fondo de garantía mínimo.
d) Pérdidas acumuladas en cuantía superior al 25 por 100
de su capital social o fondo mutual desembolsados.
e) Dificultades financieras o de liquidez que hayan determinado demora
o incumplimiento en sus pagos.
f) Imposibilidad manifiesta de realizar el fin social o paralización
de los órganos sociales, de modo que resulte imposible su funcionamiento.
g) Situaciones de hecho, deducidas de comprobaciones efectuadas por la
Administración, que pongan en peligro su solvencia, los intereses
de los asegurados o el cumplimiento de las obligaciones contraídas,
así como la falta de adecuación de su contabilidad al Plan
de Contabilidad de las entidades aseguradoras o irregularidad de la contabilidad
o administración en términos tales que impidan o dificulten
notablemente conocer la verdadera situación patrimonial de la entidad
aseguradora.
Las
mismas medidas de control especial podrán adoptarse sobre las entidades
dominantes de grupos consolidables de entidades aseguradoras y sobre las
propias entidades aseguradoras que formen parte del grupo cuando éste
se encuentre en alguna de las situaciones descritas en las letras a),
b), c), e), f) y g) precedentes.
2. Con independencia de la sanción administrativa que, en su caso,
proceda imponer, las medidas de control especial podrán consistir
en:
a) Prohibir la disposición de los bienes que se determinen de la
entidad aseguradora. Esta medida podrá adoptarse cuando la entidad
incurra en cualquiera de las situaciones descritas en las letras a) y
c) a g) del número 1 precedente y también, si la Dirección
General de Seguros considera que la posición financiera de la entidad
aseguradora va a seguir deteriorándose, en los supuestos de la
letra b) de dicho número 1. Podrá completarse esta medida
con las siguientes:
-
El depósito de los valores y demás bienes muebles o la administración
de los bienes inmuebles por persona aceptada por la Dirección General
de Seguros.
- Las precisas para que la prohibición de disponer tenga eficacia
frente a terceros mediante la notificación a las entidades de crédito
depositarias de efectivo o de valores y la anotación preventiva
de la prohibición de disponer en los Registros públicos
correspondientes, a cuyos efectos será título la resolución
de la Dirección General de Seguros en que se acuerde la referida
prohibición de disponer. Durante la vigencia de la anotación
preventiva no podrán inscribirse en los Registros públicos
derechos reales de garantía ni anotarse mandamientos judiciales
o providencias administrativas de embargo.
-
La solicitud a las autoridades supervisoras de los restantes Estados miembros
del Espacio Económico Europeo de que adopten sobre los bienes de
la entidad aseguradora situados en su territorio las mismas medidas que
la Dirección General de Seguros hubiere adoptado.
b) Exigir a la entidad aseguradora un plan de saneamiento para restablecer
su situación financiera, en el supuesto previsto en la letra b)
del número 1, que deberá ser sometido a aprobación
de la Dirección General de Seguros.
c) Exigir a la entidad aseguradora un plan de financiación a corto
plazo, que deberá también ser sometido a aprobación
de la Dirección General de Seguros, en el supuesto de la letra
c) de dicho número 1.
d) Además, en todos los supuestos de adopción de medidas
de control especial y con objeto de salvaguardar los intereses de los
asegurados, podrá adoptar conjunta o separadamente cualquiera de
las siguientes medidas:
-
Suspender la contratación de nuevos seguros o la aceptación
de reaseguro.
- Prohibir la prórroga de los contratos de seguro celebrados por
la entidad aseguradora en todos o alguno de los ramos. A estos efectos,
la entidad aseguradora deberá comunicar por escrito a los asegurados
la prohibición de la prórroga del contrato en el plazo de
quince días naturales desde que reciba la notificación de
esta medida de control especial; en este caso, el plazo previsto en el
párrafo segundo del artículo 22 de la Ley de Contrato de
Seguro quedará reducido a quince días naturales.
- Prohibir a la entidad aseguradora que, sin autorización previa
de la Dirección General de Seguros, pueda realizar los actos de
gestión y disposición que se determinen, distribuir dividendos,
derramas activas y retornos, contratar nuevos seguros o admitir nuevos
socios.
-
Prohibir el ejercicio de la actividad aseguradora en el extranjero, cuando
tal actividad contribuya a que la entidad aseguradora se encuentre en
alguna de las situaciones descritas en el número 1 precedente.
- Exigir a la entidad aseguradora un plan de rehabilitación en
el que proponga las adecuadas medidas administrativas, financieras o de
otro orden, formule previsión de los resultados y fije los plazos
para su ejecución, a fin de superar la situación que dio
origen a dicha exigencia, que deberá ser sometido a aprobación
de la Dirección General de Seguros.
- Ordenar al consejero delegado o cargo similar de administración
que dé a conocer a los demás órganos de administración
la resolución administrativa adoptada y, en su caso, el Acta de
inspección.
-
Convocar los órganos de administración o a la junta o asamblea
general de la entidad aseguradora, designando la persona que deba presidir
la reunión y dar cuenta de la situación.
- Y sustituir provisionalmente los órganos de administración
de la entidad.
3. Como medida de control especial complementaria de las anteriores, la
Dirección General de Seguros podrá acordar la intervención
de la entidad aseguradora para garantizar el correcto cumplimiento de
las mismas.
Los actos y acuerdos de cualquier órgano de la entidad aseguradora
que se adopten a partir de la fecha de la notificación de la resolución
que acuerde la intervención administrativa y que afecten o guarden
relación con las medidas de control especial citadas anteriormente
no serán válidos ni podrán llevarse a efecto sin
la aprobación expresa de los interventores designados. Se exceptúa
de esta aprobación el ejercicio de acciones o recursos por la entidad
intervenida contra los actos administrativos de ordenación y supervisión
o en relación con la actuación de los interventores.
Los
interventores designados estarán facultados para revocar cuantos
poderes o delegaciones hubieren sido conferidos por el órgano de
administración de la entidad aseguradora o por sus apoderados con
anterioridad a la fecha de publicación del acuerdo. Adoptada tal
medida, se procederá por los interventores a exigir la devolución
de los documentos en que constaren los apoderamientos, así como
a promover la inscripción de su revocación en los Registros
públicos correspondientes.
4. La sustitución provisional de los órganos de administración
de la entidad aseguradora se ajustará a lo siguiente:
a) La resolución administrativa designará la persona o personas
que hayan de actuar como administradores provisionales e indicará
si deben hacerlo mancomunada o solidariamente. Dicha resolución,
de carácter inmediatamente ejecutivo, será objeto de publicación
en el «Boletín Oficial del Estado» y de inscripción
en los Registros públicos correspondientes, determinando la antedicha
publicación la eficacia de la resolución frente a terceros.
A idénticos requisitos y efectos se sujetará la sustitución
de administradores provisionales cuando fuera preciso proceder a ella.
b)
Los administradores provisionales habrán de reunir los requisitos
exigidos por el artículo 15.
c) Los administradores provisionales tendrán el carácter
de interventores, con las facultades expuestas en el número 3 precedente,
respecto de los actos y acuerdos de la junta o asamblea generales de la
entidad aseguradora.
d) La obligación de formular las cuentas anuales de la entidad
aseguradora y la aprobación de éstas y de la gestión
social podrán quedar en suspenso, por plazo no superior a un año
a contar desde el vencimiento del plazo legalmente establecido al efecto,
si la Dirección General de Seguros estimare, a solicitud de los
administradores provisionales, que no existen datos o documentos fiables
y completos para ello.
e)
Acordado por la Dirección General de Seguros el cese de la medida
de sustitución provisional de los órganos de administración
de la entidad, los administradores provisionales procederán a convocar
inmediatamente la junta o asamblea general de la entidad aseguradora,
en la que se nombrará el nuevo órgano de administración.
Hasta la toma de posesión de éste, los administradores provisionales
seguirán ejerciendo sus funciones.
5. La adopción de medidas de control especial se hará en
procedimiento administrativo tramitado con arreglo a las normas comunes
o a las del procedimiento de ordenación y supervisión por
inspección, según proceda, con las siguientes peculiaridades
en ambos casos:
a) Sólo se tramitará un procedimiento por cada entidad aseguradora
de modo que, habiéndose adoptado medidas de control especial sobre
una entidad aseguradora y siendo preciso, en virtud de comprobaciones
o inspecciones ulteriores, acordar nuevas medidas, sustituir o dejar sin
efecto, total o parcialmente, las ya adoptadas, la ratificación
o cesación de estas últimas, según proceda, serán
incorporadas a la resolución en la que se adopten las nuevas medidas
de control especial.
b)
Iniciado el procedimiento de adopción de medidas de control especial,
la Dirección General de Seguros podrá adoptar, como medidas
provisionales, las referidas en las letras a) y d) del número 2
precedente, siempre que concurran los requisitos del artículo 72
de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico
de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
Común.
c) Excepcionalmente, podrá prescindirse de la audiencia de la entidad
aseguradora afectada cuando tal trámite originara un retraso tal
que comprometa gravemente la efectividad de la medida adoptada, los derechos
de los asegurados o los intereses económicos afectados. En este
supuesto, la resolución que adopte la medida de control especial
deberá expresar las razones que motivaron la urgencia de su adopción
y dicha medida deberá ser ratificada o dejada sin efecto en procedimiento
tramitado con audiencia del interesado.
6.
Las medidas de control especial serán dejadas sin efecto por resolución
de la Dirección General de Seguros cuando, habiendo cesado las
situaciones que con arreglo al número 1 del presente artículo
determinaron su adopción, queden además debidamente garantizados
los derechos de los asegurados, beneficiarios y terceros perjudicados.
7. En los casos de incumplimiento de las medidas de control especial y
sin perjuicio de lo dispuesto en el número 4 de este artículo,
la Dirección General de Seguros podrá dar publicidad a las
mismas, previa audiencia de la entidad interesada.
Además, a los actos de la entidad aseguradora con vulneración
de las medidas de control especial será de aplicación lo
dispuesto en el número 2 del artículo 5.
8. En todos los casos en los que, al amparo de lo dispuesto en esta Ley,
se proceda por la Dirección General de Seguros a la designación
de administradores provisionales o interventores podrá llegarse
a la compulsión directa sobre las personas para la toma de posesión
de las oficinas, libros y documentos correspondientes o para el examen
de estos últimos.
Sección
5.ª
Régimen de infracciones y sanciones
Artículo 40.
Infracciones administrativas.
1. Las entidades aseguradoras, incluidas las dominantes de grupos consolidables
de entidades aseguradoras en los términos definidos en el artículo
20 de esta Ley, las entidades que, en su caso, deban formular y aprobar
las cuentas e informes consolidados de tales grupos, así como las
personas físicas o entidades que sean titulares de participaciones
significativas o desempeñen cargos de administración o dirección
en cualquiera de las entidades anteriores, y los liquidadores de entidades
aseguradoras, que infrinjan normas de ordenación y supervisión
de los seguros privados, incurrirán en responsabilidad administrativa
sancionable con arreglo a lo dispuesto en los artículos siguientes.
Se
considerarán:
a) Cargos de administración los administradores o miembros de los
órganos colegiados de administración, y cargos de dirección
sus directores generales o asimilados, entendiéndose por tales
aquellas personas que desarrollen en la entidad funciones de alta dirección
bajo la dependencia directa de su órgano de administración,
de comisiones ejecutivas o de consejeros delegados del mismo.
b) Normas de ordenación y supervisión de los seguros privados
las comprendidas en la presente Ley y en sus disposiciones reglamentarias
de desarrollo y, en general, las que figuren en Leyes de carácter
general que contengan preceptos específicamente referidos a las
entidades aseguradoras y de obligada observancia por las mismas.
2.
Las infracciones de normas de ordenación y supervisión de
los seguros privados se clasifican en muy graves, graves y leves.
3. Tendrán la consideración de infracciones muy graves:
a) El ejercicio de actividades ajenas a su objeto exclusivo legalmente
determinado, salvo que tenga un carácter meramente ocasional o
aislado.
b) La realización de actos u operaciones prohibidos por normas
de ordenación y supervisión con rango de Ley o con incumplimiento
de los requisitos establecidos en las mismas, salvo que tenga un carácter
meramente ocasional o aislado.
c) El defecto en el margen de solvencia en cuantía superior al
5 por 100 del importe correspondiente y cualquier insuficiencia en el
fondo de garantía.
d)
El defecto en el cálculo o la insuficiencia de las inversiones
para cobertura de las provisiones técnicas en cuantía superior
al 10 por 100.
e) El carecer de la contabilidad exigida legalmente o llevarla con anomalías
sustanciales que impidan o dificulten notablemente conocer la situación
económica, patrimonial y financiera de la entidad, así como
el incumplimiento de la obligación de someter sus cuentas anuales
a auditoría de cuentas conforme a la legislación vigente.
f) La adquisición o incremento de participación significativa
en una entidad aseguradora incumpliendo lo dispuesto en el artículo
21.
g) El poner en peligro la gestión sana y prudente de una entidad
aseguradora mediante la influencia ejercida por el titular de una participación
significativa, según lo previsto en el artículo 21.6 de
esta Ley.
h)
La realización de prácticas abusivas, distintas de las tipificadas
como infracciones administrativas en la Ley 16/1989, de 17 de julio, de
Defensa de la Competencia, que perjudiquen el derecho de los asegurados,
beneficiarios, terceros perjudicados o de otras entidades aseguradoras.
i) La cesión de cartera, la transformación, fusión
y escisión de entidades aseguradoras sin la preceptiva autorización
o, cuando fuere otorgada, sin ajustarse a la misma.
j) El incumplimiento de las medidas de control especial adoptadas por
la Dirección General de Seguros conforme al artículo 39
de esta Ley.
k) El reiterado incumplimiento de los acuerdos o resoluciones emanados
de la Dirección General de Seguros.
l)
La falta de remisión a la Dirección General de Seguros de
cuantos datos o documentos deba suministrarle la entidad aseguradora,
ya mediante su presentación periódica, ya mediante la atención
de requerimientos individualizados que le dirija la citada Dirección
General en el ejercicio de sus funciones, o la falta de veracidad en los
mismos, cuando con ello se dificulte la apreciación de la solvencia
de la entidad aseguradora. A los efectos de esta letra se entenderá
que hay falta de remisión cuando la misma no se produzca dentro
del plazo concedido al efecto por la Dirección General de Seguros
al recordar por escrito la obligación de presentación periódica
o reiterar el requerimiento individualizado.
m) La excusa, negativa o resistencia a la actuación inspectora,
siempre que medie requerimiento expreso y por escrito al respecto.
n)
Retener indebidamente, no ingresándolos dentro de plazo, los recargos
recaudados a favor del Consorcio de Compensación de Seguros.
ñ) El incumplimiento del deber de veracidad informativa debida
a sus socios, a los asegurados y al público en general, siempre
que, por el número de afectados o por la importancia de la información,
tal incumplimiento pueda estimarse como especialmente relevante.
o) La realización de actos fraudulentos o de negocios simulados
o la utilización de personas físicas o jurídicas
interpuestas con la finalidad de conseguir un resultado cuya obtención
directa implicaría la comisión de, al menos, una infracción
grave.
p) Las infracciones graves, cuando durante los cinco años anteriores
a su comisión hubiera sido impuesta a la entidad aseguradora sanción
firme por infracción grave tipificada en la misma letra del número
4 del presente artículo.
q)
(Nuevo) Presentar deficiencias en la organización administrativa
y contable, o en los procedimientos de control interno, incluidos los
relativos a la gestión de riesgos, cuando tales deficiencias pongan
en peligro la solvencia o viabilidad de la entidad aseguradora.
4. Tendrán la consideración de infracciones graves:
a) El ejercicio meramente ocasional o aislado de actividades ajenas a
su objeto exclusivo legalmente determinado.
b) La realización meramente ocasional o aislada de actos u operaciones
prohibidos por normas de ordenación y supervisión con rango
de Ley, o con incumplimiento de los requisitos establecidos en las mismas.
c) El defecto en el margen de solvencia en cuantía inferior al
5 por 100 del importe correspondiente.
d)
El defecto en el cálculo o la insuficiencia de las inversiones
para cobertura de las provisiones técnicas en cuantía superior
al 5 por 100, pero inferior al 10 por 100.
e) El incumplimiento de las normas vigentes sobre contabilización
de operaciones, formulación de balances y cuentas de pérdidas
y ganancias, siempre que no constituya infracción muy grave con
arreglo a la letra e) del número precedente, así como las
relativas a la elaboración de los estados financieros de obligada
comunicación a la Dirección General de Seguros.
f) La ausencia de notificaciones e informaciones preceptivas a la Dirección
General de Seguros, así como el incumplimiento de la puesta a disposición
de la documentación exigida por normas de ordenación y supervisión
con rango de Ley, siempre que no constituya infracción muy grave.
g)
La desatención del requerimiento o prohibición acordados
por la Dirección General de Seguros con arreglo al número
4 del artículo 24 de esta Ley.
h) El incumplimiento por la entidad aseguradora de las normas imperativas
contenidas en los artículos 3, 5, 8, 10, 12, 15, 18, 19, 20, 22,
76, 88, 94, 95, 96, 97 y 99 de la Ley de Contrato de Seguro, cuando tal
conducta tenga un carácter repetitivo. A estos efectos se entiende
que la conducta tiene carácter repetitivo cuando durante los dos
años anteriores a su comisión se hubieran desatendido diez
o más requerimientos a los que hace referencia la letra b) del
número 5 subsiguiente del presente artículo.
i) No facilitar a la Dirección General de Seguros la documentación
e información necesarias, en los plazos y forma determinados reglamentariamente,
para permitir la llevanza actualizada de los Registros administrativos
regulados en el artículo 74.
j)
En los supuestos de entidades aseguradoras en liquidación, el incumplimiento
por los liquidadores de las obligaciones que les impone el artículo
27.3, así como el incumplimiento injustificado por quienes desempeñaron
cargos de administración o dirección en los cinco años
anteriores a la fecha de disolución, de su obligación de
colaborar con los liquidadores en los actos de liquidación que
se relacionen con operaciones del período en que aquéllos
ostentaron tales cargos.
k) El incumplimiento meramente ocasional o aislado de los acuerdos o resoluciones
emanados de la Dirección General de Seguros.
l) La falta de remisión a la Dirección General de Seguros
de cuantos datos o documentos deba suministrarle la entidad aseguradora,
ya mediante su presentación periódica, ya mediante la atención
de requerimientos individualizados que le dirija la citada Dirección
General en el ejercicio de sus funciones, así como la falta de
veracidad en los mismos, salvo que ello suponga la comisión de
una infracción muy grave. A los efectos de esta letra se entenderá
que hay falta de remisión cuando la misma no se produzca dentro
del plazo fijado en las normas reguladoras de la presentación periódica
o del plazo concedido al efecto al formular el requerimiento individualizado.
m)
La excusa, negativa o resistencia a la actuación inspectora, cuando
no constituya infracción muy grave.
n) No recaudar en la forma y plazo procedentes, hacerlo indebidamente
de modo insuficiente y, en general, incumplir sus obligaciones de recaudación
obligatoria de los recargos legalmente exigibles a favor del Consorcio
de Compensación de Seguros.
ñ) El incumplimiento del deber de veracidad informativa debida
a sus socios, a los asegurados o al público en general, cuando
no concurran las circunstancias a que se refiere la letra ñ) del
número 3 del presente artículo, así como la realización
de cualesquiera actos u operaciones con incumplimiento de las normas reguladoras
de la publicidad y deber de información de las entidades aseguradoras.
o)
La realización de actos fraudulentos o negocios simulados o la
utilización de personas físicas o jurídicas interpuestas
con la finalidad de conseguir un resultado contrario a las normas de ordenación
y supervisión con rango de Ley, siempre que tal conducta no esté
comprendida en la letra o) del número 3 del presente artículo.
p) Las infracciones leves, cuando durante los dos años anteriores
a su comisión hubiera sido impuesta a la entidad aseguradora sanción
firme por cualquier infracción leve.
q) (Nuevo) Presentar deficiencias en la organización administrativa
y contable, o en los procedimientos de control interno, incluidos los
relativos a la gestión de riesgos, una vez haya transcurrido el
plazo concedido al efecto para su subsanación por las autoridades
competentes, y siempre que ello no constituya infracción muy grave
conforme a lo previsto en el apartado anterior.
5.
Tendrán la consideración de infracciones leves:
a) El defecto en el cálculo o la insuficiencia de las inversiones
para cobertura de las provisiones técnicas en cuantía inferior
al 5 por 100.
b) (Modificado) El incumplimiento por la entidad aseguradora de las normas
imperativas contenidas en los artículos 3, 5, 8, 10, 12, 15, 18,
19, 20, 22, 76, 88, 94, 95, 96, 97 y 99 de la Ley 50/1980, de 8 de noviembre,
de Contrato de Seguro, si no atendiera en el plazo de un mes el requerimiento
que al efecto le formule la Dirección General de Seguros y Fondos
de Pensiones cuando entendiere fundadas las quejas y reclamaciones a que
se refiere la normativa sobre protección de clientes de servicios
financieros.
c)
En general, los incumplimientos de preceptos de obligada observancia para
las entidades aseguradoras comprendidos en normas de ordenación
y supervisión de los seguros privados con rango de Ley siempre
que no constituyan infracción grave o muy grave conforme a lo dispuesto
en los dos números anteriores.
Artículo 41.
Sanciones administrativas.
1. Por la comisión de infracciones muy graves será impuesta,
en todo caso, a la entidad aseguradora, una de las siguientes sanciones:
a) Revocación de la autorización administrativa.
b) Suspensión de la autorización administrativa para operar
en uno o varios ramos en los que esté autorizada la entidad aseguradora,
por un período no superior a diez años ni inferior a cinco.
c) Dar publicidad a la conducta constitutiva de la infracción muy
grave.
d)
(Modificado) Multa por importe de hasta el uno por ciento de sus fondos
propios, o desde 150.000 hasta 300.000 euros si aquel porcentaje fuera
inferior a 150.000 euros.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, en el caso de
imposición de las sanciones previstas en las letras a), b) y d)
del mismo podrá imponerse simultáneamente la sanción
prevista en su letra c).
2. Por la comisión de infracciones graves se impondrá a
la entidad aseguradora una de las siguientes sanciones:
a) Suspensión de la autorización administrativa para operar
en uno o varios ramos en un período de hasta cinco años.
b) Dar publicidad a la conducta constitutiva de la infracción grave.
c) (Modificado) Multa por importe desde 30.000 hasta 150.000 euros.
No
obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, en el caso de imposición
de las sanciones previstas en las letras a) y c) del mismo podrá
imponerse simultáneamente la sanción prevista en su letra
b).
3. (Modificado) Por la comisión de infracciones leves se impondrá
a la entidad aseguradora la sanción de multa, que podrá
alcanzar hasta el importe de 30.000 euros o la de amonestación
privada.
Artículo 42.
Responsabilidad de los que ejercen cargos de administración y dirección.
1. Quien ejerza en la entidad aseguradora y demás entidades enumeradas
en el artículo 40.1 cargos de administración o dirección
será responsable de las infracciones muy graves o graves cometidas
por las mismas cuando éstas sean imputables a su conducta dolosa
o negligente, salvo la infracción tipificada en la letra j) del
número 4 del artículo 40, que será directamente imputable
a los mismos.
2.
A los efectos de lo dispuesto en el número anterior, no serán
considerados responsables de las infracciones muy graves o graves cometidas
por las entidades aseguradoras y demás enumeradas en el artículo
40.1 quienes ejerzan cargos de administración, en los siguientes
casos:
a) Cuando quienes formen parte de órganos colegiados de administración
no hubieran asistido por causa justificada a las reuniones correspondientes
o hubiesen votado en contra o salvado su voto en relación con las
decisiones o acuerdos que hubiesen dado lugar a las infracciones.
b) Cuando dichas infracciones sean exclusivamente imputables a comisiones
ejecutivas, consejeros delegados, directores generales u órganos
asimilados, u otras personas con funciones directivas en la entidad.
3.
(Modificado) Con independencia de la sanción que corresponda imponer
a la entidad, por la comisión de infracciones muy graves podrá
imponerse una de las siguientes sanciones a quienes, ejerciendo cargos
de administración, de hecho o de derecho o de dirección
en la misma, sean responsables de dichas infracciones:
a) Separación del cargo, con inhabilitación para ejercer
cargos de administración o dirección en cualquier entidad
aseguradora, por un plazo máximo de diez años.
b) Suspensión temporal en el ejercicio del cargo por plazo no inferior
a un año ni superior a cinco años.
c) Multa, a cada uno de ellos, por importe no superior a 90.000 euros.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, en el caso de
imposición de la sanción prevista en el párrafo a)
del mismo podrá imponerse simultáneamente la sanción
prevista en su párrafo c).
4.
(Modificado) Con independencia de la sanción que corresponda imponer
a la entidad, por la comisión de infracciones graves podrá
imponerse una de las siguientes sanciones a quienes, ejerciendo cargos
de administración de hecho o de derecho, o de dirección
en la misma, sean responsables de la infracción:
a) Suspensión temporal en el ejercicio del cargo por plazo no superior
a un año.
b) Multa, a cada uno de ellos, por importe no superior a 45.000 euros.
Esta sanción podrá imponerse simultáneamente con
la prevista en el párrafo a) anterior.
c) Amonestación privada.
d) Amonestación pública.
Artículo 43.
Criterios de graduación de las sanciones.
1. Las sanciones aplicables en cada caso por la comisión de infracciones
muy graves, graves o leves se determinarán sobre la base de los
siguientes criterios:
a)
La naturaleza y entidad de la infracción, así como el grado
de intencionalidad en la comisión de la misma.
b) La gravedad del peligro creado o de los perjuicios causados.
c) Las ganancias obtenidas, en su caso, como consecuencia de los actos
u omisiones constitutivos de la infracción.
d) La circunstancia de haber procedido a la subsanación de la infracción
por propia iniciativa.
e) La importancia de la entidad aseguradora infractora, medida en función
del importe total de su balance y de su volumen de primas en el último
ejercicio económico terminado con anterioridad a la comisión
de la infracción.
f) En el caso de insuficiencia del margen de solvencia, fondo de garantía
y provisiones técnicas, las dificultades objetivas que puedan haber
concurrido para alcanzar o mantener el nivel legalmente exigido.
g)
El ramo o ramos a que afecte singularmente, en su caso, la infracción
cometida.
h) La conducta anterior de la entidad en relación con las normas
de ordenación y supervisión que le afecten, atendiendo ya
a la reiteración en la comisión de infracciones durante
los últimos cinco años, ya a la reincidencia por comisión
de más de una infracción de la misma naturaleza en el término
de un año cuando, en uno y otro caso, hayan sido declaradas por
resolución firme.
i) Las consecuencias desfavorables de los hechos para el sector asegurador,
el sistema financiero o la economía nacional.
2. Para determinar la sanción aplicable entre las previstas en
los números 3 y 4 del artículo 42 de esta Ley, se tomarán
en consideración, además, las siguientes circunstancias:
a)
El grado de responsabilidad en los hechos que concurra en el interesado.
b) El alcance de la representación del interesado en la entidad
aseguradora.
c) La conducta anterior del interesado, en la misma o en otra entidad
aseguradora, en relación con las normas de ordenación y
supervisión, incurriendo en reiteración o reincidencia.
A estos efectos, se entenderá por reiteración o reincidencia
la conducta descrita en la letra h) del número 1 de este artículo.
3. A efectos de graduación de las sanciones se dividirán
éstas en tres períodos iguales de tiempo o tramos iguales
de la cuantía pecuniaria que comprenda la sanción impuesta,
formando un grado de cada uno de los tres períodos o tramos. Sobre
esta base se observarán, para la imposición de las sanciones,
según concurran o no las circunstancias determinantes de la aplicación
de criterios de atenuación o agravación, las reglas siguientes:
a)
Cuando en las infracciones muy graves concurrieren más de dos circunstancias
de agravación y, al menos, dos de ellas fueran muy cualificadas,
se impondrá la sanción prevista en el artículo 41.1.a)
y, en su caso, 42.3.a). Para la graduación en esta última
se atenderá, con arreglo a los criterios de las letras c) y siguientes,
a la concurrencia de otras circunstancias distintas a las dos de agravación
muy cualificadas determinantes de la imposición de esta sanción.
b) Cuando en las infracciones muy graves y graves concurrieren circunstancias
de agravación y, al menos, una de ellas fuera muy cualificada,
se impondrán las sanciones previstas en el artículo 41.1.b)
o 41.2.a), y, en su caso, las del artículo 42.3.b), o 42.4.a),
respectivamente, siempre que en las infracciones muy graves no concurran
las circunstancias determinantes de la aplicación de lo dispuesto
en la letra a) anterior. Además, para la graduación de la
sanción se atenderá, en todos los casos y con arreglo a
los criterios de las letras subsiguientes, a la concurrencia de otras
circunstancias distintas a la de agravación muy cualificada determinante
de la imposición de estas sanciones.
c)
Cuando concurriere una sola circunstancia de agravación, la sanción
se impondrá en el grado medio y si concurrieren varias en el grado
máximo.
d) Cuando concurrieren circunstancias de agravación y atenuación,
se compensarán racionalmente para la determinación de la
sanción, graduando el valor de unas y otras.
e) Cuando no concurrieren circunstancias de atenuación ni de agravación
o cuando concurriere sólo una circunstancia de atenuación,
se impondrá la sanción en el grado mínimo.
f) Cuando sean dos o más las circunstancias de atenuación
o una sola muy cualificada y no concurra agravante alguna se impondrá
la sanción correspondiente a la infracción de la clase inmediatamente
inferior, aplicándose en el grado que se considere pertinente con
arreglo a la entidad y número de dichas circunstancias.
g)
Dentro de los límites de cada grado se determinará la extensión
de la sanción y, en los supuestos que sea posible con arreglo a
los artículos 41 y 42, la imposición simultánea de
dos sanciones, en consideración a la totalidad de los criterios
a que se refiere el número 1 precedente.
Artículo 44.
Medidas inherentes a la imposición de sanciones administrativas.
1. El órgano que imponga la sanción podrá disponer
la exigencia al infractor de la reposición de la situación
alterada por el mismo a su estado originario en el plazo que al efecto
se determine.
2. Asimismo, en el supuesto en que, por el número y clase de las
personas afectadas por las sanciones de separación o suspensión,
resulte necesario para asegurar la continuidad en la administración
y dirección de la entidad aseguradora, el órgano que imponga
la sanción podrá disponer el nombramiento, con carácter
provisional, de uno o más administradores o de los miembros que
se precisen para que el órgano colegiado de administración
pueda adoptar acuerdos, señalando sus funciones en ambos casos.
Los administradores provisionales se regirán por lo dispuesto en
las letras a) y b) del artículo 39.4 y ejercerán sus cargos
hasta que, por el órgano competente de la entidad aseguradora,
que deberá ser convocado de modo inmediato, se provean los correspondientes
nombramientos y tomen posesión los designados o, en su caso, hasta
que transcurra el plazo de separación o suspensión.
3.
La imposición de las sanciones se hará constar en el Registro
administrativo de entidades aseguradoras y en el de los altos cargos de
entidades aseguradoras y, una vez sean ejecutivas, deberán ser
objeto de comunicación a la inmediata junta o asamblea general
que se celebre; las de separación del cargo y suspensión,
asimismo una vez sean ejecutivas, se harán constar además
en el Registro Mercantil y, en su caso, en el Registro de Cooperativas.
Artículo 45.
Prescripción de infracciones y sanciones.
1. Las infracciones muy graves y las graves prescribirán a los
cinco años, y las leves a los dos años.
El plazo de prescripción de las infracciones comenzará a
contarse desde el día en que la infracción se hubiera cometido.
En las infracciones derivadas de una actividad continuada, la fecha inicial
del cómputo será la de finalización de la actividad
o la del último acto con que la infracción se consume.
Interrumpirá
la prescripción la iniciación, con conocimiento del interesado,
del procedimiento sancionador, reanudándose el plazo de prescripción
si el expediente sancionador estuviera paralizado más de un mes
por causa no imputable al presunto responsable.
2. Las sanciones por infracciones muy graves y graves prescribirán
a los cinco años, y las sanciones por infracciones leves lo harán
a los dos años.
El plazo de prescripción de las sanciones comenzará a contarse
desde el día siguiente a aquél en que adquiera firmeza la
resolución por la que se impone la sanción o, en su caso,
desde el quebrantamiento de la sanción impuesta, si ésta
hubiese comenzado a cumplirse.
Interrumpirá
la prescripción la iniciación, con conocimiento del interesado,
de la ejecución de la sanción, volviendo a transcurrir el
plazo si dicha ejecución está paralizada durante más
de un mes por causa no imputable al infractor.
Artículo 46.
Competencias administrativas.
La competencia para la instrucción de los expedientes y para imposición
de las sanciones correspondientes se regirá por las siguientes
reglas:
1. Será competente para la instrucción de los expedientes
el órgano de la
Dirección General de Seguros que reglamentariamente se determine.
2. La imposición de sanciones por infracciones graves y leves corresponderá
al Director general de Seguros.
3. La imposición de sanciones por infracciones muy graves corresponderá
al Ministro de Economía y Hacienda, a propuesta de la Dirección
General de Seguros, salvo la de revocación de la autorización,
que se impondrá por el Consejo de Ministros.
Artículo
47.
Normas complementarias para el ejercicio de la potestad sancionadora.
1. El ejercicio de la potestad sancionadora a que se refiere la presente
Ley será independiente de la eventual concurrencia de delitos o
faltas de naturaleza penal. No obstante, cuando se considere que los hechos
pudieran ser constitutivos de delito y se hubieran puesto en conocimiento
de la autoridad judicial o del Ministerio Fiscal o cuando se esté
tramitando un proceso penal por los mismos hechos o por otros cuya separación
de los sancionables con arreglo a esta Ley sea racionalmente imposible,
el procedimiento administrativo sancionador quedará suspendido
respecto de los mismos hasta que recaiga pronunciamiento firme de la autoridad
judicial. Si ha lugar a reanudar el procedimiento administrativo sancionador,
la resolución que se dicte en el mismo deberá respetar la
apreciación de los hechos que contenga el pronunciamiento judicial.
2.
En el caso de entidades aseguradoras extinguidas por fusión, escisión
o disolución, la responsabilidad administrativa por las infracciones
y sanciones en el ámbito de la ordenación y supervisión
de los seguros privados será exigible a quienes hayan ejercido
cargos de administración o dirección en las mismas aun cuando
éstas no sean sancionadas.
Artículo 48.
Ejercicio de actividades y uso de denominaciones reservadas a las entidades
aseguradoras.
1. Las personas o entidades que realicen operaciones de seguro o reaseguro
sin contar con la preceptiva autorización administrativa o que
utilicen las denominaciones propias de las entidades aseguradoras, sin
serlo, serán sancionadas simultáneamente con las sanciones
previstas en las letras c) y d) del número 1 del artículo
41 y quienes ejerzan cargos de administración o dirección
en las mismas, tratándose de entidades, lo serán con las
sanciones previstas en el número 3 del artículo 42. Si,
requeridas para que cesen inmediatamente en la realización de actividades
o en la utilización de las denominaciones, continuaran realizándolas
o utilizándolas serán sancionadas del mismo modo, lo que
podrá ser reiterado con ocasión de cada uno de los requerimientos
ulteriores que se formulen.
2.
Será competente para la imposición de las sanciones y para
la formulación de los requerimientos regulados en el número
anterior el Director general de Seguros. Los requerimientos se formularán
previa audiencia de la persona o entidad afectada y las multas se impondrán
con arreglo al procedimiento aplicable para la imposición de las
sanciones a las entidades aseguradoras.
3. Lo dispuesto en este artículo se entenderá sin perjuicio
de las demás responsabilidades, incluso de orden penal, que puedan
resultar exigibles.
Capítulo
IV
De
la actividad en régimen de derecho de establecimiento y en régimen
de libre prestación de servicios en el Espacio Económico
Europeo
Sección 1.ª
Disposiciones comunes
Artículo 49.
Entidades aseguradoras autorizadas.
1. Las entidades aseguradoras españolas que hayan obtenido la autorización
válida en todo el Espacio Económico Europeo con arreglo
al artículo 6 podrán ejercer, en los mismos términos
de la autorización concedida, sus actividades en régimen
de derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios en todo el territorio del Espacio Económico Europeo.
2. No será de aplicación lo dispuesto en el número
anterior a:
a) Las operaciones de seguro cuando los riesgos sean cubiertos por el
Consorcio de Compensación de Seguros.
b)
Las siguientes operaciones de seguro de vida:
1.º Las realizadas por mutuas de seguro que, al mismo tiempo, prevean
en sus estatutos la posibilidad de proceder a descuentos por contribución
adicional, o de reducir las prestaciones, o de solicitar la ayuda de otras
personas que hayan asumido un compromiso con este fin, y perciban un importe
anual de las contribuciones con arreglo a la previsión de riesgos
sobre la vida que durante tres años consecutivos no exceda de 500.000
ecus.
2.º Las de las entidades de previsión y de asistencia que
concedan prestaciones variables según los recursos disponibles
y determinen a tanto alzado la contribución de sus socios o partícipes.
c)
Las siguientes operaciones de seguro distinto al de vida:
1.º Las realizadas por entidades de previsión cuyas prestaciones
varíen en función de los recursos disponibles y en las que
la contribución de los miembros se determine a tanto alzado.
2.º Las efectuadas por organizaciones sin personalidad jurídica
que tengan por objeto la garantía mutua de sus miembros, sin dar
lugar al pago de primas ni a la constitución de provisiones técnicas.
3.º Las realizadas por mutuas de seguros en las que concurran simultáneamente
las siguientes condiciones: a) que sus estatutos prevean la posibilidad
de realizar derramas de cuotas o reducir las prestaciones, que su actividad
no cubra los riesgos de responsabilidad civil, salvo que constituya riesgo
accesorio, ni los riesgos de crédito y caución; b) que el
importe anual de las cotizaciones percibidas por razón de operaciones
de seguro no supere 1.000.000 de ecus, y c) finalmente, que la mitad,
por lo menos, de tales cotizaciones provengan de personas afiliadas a
la mutua.
4.º
Las realizadas por mutuas de seguros que hayan concertado con otra mutua
un acuerdo sobre el reaseguro íntegro de los contratos de seguro
que hayan suscrito o la sustitución de la mutua cesionaria por
la cedente para la ejecución de los compromisos resultantes de
dichos contratos.
5.º Las de seguro de crédito a la exportación por cuenta
o con el apoyo del Estado.
6.º Las del ramo de decesos.
7.º Las efectuadas por entidades que operen únicamente en
el ramo de asistencia, cuando su actividad se limite a parte del territorio
nacional, sus prestaciones sean en especie y su importe anual de ingresos
no supere 200.000 ecus.
Artículo 50.
Cesión de cartera.
1. La cesión de cartera por una entidad aseguradora española
de los contratos suscritos en régimen de derecho de establecimiento
o en régimen de libre prestación de servicios o que, en
virtud de la cesión, pasen a estar suscritos en cualquiera de ambos
regímenes, a un cesionario domiciliado en el Espacio Económico
Europeo, incluido España, o a las sucursales del cesionario establecidas
en dicho Espacio, precisará de la conformidad de la autoridad supervisora
del Estado miembro del compromiso o localización del riesgo, de
la certificación de que la cesionaria dispone, habida cuenta de
la cesión, del margen de solvencia necesario, expedida por la autoridad
supervisora del Estado miembro de origen del cesionario, y en los contratos
suscritos en régimen de derecho de establecimiento, de la consulta
a la autoridad supervisora del Estado miembro de la sucursal cedente.
2.
Si los Estados miembros no contestan a las solicitudes de conformidad,
certificación y consulta en el plazo de tres meses desde la recepción
de las mismas, se entenderá otorgada tal conformidad, expedida
la certificación y evacuada la consulta, respectivamente.
3. Los tomadores tendrán derecho a resolver los contratos de seguro
afectados por la cesión de cartera regulada en este precepto y,
en todo lo demás, dicha cesión de cartera se ajustará
a lo dispuesto en el artículo 22 de esta Ley.
Artículo 51.
Medidas de intervención.
1. La revocación de la autorización administrativa a una
entidad aseguradora española que opere en régimen de derecho
de establecimiento o en régimen de libre prestación de servicios
será notificada por la Dirección General de Seguros a las
autoridades supervisoras de los restantes Estados miembros. En este caso
y con el objeto de salvaguardar los intereses de los asegurados, en colaboración
con las referidas autoridades, podrá adoptar las medidas de control
especial reguladas en el artículo 39 de esta Ley.
2.
Si la entidad aseguradora española fuere disuelta, las obligaciones
derivadas de los contratos celebrados en régimen de derecho de
establecimiento y en régimen de libre prestación de servicios
tendrán el mismo tratamiento que las obligaciones que resulten
de los demás contratos de seguro de la entidad en liquidación,
sin distinción de nacionalidad de los tomadores de seguro, asegurados
y beneficiarios.
3. Si se adopta la medida de control especial de prohibición de
disponer de los bienes sobre una entidad aseguradora española que
opere en otros Estados miembros en régimen de derecho de establecimiento
o en régimen de libre prestación de servicios, la Dirección
General de Seguros informará a las autoridades supervisoras de
los demás Estados miembros y, en su caso, solicitará, con
arreglo al artículo 39.2.a), que adopten sobre los bienes situados
en su territorio las mismas medidas que la Dirección General de
Seguros hubiere adoptado.
Artículo
52.
Deber de información al Ministerio de Economía y Hacienda.
Las entidades aseguradoras españolas que operen en régimen
de derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios deberán informar a la Dirección General de
Seguros, separadamente para las operaciones realizadas en cada Estado
miembro del Espacio Económico Europeo en régimen de derecho
de establecimiento y en régimen de libre prestación de servicios,
sobre su actividad en los términos, forma y periodicidad que reglamentariamente
se determine.
La Dirección General de Seguros suministrará dicha información,
sobre una base agregada, a las autoridades supervisoras de los Estados
miembros interesados que así lo soliciten. Reglamentariamente se
concretará el alcance de este suministro de información.
Artículo
53.
Deber de información al tomador del seguro.
1. Antes de la celebración por una entidad aseguradora española
de un contrato de seguro, distinto al contrato de seguro por grandes riesgos,
en régimen de derecho de establecimiento o en régimen de
libre prestación de servicios, deberá informar al tomador
del seguro de que está domiciliada en España o, si es el
caso, la sucursal con la que vaya a celebrarse el contrato, lo que también
deberá constar en los documentos que a estos efectos se entreguen,
en su caso, al tomador del seguro o a los asegurados.
2. La póliza y cualquier otro documento en que se formalice todo
contrato de seguro en régimen de derecho de establecimiento o en
régimen de libre prestación de servicios, incluidos los
contratos de seguro por grandes riesgos, deberán indicar la dirección
del domicilio social o, en su caso, de la sucursal de la entidad aseguradora
española que proporcione la cobertura; y, tratándose de
contratos de seguro de responsabilidad civil en vehículos terrestres
automóviles, excluida la responsabilidad del transportista, celebrados
en régimen de libre prestación de servicios, deberá
hacerse constar también el nombre y la dirección del representante
a que se refiere el artículo 86.2 de esta Ley, cuando lo exija
el Estado miembro de localización del riesgo.
Artículo
54.
Remisión general.
En todo lo demás, y en defecto de lo dispuesto específicamente
en los artículos 55 y 56, las entidades aseguradoras españolas
que operen en régimen de derecho de establecimiento o en régimen
de libre prestación de servicios se ajustarán a las disposiciones
de este Título II, con excepción de las normas contenidas
en los artículos 24.5.a) y 34.2.
Sección 2.ª
Régimen de derecho de establecimiento
Artículo 55.
Establecimiento de sucursales.
1. Toda entidad aseguradora española que se proponga establecer
una sucursal en el territorio de otro Estado miembro del Espacio Económico
Europeo lo notificará en la Dirección General de Seguros,
acompañando la siguiente información:
a)
El nombre del Estado miembro en cuyo territorio se propone establecer
la sucursal.
b) Su programa de actividades, en el que se indiquen, en particular, las
operaciones que pretenda realizar y la estructura de la organización
de la sucursal.
c) La dirección en el Estado miembro de la sucursal en la que pueden
reclamarle y entregarle los documentos.
d) El nombre del apoderado general de la sucursal, que deberá estar
dotado de poderes suficientes para obligar a la entidad aseguradora frente
a terceros y para representarla ante las autoridades y órganos
judiciales del Estado miembro de la sucursal.
e) Si la entidad pretende que su sucursal cubra los riesgos del ramo de
responsabilidad civil en vehículos terrestres automóviles,
excepto la responsabilidad del transportista, deberá declarar que
se ha asociado a la oficina nacional y al fondo nacional de garantía
del Estado miembro de la sucursal.
f)
Si la entidad pretende que su sucursal cubra los riesgos del ramo de defensa
jurídica, deberá indicar la opción elegida, entre
las distintas modalidades de gestión previstas en la disposición
adicional tercera de esta Ley.
2. En el plazo de tres meses a partir de la recepción de la información
a que hace referencia el número 1 precedente, la Dirección
General de Seguros lo comunicará a la autoridad supervisora del
Estado miembro de la sucursal, acompañando certificación
de que la entidad aseguradora dispone del mínimo del margen de
solvencia legalmente exigible, e informará de dicha comunicación
a la entidad aseguradora.
La Dirección General de Seguros podrá negarse a comunicar
dicha información cuando, a la vista de la documentación
presentada por la entidad aseguradora, tenga razones para dudar de la
idoneidad de la estructura de la organización, de la situación
financiera de la entidad aseguradora, o de la honorabilidad y cualificación
o experiencia profesionales de los directivos responsables o del apoderado
general.
La
negativa a comunicar la información al Estado miembro de la sucursal
deberá ser notificada a la entidad aseguradora. Tanto esta negativa
como la falta de comunicación de la información en el plazo
de tres meses, con la consideración de acto presunto en el que
puede entenderse desestimada la solicitud, tendrán el carácter
de actos administrativos recurribles.
3. Si la autoridad supervisora del Estado miembro de la sucursal indicara
a la Dirección General de Seguros las condiciones en las que, por
razones de interés general, deban ser ejercidas dichas actividades
en el referido Estado miembro de la sucursal, dicha Dirección General
lo comunicará a la entidad aseguradora interesada.
4. La entidad aseguradora podrá establecer la sucursal y comenzar
sus actividades desde que reciba la comunicación de la autoridad
supervisora del Estado miembro de la sucursal o, en su defecto, desde
el transcurso del plazo de dos meses a partir de la recepción por
ésta de la comunicación de la Dirección General de
Seguros a que se refiere el número 2 de este artículo.
5.
La modificación del contenido de alguno de los datos notificados
con arreglo a lo dispuesto en las letras b), c) o d) del número
1 se ajustará a lo dispuesto en los números precedentes,
pero la entidad aseguradora lo notificará además al Estado
miembro de la sucursal en que esté establecida y tanto éste
como la Dirección General de Seguros dispondrán de un plazo
común de un mes para ejercer las funciones que les atribuyen los
números precedentes.
6. La obligación de conservar la documentación en el domicilio
social que impone el artículo 24.6 se entenderá referida
a la dirección de la sucursal.
Sección 3.ª
Régimen de libre prestacion de servicios
Artículo 56.
Actividades en régimen de libre prestación de servicios.
1.
Toda entidad aseguradora española que se proponga ejercer por primera
vez en uno o más Estados miembros del Espacio Económico
Europeo actividades en régimen de libre prestación de servicios
deberá informar previamente de su proyecto en la Dirección
General de Seguros, indicando la naturaleza de los riesgos o compromisos
que se proponga cubrir.
2. La Dirección General de Seguros lo comunicará, en el
plazo de un mes, a partir de la recepción de la información,
al Estado o Estados miembros en cuyo territorio se proponga la entidad
aseguradora desarrollar sus actividades en régimen de libre prestación
de servicios, indicando:
a) Que la entidad aseguradora dispone del mínimo del margen de
solvencia.
b)
Los ramos en que la entidad aseguradora está autorizada a operar.
c) La naturaleza de los riesgos o compromisos que la entidad aseguradora
se proponga cubrir en el Estado miembro de la libre prestación
de servicios.
d) Si la entidad pretende cubrir los riesgos del ramo de responsabilidad
civil en vehículos terrestres automóviles, excepto la responsabilidad
del transportista, la declaración de la entidad de que se ha asociado
a la oficina nacional y al fondo nacional de garantía del Estado
miembro de la libre prestación de servicios, así como el
nombre y la dirección del representante a que se refiere el artículo
86.2 de esta Ley.
e) Si la entidad pretende cubrir los riesgos del ramo de defensa jurídica,
la opción elegida, entre las distintas modalidades de gestión
previstas en la disposición adicional tercera de esta Ley.
Esta
última información, así como la anterior del apartado
d), deberá ser aportada por la entidad junto con la referida en
el número 1 de este artículo.
3. La entidad aseguradora podrá iniciar su actividad a partir de
la fecha certificada en que la Dirección General de Seguros le
notifique que ha cursado la comunicación a que se refiere el número
precedente.
4. Toda modificación de la naturaleza de los riesgos o compromisos
que la entidad aseguradora pretenda cubrir en régimen de libre
prestación de servicios se ajustará a lo dispuesto en los
números precedentes de este artículo.
Capítulo
V
Reaseguro
Artículo 57.
Entidades reaseguradoras.
1. Unicamente podrán aceptar operaciones de reaseguro:
a) Las sociedades anónimas españolas que tengan por objeto
exclusivo el reaseguro.
b) Las entidades aseguradoras que se hallen autorizadas para la práctica
del seguro directo en España, en los mismos ramos que comprenda
aquella autorización y con arreglo al mismo régimen jurídico.
c) Las entidades de reaseguro extranjeras o agrupaciones de éstas
que operen en su propio país y establezcan sucursal en España.
d) Las entidades aseguradoras y de reaseguro extranjeras, o agrupaciones
de éstas, que operen en su propio país y no tengan sucursal
en España o, teniéndola, las aceptasen desde su domicilio
social o, caso de entidades domiciliadas en el Espacio Económico
Europeo, desde sucursales establecidas en cualquiera de los Estados miembros.
2.
Las entidades referidas en la letra a) y las sucursales comprendidas en
la letra c) del número anterior requerirán autorización
del Ministro de Economía y Hacienda, para cuya obtención
habrán de cumplir, en la forma que reglamentariamente se establezca,
los requisitos exigidos para las entidades aseguradoras directas. La autorización
determinará la inscripción en el Registro administrativo
de entidades aseguradoras.
3. Las entidades a que se refiere el número 2 precedente tendrán
la obligación de constituir, calcular, contabilizar e invertir
las provisiones técnicas y, en su caso, disponer del margen de
solvencia en la forma que reglamentariamente se determine. Además
les serán aplicables las normas contenidas en los artículos
15, 18, 19, 20, 21, 25, 26, 27 y 29 a 48 de la presente Ley.
4.
Las entidades exclusivamente reaseguradoras no podrán extender
su gestión cerca de los tomadores de seguro o de los asegurados.
5. Los administradores de las sociedades definidas en el apartado 1.a)
de este artículo están obligados a formular, en el plazo
máximo de seis meses contados a partir del cierre del ejercicio
social, las cuentas anuales, el informe de gestión y la propuesta
de aplicación del resultado; y la junta general ordinaria de estas
entidades, previamente convocada al efecto, se reunirá necesariamente
dentro de los tres meses siguientes a la fecha de la precitada formulación
por los administradores para censurar la gestión social, aprobar,
en su caso, las cuentas del ejercicio anterior y resolver sobre la aplicación
del resultado.
Artículo
58.
Plenos de retención.
Las entidades aseguradoras y de reaseguros establecerán sus planes
de reaseguro de tal modo que los plenos de retención correspondientes
guarden relación con su capacidad económica para el adecuado
equilibrio técnico-financiero de la entidad.
Capítulo
VI
Protección
del asegurado
Artículo 59.
Crédito singularmente privilegiado.
Los bienes respecto de los cuales se haya adoptado la medida de control
especial de prohibición de disponer prevista en el artículo
39.2.a), aunque tal medida no haya sido objeto de anotación registral,
quedarán afectos a satisfacer los derechos de los asegurados, beneficiarios
y terceros perjudicados a que se refiere el artículo 73 de la Ley
de Contrato de Seguro, con exclusión de cualquier otro crédito
distinto a los garantizados con derecho real inscrito o anotación
de embargo practicada con anterioridad a la fecha en la que se haga constar
la medida en los Registros correspondientes.
Tal preferencia será también aplicable a los créditos
de quienes hayan celebrado con las entidades aseguradoras contratos afectados
por lo dispuesto en el artículo 5.2 y en el párrafo segundo
del artículo 39.7 de la presente Ley.
Artículo
60.
Deber de información al tomador.
1. Antes de celebrar un contrato de seguro distinto al seguro de vida,
si el tomador es una persona física, o cualquier contrato de seguro
de vida, la entidad aseguradora deberá informar al tomador sobre
la legislación aplicable al contrato, sobre las disposiciones relativas
a las reclamaciones que puedan formularse y sobre los demás extremos
que se determinen reglamentariamente.
2. Durante todo el período de vigencia del contrato de seguro sobre
la vida, la entidad aseguradora deberá informar al tomador de las
modificaciones de la información inicialmente suministrada y asimismo
en los términos que reglamentariamente se determine, en todo caso
con periodicidad anual, sobre la situación de su participación
en beneficios.
3.
Antes de celebrar un contrato de seguros, la entidad aseguradora deberá
informar al tomador sobre el Estado miembro y autoridad a quienes corresponde
el control de la actividad de la propia entidad aseguradora, extremo éste
que deberá, asimismo, figurar en la póliza y cualquier otro
documento en que se formalice todo contrato de seguro.
Artículo 61.
Mecanismos de solución de conflictos.
1. Los conflictos que puedan surgir entre tomadores del seguro, asegurados,
beneficiarios, terceros perjudicados o derechohabientes de cualesquiera
de ellos con entidades aseguradoras se resolverán por los jueces
y tribunales competentes.
2. Asimismo, podrán someter voluntariamente sus divergencias a
decisión arbitral en los términos del artículo 31
de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, y normas
de desarrollo de la misma.
3.
En cualquier caso, y sin perjuicio de lo dispuesto en el número
precedente, también podrán someter a arbitraje las cuestiones
litigiosas, surgidas o que puedan surgir, en materia de su libre disposición
conforme a derecho, en los términos de la Ley de Arbitraje.
Artículo 62.
Protección administrativa.
1. El Ministerio de Economía y Hacienda protegerá la libertad
de los asegurados para decidir la contratación de los seguros y
el mantenimiento del equilibrio contractual en los contratos de seguro
ya celebrados.
2. (Modificado) (Modificado)
Los tomadores del seguro, asegurados, beneficiarios, terceros perjudicados
o derechohabientes de cualesquiera de ellos se consideran interesados
para formular reclamaciones ante la Dirección General de Seguros
contra las entidades aseguradoras que realicen prácticas abusivas
o lesionen los derechos derivados del contrato de seguro. La Dirección
General de Seguros, tras la tramitación del correspondiente procedimiento
administrativo con audiencia de la entidad aseguradora y del reclamante,
resolverá la reclamación bien mediante la formulación
del requerimiento a que se refiere el artículo 24.4 o los mencionados
en el artículo 40.4.h) y 5.b), si entendiere fundada la reclamación
y el incumplimiento de la entidad aseguradora afectara al ámbito
material de los antedichos preceptos, o bien mediante la expresión
de su criterio en los restantes supuestos. Las prácticas abusivas
y la desatención de los precitados requerimientos dará lugar,
según los casos, a la imposición de las sanciones administrativas
correspondientes a las infracciones tipificadas en el artículo
40.4.h) y 5.b) de la presente Ley o a la prohibición regulada en
el número 4 del artículo 24.
Recibida
la reclamación por la Dirección General de Seguros y Fondos
de Pensiones se verificará la concurrencia de alguna de las circunstancias
previstas en los párrafos anteriores. Si se cumplen los requisitos
necesarios se procederá a la apertura del correspondiente procedimiento
administrativo; en caso contrario se requerirá al reclamante para
completar la información en el plazo de diez días con apercibimiento
de que si así no lo hiciese se dictará resolución
en la que se le tendrá por desistido de su reclamación.
3. (Sin contenido)
4. (Sin contenido)
Artículo 63.
(Sin contenido)
Capítulo
VII
Mutualidades
de previsión social
Artículo 64.
Concepto y requisitos.
1. Las mutualidades de previsión social son entidades aseguradoras
que ejercen una modalidad aseguradora de carácter voluntario complementaria
al sistema de Seguridad Social obligatoria, mediante aportaciones a prima
fija o variable de los mutualistas, personas físicas o jurídicas,
o de otras entidades o personas protectoras.
En su denominación deberá figurar necesariamente la indicación
«Mutualidad de Previsión Social», que quedará
reservada para estas entidades.
Cuando en una mutualidad de previsión social todos sus mutualistas
sean empleados, sus socios protectores o promotores sean las empresas,
instituciones o empresarios individuales en las cuales presten sus servicios
y las prestaciones que se otorguen sean únicamente consecuencia
de acuerdos de previsión entre éstas y aquéllos,
se entenderá que la mutualidad actúa como instrumento de
previsión social empresarial.
2.
El objeto social de las mutualidades de previsión social será
el recogido en el artículo 11.
No obstante, las mutualidades de previsión social que cumplan lo
dispuesto en el artículo 67 podrán otorgar prestaciones
sociales siempre que reúnan los siguientes requisitos:
a) Que dichas prestaciones hayan sido autorizadas específicamente
por la Dirección General de Seguros.
b) Que mantengan la actividad de otorgamiento de prestaciones sociales
con absoluta separación económico-financiera y contable
respecto de sus operaciones de seguro.
c) Que, en todo momento, dispongan del fondo mutual mínimo y tengan
adecuadamente constituidas sus garantías financieras.
d) Que los recursos que dediquen a la actividad de prestación social
sean de su libre disposición.
3.
Las mutualidades de previsión social deberán cumplir cumulativamente
los siguientes requisitos:
a) Carecer de ánimo de lucro.
b) La condición de tomador del seguro o de asegurado será
inseparable de la de mutualista.
c) Establecer igualdad de obligaciones y derechos para todos los mutualistas,
sin perjuicio de que las aportaciones y prestaciones guarden la relación
estatutariamente establecida con las circunstancias que concurran en cada
uno de ellos. Serán aplicables las reglas contenidas en las letras
c), e), f) y g) del número 2 del artículo 9.
d) Limitar la responsabilidad de los mutualistas por las deudas sociales
a una cantidad inferior al tercio de la suma de las cuotas que hubieran
satisfecho en los tres últimos ejercicios, con independencia de
la cuota del ejercicio corriente.
e)
La incorporación de los mutualistas a la mutualidad será
en todo caso voluntaria y requerirá una declaración individual
del solicitante, o bien de carácter general derivada de acuerdos
adoptados por los órganos representativos de la cooperativa o de
los Colegios Profesionales, salvo oposición expresa del colegiado,
sin que puedan ponerse límites para ingresar en la mutualidad distintos
a los previstos en sus estatutos por razones justificadas.
f) La incorporación de sus mutualistas podrá ser realizada
directamente por la propia mutualidad o bien a través de la actividad
de mediación en seguros, esto último siempre y cuando cumplan
los requisitos de fondo mutual y garantías financieras del artículo
67. No obstante, los mutualistas podrán participar en la incorporación
de nuevos socios y en la gestión de cobro de las cuotas, en cuyo
caso podrán percibir la compensación económica adecuada
fijada estatutariamente.
g)
Otorgar sólo las prestaciones enumeradas en el artículo
65 y dentro de los límites cuantitativos fijados en el mismo.
h) Asumirán directamente los riesgos garantizados a sus mutualistas,
sin practicar operaciones de coaseguro ni de aceptación en reaseguro,
pero pudiendo realizar operaciones de cesión en reaseguro con entidades
aseguradoras autorizadas para operar en España.
i) La remuneración a los administradores por su gestión
formará parte de los gastos de administración, no pudiendo
exceder éstos de los límites fijados por el Ministerio de
Economía y Hacienda.
j) En su constitución deberán concurrir al menos 50 mutualistas.
4. Las federaciones o la Confederación Nacional de Mutualidades
de Previsión Social son entes de representación asociativa
de los intereses de las mutualidades de previsión social y en ningún
caso podrán realizar actividad aseguradora.
Podrán,
si están debidamente autorizadas por la Dirección General
de Seguros, prestar servicios comunes relacionados con la actividad de
las mutualidades de previsión social.
Artículo 65.
Ambito de cobertura y prestaciones.
1. (Modificado) En la previsión de riesgos sobre las personas las
contingencias que pueden cubrir son las de muerte, viudedad, orfandad
y jubilación, garantizando prestaciones económicas en forma
de capital o renta. Asimismo, podrán otorgar prestaciones por razón
de matrimonio, maternidad, hijos y defunción. Y podrán realizar
operaciones de seguro de accidentes e invalidez para el trabajo, enfermedad,
defensa jurídica y asistencia, así como prestar ayudas familiares
para subvenir a necesidades motivadas por hechos o actos jurídicos
que impidan temporalmente el ejercicio de la profesión.
Las
prestaciones económicas que se garanticen no podrán exceder
de 21.000 euros como renta anual ni de su equivalente actuarial como percepción
única de capital.
El límite previsto en el apartado anterior se podrá actualizar
por el Ministro de Economía, considerando la suficiencia de las
garantías financieras para atender las prestaciones actualizadas.
No obstante, para aquellas mutualidades que se hallen incursas en alguna
de las situaciones previstas en los artículos 26 ó 39.1
de esta Ley, las nuevas prestaciones económicas que se garanticen
no podrán exceder de 18.000 euros como renta anual ni de 78.000
euros como percepción única de capital.
2. En la previsión de riesgos sobre las cosas sólo podrán
garantizar los que se relacionan seguidamente y dentro del importe cuantitativo
de dichos bienes:
a)
Viviendas de protección oficial y otras de interés social,
siempre que estén habitadas por el propio mutualista y su familia.
b) Maquinaria, bienes e instrumentos de trabajo de mutualistas que sean
pequeños empresarios. A estos efectos se entenderá por pequeños
empresarios los trabajadores autónomos por cuenta propia y los
profesionales y empresarios, incluidos los agrícolas, que no empleen
más de cinco trabajadores.
c) Cosechas de fincas cultivadas directa y personalmente por el agricultor,
siempre que no queden comprendidas en el Plan Anual de Seguros Agrarios
Combinados, y los ganados integrados en la unidad de explotación
familiar.
3. Cada mutualidad podrá otorgar la totalidad o parte de las prestaciones
mencionadas en los dos números anteriores.
Artículo
66.
Ampliación de prestaciones.
1. Las mutualidades de previsión social no estarán sujetas
a los límites cualitativos y cuantitativos impuestos en los números
1 y 2 del artículo 65 y podrán otorgar prestaciones distintas
de las contenidas en dichos números y precepto siempre que obtengan
la autorización administrativa previa a la ampliación de
prestaciones.
2. Son requisitos necesarios para que una mutualidad de previsión
social pueda obtener y mantener la autorización administrativa
de ampliación de prestaciones los siguientes:
a) Haber transcurrido, al menos, un plazo de cinco años desde la
obtención de la autorización administrativa para realizar
actividad aseguradora y ser titular de una autorización válida
en todo el Espacio Económico Europeo.
b)
No haber estado sujeta a medidas de control especial, ni haberse incoado
a la misma procedimiento administrativo de disolución o de revocación
de la autorización administrativa durante los dos años anteriores
a la presentación de la solicitud de autorización.
c) Poseer el mínimo de fondo mutual, margen de solvencia y del
fondo de garantía que a las mutuas de seguro a prima fija exige
la presente Ley, y tener constituidas las provisiones técnicas
en los mismos términos que deben tenerlas dichas mutuas a prima
fija.
d) Presentar y atenerse a un programa de actividades con arreglo al artículo
12 y sujetarse a la clasificación en ramos respecto de la actividad
aseguradora que realicen con ampliación de prestaciones.
3.
La solicitud de autorización de ampliación de prestaciones
se dirigirá a la Dirección General de Seguros o, en su caso,
al órgano competente de la Comunidad Autónoma, y deberá
ir acompañada de los documentos acreditativos del cumplimiento
de los requisitos exigidos en el número 2 precedente. La autorización
se concederá por el Ministro de Economía y Hacienda por
ramos, abarcando el ramo completo y la cobertura de los riesgos accesorios
o complementarios del mismo, según proceda, comprendidos en otro
ramo.
En todo lo demás, el procedimiento y la resolución administrativa
se ajustarán a lo dispuesto en los números 4, 5 y 6 del
artículo 6.
4. Si la autorización administrativa se obtiene en el ramo de vida,
la mutualidad de previsión social podrá continuar realizando
además, en su caso, las de previsión de riesgos sobre las
cosas a que se refiere el número 2 del artículo 65; si la
autorización administrativa lo es en cualquiera de los ramos distintos
al de vida, la mutualidad de previsión social podrá, además
de realizar las operaciones de seguro correspondientes al ramo autorizado,
continuar realizando las de previsión de riesgos sobre las personas
que autoriza el número 1 del artículo 65 y podrá
solicitar, con arreglo al número 3 del artículo 6, autorización
administrativa para extender su actividad a otros ramos de vida distintos
de los autorizados. En ambos casos estarán exentas de las limitaciones
que imponen las letras g) y h) del número 3 del artículo
64 de esta Ley únicamente en los ramos de seguro en que hayan obtenido
la autorización administrativa de ampliación de prestaciones.
5.
La realización por una mutualidad de previsión social de
las actividades que el presente artículo sujeta a autorización
administrativa de ampliación de prestaciones sin haberla obtenido
previamente será reputada operación prohibida y quedará
sujeta a los efectos y responsabilidades administrativas prevenidos en
los artículo 5.2, 39 y 40 y siguientes de la presente Ley.
Artículo 67.
Fondo mutual y garantías financieras.
1. Las mutualidades de previsión social que hayan obtenido autorización
administrativa de ampliación de prestaciones se sujetarán
en la exigencia de fondo mutual y garantías financieras a lo dispuesto
en el artículo anterior.
2. Las restantes mutualidades de previsión social:
a) Deberán constituir un fondo mutual de 5.000.000 de pesetas.
Asimismo, formarán con su patrimonio un fondo de maniobra que les
permita pagar los siniestros y gastos sin esperar al cobro de las derramas.
b)
Tendrán la obligación de constituir las provisiones técnicas
a que se refiere el artículo 16, deberán disponer del margen
de solvencia que regula el artículo 17 y del fondo de garantía
exigido por el artículo 18, cuya cuantía mínima será
en todo caso la tercera parte de la cuantía mínima del margen
de solvencia.
Artículo 68.
Normas aplicables.
1. Las mutualidades de previsión social cuyo ámbito sea
el delimitado en el párrafo inicial del artículo 69.2 de
esta Ley y respecto de las que las Comunidades Autónomas hayan
asumido en sus Estatutos de Autonomía competencia exclusiva se
regirán, en lo concerniente a su actividad aseguradora, por las
disposiciones a que se refiere el número 2 subsiguiente que tengan
la consideración de bases de la ordenación de los seguros
con arreglo a la disposición final primera de la presente Ley y
por las normas dictadas por dichas Comunidades Autónomas en desarrollo
de dichas bases.
2.
Las mutualidades de previsión social cuya competencia de ordenación
y supervisión corresponde al Estado con arreglo a lo dispuesto
en el artículo 69 se regirán por lo dispuesto en el presente
capítulo y por las restantes disposiciones de esta Ley, en lo que
no se opongan al mismo, así como por sus normas reglamentarias
de desarrollo.
Capítulo
VIII
Competencias
de ordenación y supervisión
Sección 1.ª
Competencias del Estado y de las Comunidades Autónomas
Artículo 69.
Distribución de competencias.
1. Las competencias de la Administración General del Estado en
la ordenación y supervisión de los seguros privados, incluido
el reaseguro, se ejercerán a través del Ministerio de Economía
y Hacienda.
2. Las Comunidades Autónomas que con arreglo a sus Estatutos de
Autonomía hayan asumido competencia en la ordenación de
seguros la tendrán respecto de las entidades aseguradoras, incluidas
las reaseguradoras, cuyo domicilio social, ámbito de operaciones
y localización de los riesgos en el caso de seguros distintos del
de vida y asunción de los compromisos en el supuesto de seguros
de vida, que aseguren se circunscriban al territorio de la respectiva
Comunidad Autónoma, con arreglo a los siguientes criterios:
a)
En el ámbito de competencias normativas les corresponde el desarrollo
legislativo de las bases de ordenación y supervisión de
los seguros privados contenidas en esta Ley y disposiciones reglamentarias
básicas que las complementen. En cuanto a las cooperativas de seguro
y mutualidades de previsión social tendrán, además,
competencia exclusiva en la regulación de su organización
y funcionamiento.
b) En el ámbito de competencias de ejecución les corresponde
las de ordenación y supervisión de los seguros privados
que se otorgan a la Administración General del Estado en la presente
Ley, entendiéndose hechas al órgano autonómico competente
las referencias que en la misma se contienen al Ministerio de Economía
y Hacienda y a la Dirección General de Seguros, con excepción
de las reguladas en el capítulo IV del presente Título y
en el Título III, quedando en todo caso reservadas al Estado las
competencias de otorgamiento de la autorización administrativa
para el ejercicio de la actividad aseguradora y su revocación,
que comunicará, en su caso, a la respectiva Comunidad Autónoma.
En cuanto a las cooperativas de seguro y mutualidades de previsión
social, también corresponde a las Comunidades Autónomas
conceder la autorización administrativa y su revocación,
previo informe de la Administración General del Estado, en ambos
casos; la tramitación de estos procedimientos, que será
interrumpida mientras la Administración General del Estado emite
su informe, corresponderá a la Comunidad Autónoma, que comunicará
al Ministerio de Economía y Hacienda cada autorización que
conceda, así como su revocación. La falta de emisión
de dicho informe en el plazo de seis meses se considerará como
manifestación de la conformidad del Ministerio de Economía
y Hacienda a la concesión de la autorización administrativa
o, en su caso, a su revocación.
3.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 149.1.6.ª,
11.ª y 13.ª de la Constitución, corresponde al Estado
el alto control económico-financiero de las entidades aseguradoras.
A estos efectos, las Comunidades Autónomas remitirán cuando
sea solicitada por el Ministerio de Economía y Hacienda y, en todo
caso, anualmente, la información y documentación de cada
entidad a que se refieren los artículos 71.4 y 21.4, manteniéndose
la necesaria colaboración entre la Administración General
del Estado y la de la Comunidad Autónoma respectiva a efectos de
homogeneizar la información documental y coordinar, en su caso,
las actividades de ordenación y supervisión de ambas Administraciones.
Sección
2.ª
Competencias de la Administracion General del Estado
Artículo 70.
Control de la actividad aseguradora.
1. El Ministerio de Economía y Hacienda velará por el funcionamiento
y desarrollo ordenado del mercado de seguros, fomentando la actividad
aseguradora, la transparencia, el respeto y adecuación de sus instituciones,
así como la correcta aplicación de los principios propios
de la técnica aseguradora.
2. El Ministerio de Economía y Hacienda podrá utilizar cualesquiera
medios técnicos, electrónicos, informáticos y telemáticos
para el desarrollo de su actividad y ejercicio de sus competencias de
ordenación y supervisión, con las limitaciones que a la
utilización de tales medios impone la Ley Orgánica 5/1992,
de 29 de octubre, de Regulación del Tratamiento Automatizado de
los Datos de Carácter Personal, y demás disposiciones que
resulten de aplicación. Esta posibilidad de utilización
de medios supone:
a)
Los documentos emitidos, cualquiera que sea su soporte, por los medios
anteriores gozarán de la validez y eficacia de un documento original
siempre que quede garantizada su autenticidad, integridad y el cumplimiento
de los requisitos exigidos por las disposiciones reguladoras del procedimiento
administrativo.
b) Los procedimientos administrativos que se tramiten con soporte informático
garantizarán la identificación y el ejercicio de la potestad
de ordenación y supervisión por el órgano del Ministerio
de Economía y Hacienda que la ejerza, así como la confidencialidad
y seguridad de los datos de carácter personal.
c) Las entidades aseguradoras podrán relacionarse con el Ministerio
de Economía y Hacienda a través de los medios técnicos
a que se refiere el presente número cuando sean compatibles con
los que disponga el citado Ministerio y se respeten las garantías
y requisitos previstos en el procedimiento de que se trate.
3.
En ausencia de normas especiales de procedimiento contenidas en la presente
Ley, la Administración General del Estado ajustará su actuación
a las disposiciones de la Ley de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
Artículo 71.
Control de las entidades aseguradoras.
1. El Ministerio de Economía y Hacienda ejercerá el control
financiero y el regulado en el artículo 24 de la presente Ley sobre
las entidades aseguradoras españolas, incluidas las actividades
que realicen en régimen de derecho de establecimiento y en régimen
de libre prestación de servicios.
2. El control financiero consistirá, en particular, en la comprobación,
para el conjunto de actividades de la entidad aseguradora, del estado
de solvencia y de la constitución de provisiones técnicas,
así como de los activos que las representan.
Además,
cuando se trate de entidades aseguradoras que satisfagan prestaciones
en especie, el control se extenderá también a los medios
técnicos de que dispongan las aseguradoras para llevar a cabo las
operaciones que se hayan comprometido a efectuar.
3. El Ministerio de Economía y Hacienda exigirá que las
entidades aseguradoras sometidas a su control dispongan de una buena organización
administrativa y contable y de procedimientos de control interno adecuados.
Asimismo, su publicidad se ajustará a lo dispuesto en la Ley 34/1988,
de 11 de noviembre, General de Publicidad, y disposiciones de desarrollo,
así como a las normas precisas para su adaptación a las
entidades aseguradoras recogidas en el Reglamento de la presente Ley.
4.
Las entidades aseguradoras suministrarán a la Dirección
General de Seguros la documentación e información que sean
necesarias para dar cumplimiento a lo dispuesto en los números
precedentes, ya mediante su presentación periódica en la
forma que reglamentariamente se determine, ya mediante la atención
de requerimientos individualizados que les dirija la citada Dirección
General.
Artículo
72.
Inspección de Seguros.
1. Las entidades aseguradoras y demás personas y organizaciones
enumeradas en el artículo 2 de la presente Ley están sujetas
a la Inspección de Seguros.
Quedan asimismo sujetas a esta inspección las entidades que se
presuma forman grupo con una entidad aseguradora, a efectos de determinar
su incidencia en la situación jurídica, financiera y económica
de la entidad aseguradora, y quienes realicen operaciones que puedan,
en principio, calificarse como de seguros, para comprobar si ejercen la
actividad sin la autorización administrativa previa.
2.
La inspección podrá versar sobre la situación legal,
técnica y económico-financiera, así como sobre las
condiciones en que ejercen su actividad, al objeto de que el Ministerio
de Economía y Hacienda pueda desempeñar adecuadamente las
competencias que le atribuye el artículo anterior, y todo ello
con carácter general o referido a cuestiones determinadas.
3. Las actuaciones de inspección de seguros se realizarán
por los funcionarios del Cuerpo Superior de Inspectores de Finanzas del
Estado, especialidad de Inspectores de Entidades de Seguros y de Fondos
y Planes de Pensiones. Los funcionarios pertenecientes al Cuerpo de Gestión
de la Hacienda Pública, así como los funcionarios expertos
informáticos, sólo podrán realizar actuaciones inspectoras
en los términos que se determinen en el Reglamento de desarrollo
de esta Ley. Los funcionarios de la Inspección de Seguros, en el
desempeño de sus funciones, tendrán la condición
de autoridad pública y vendrán obligados al deber de secreto
profesional, incluso una vez terminado el ejercicio de su función
pública.
Para
el correcto ejercicio de sus funciones podrán examinar toda la
documentación relativa a las operaciones de la entidad aseguradora,
pedir que les sea presentada o entregada copia a efectos de su incorporación
al acta de inspección, viniendo aquélla obligada a ello
y a darles las máximas facilidades para el desempeño de
su cometido. Si la persona o entidad inspeccionada tuviere motivos fundados,
podrá oponerse a la entrega de copia de la documentación,
aduciendo sus razones por escrito para su incorporación al acta.
4. Los actos de inspección podrán desarrollarse indistintamente
en el domicilio social de la entidad aseguradora, en cualquiera de sus
sucursales, en donde realice total o parcialmente la actividad aseguradora
y en las oficinas de la Dirección General de Seguros, cuando los
elementos sobre los que haya de realizarse puedan ser en ellas examinados.
Los
funcionarios de la Inspección de Seguros tendrán acceso
al domicilio social y a las sucursales, locales y oficinas en que se desarrollen
actividades por la entidad o persona inspeccionada; tratándose
del domicilio, y en caso de oposición, precisarán de la
pertinente autorización judicial y, en el caso de otras dependencias,
de la del Director General de Seguros.
5. La actuación inspectora se documentará en actas de inspección,
que podrán ser definitivas o previas. Se levantarán actas
de inspección previas cuando de las actuaciones inspectoras resulten
elementos suficientes para tramitar el procedimiento de supervisión
por inspección, si la espera hasta la formulación del acta
definitiva pusiera en peligro la tutela de los intereses de los asegurados,
o la actitud de la entidad o persona inspeccionada u otras circunstancias
concurrentes en la instrucción de la inspección así
lo aconsejasen.
6.
En las actas de inspección se reflejarán, en su caso:
a) Los hechos constatados por el inspector actuante que sean relevantes
a efectos de la calificación jurídica de la conducta o actividad
inspeccionada.
b) La situación legal y económico-financiera derivada de
las actuaciones realizadas por la inspección.
c) Las causas que pudieran determinar la revocación de la autorización,
la disolución administrativa, la adopción de medidas de
control especial, así como la imposición de sanciones administrativas.
d) La propuesta de revocación de la autorización, de disolución
administrativa de la entidad aseguradora o de adopción de medidas
de control especial.
Formarán parte del acta de inspección, a todos los efectos,
los anexos de la misma y las diligencias extendidas por el inspector actuante
durante su actividad comprobadora.
Las
actas de inspección tienen naturaleza de documentos públicos
y harán prueba de los hechos en ellas consignados y comprobados
por el inspector actuante, salvo que se acredite lo contrario.
7. El procedimiento administrativo de supervisión, cuando haya
actuación de la Inspección, se ajustará a los siguientes
trámites:
a) Se iniciará por acuerdo de la Dirección General de Seguros
en el que se determinarán los aspectos que han de ser objeto de
inspección.
b) El acta será notificada a la persona interesada, quien dispondrá
de quince días para formular las alegaciones y proponer las pruebas
que estime pertinentes en defensa de su derecho ante la Dirección
General de Seguros. Si se propusieren pruebas y éstas fueran admitidas,
deberán practicarse en un plazo no superior a diez días.
c)
Si, tras las alegaciones de la entidad interesada y, en su caso, la práctica
de la prueba, se realizaran nuevas actuaciones de instrucción del
procedimiento administrativo de supervisión por inspección,
se dará a aquélla nuevo trámite de audiencia por
término de ocho días.
d) A la vista de lo actuado, por el órgano administrativo competente
se dictará resolución con arreglo a Derecho. Caso de que
el acta de inspección contenga la propuesta a que se refiere la
letra d) del número 6 precedente, la resolución adoptará,
si hubiere lugar a ello, las medidas de control especial pertinentes,
el acuerdo de disolución administrativa de la entidad aseguradora,
o la revocación de la autorización administrativa.
e)
La duración máxima de este procedimiento será de
seis meses, a contar desde la notificación del acta de inspección.
Las actuaciones inspectoras previas al levantamiento del acta tendrán,
desde el acuerdo de la Dirección General de Seguros por el que
se ordene la inspección, la duración que sea precisa para
el adecuado cumplimiento del mandato contenido en la orden de inspección.
Artículo 73.
Junta Consultiva de Seguros.
1. En el Ministerio de Economía y Hacienda funcionará la
Junta Consultiva de Seguros como órgano colegiado administrativo
asesor del Ministerio de Economía y Hacienda en los asuntos concernientes
a la ordenación y supervisión de los seguros privados y
de planes y fondos de pensiones que se sometan a su consideración.
El informe que emita no será vinculante.
2.
La Junta Consultiva de Seguros será presidida por el Director General
de Seguros y de ella formarán parte, como vocales de la misma,
representantes de la Administración General del Estado, asegurados
y consumidores, entidades aseguradoras, entidades gestoras de fondos de
pensiones, mediadores de seguros titulados, organizaciones sindicales
y empresariales y corporaciones de prestigio relacionadas con el seguro
privado, actuarios, peritos de seguros y comisarios de averías,
en la forma que reglamentariamente se determine. Además, el Presidente
podrá solicitar la asistencia a la misma de otras personas o entidades
según la naturaleza de los asuntos a tratar.
Artículo 74.
Registros administrativos.
1. La Dirección General de Seguros llevará un Registro administrativo
de entidades aseguradoras sometidas a la presente Ley. Igualmente llevará
los siguientes Registros administrativos: especial de corredores de seguros,
de sociedades de correduría de seguros y sus altos cargos; de los
altos cargos de entidades aseguradoras; y de las organizaciones para la
distribución de la cobertura de riesgos entre entidades aseguradoras
o para la prestación de servicios comunes relacionados con la actividad
de las mismas y sus altos cargos.
Estos
Registros administrativos expresarán las circunstancias que reglamentariamente
se determinen y serán públicos para quienes acrediten interés
en su conocimiento.
2. Las entidades y personas inscritas en los Registros a que se refiere
el número precedente deberán facilitar la documentación
e información necesarias para permitir la llevanza actualizada
de los mismos. A estos efectos, remitirán a la Dirección
General de Seguros los documentos, datos y demás información
en la forma y plazos que reglamentariamente se determinen, sin perjuicio
de la obligación de atender también los requerimientos individualizados
de información que se les formulen.
Sección 3.ª
Normas generales
Artículo 75.
Deber de secreto profesional.
1. Salvo lo dispuesto en el artículo 74, los datos, documentos
e informaciones que obren en poder del Ministerio de Economía y
Hacienda en virtud de cuantas funciones le encomienda la presente Ley
tendrán carácter reservado.
Todas
las personas que ejerzan o hayan ejercido una actividad de ordenación
y supervisión de entidades aseguradoras, así como aquéllas
a quienes el Ministerio de Economía y Hacienda haya encomendado
funciones respecto de las mismas, tendrán obligación de
guardar secreto profesional sobre las informaciones confidenciales que
reciban a título profesional en el ejercicio de tal función.
El incumplimiento de esta obligación determinará las responsabilidades
penales y las demás previstas por las leyes. Estas personas no
podrán prestar declaración ni testimonio ni publicar, comunicar
o exhibir datos o documentos reservados, ni siquiera después de
haber cesado en el servicio, salvo permiso expreso otorgado por el órgano
competente del Ministerio de Economía y Hacienda. Si dicho permiso
no fuera concedido, la persona afectada mantendrá el secreto y
quedará exenta de la responsabilidad que de ello emane.
El
Ministerio de Economía y Hacienda sólo podrá utilizar
la información confidencial para el ejercicio de las potestades
de ordenación y supervisión que le encomienda la presente
Ley.
2. Se exceptúan de la obligación de secreto establecida
en el número anterior:
a) Cuando el interesado consienta expresamente la difusión, publicación
o comunicación de los datos.
b) La publicación de datos agregados con fines estadísticos,
o las comunicaciones en forma sumaria o agregada de manera que las entidades
individuales no puedan ser identificadas ni siquiera indirectamente.
c) Las informaciones requeridas por las autoridades judiciales competentes
en un proceso penal.
d) Las informaciones que, en el marco de los procesos mercantiles concursales
de una entidad aseguradora, sean requeridas por las autoridades judiciales,
siempre que no versen sobre terceros interesados en la rehabilitación
de la entidad.
e)
Las informaciones que, en el marco de los recursos administrativos o procesos
contencioso-administrativos en que se impugnen resoluciones administrativas
dictadas en el ejercicio de las potestades de ordenación y supervisión
de la actividad de las entidades aseguradoras, sean requeridas por las
autoridades administrativas o judiciales competentes.
Las autoridades judiciales que reciban del Ministerio de Economía
y Hacienda información de carácter reservado vendrán
obligadas a adoptar las medidas pertinentes que garanticen la reserva
durante la sustanciación del proceso de que se trate.
f) (Nuevo) Las informaciones requeridas por las Comisiones Parlamentarias
de Investigación, en los términos establecidos por su legislación
específica. El acceso de las Cortes Generales a la información
sometida al deber de secreto profesional se realizará a través
del Ministerio de Economía en la forma establecida en el apartado
1 de este artículo.
3.
No obstante lo dispuesto en el número 1, las informaciones confidenciales
podrán ser suministradas a las siguientes personas y entidades
para facilitar el cumplimiento de sus respectivas funciones, las cuales
vendrán a su vez obligadas por lo dispuesto en dicho número
1:
a) Las autoridades competentes para la ordenación y supervisión
de las entidades aseguradoras y demás entidades financieras en
los restantes Estados miembros del Espacio Económico Europeo.
b) El Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado
de Valores y los demás entes encargados de la ordenación
y supervisión de las cuentas y de la solvencia de entidades.
c) (Modificado) El Consorcio de Compensación de Seguros en su función
de liquidador de Entidades Aseguradoras.
d)
Las autoridades responsables de la lucha contra el blanqueo de capitales;
la Administración tributaria respecto de las comunicaciones que
de modo excepcional puedan realizarse en virtud de lo dispuesto en los
artículos 111 y 112 de la Ley General Tributaria, previa autorización
indelegable del Ministro de Economía y Hacienda.
e) Los auditores de cuentas de las entidades aseguradoras y sus grupos
y el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas.
4. Asimismo, las informaciones confidenciales podrán ser recibidas
de las personas y entidades referidas en el número 3 precedente.
Las informaciones confidenciales así recibidas, así como
las obtenidas por la inspección de sucursales de entidades aseguradoras
españolas establecidas en otros Estados miembros del Espacio Económico
Europeo, no podrán ser objeto de la comunicación a que se
refiere dicho número 3, salvo acuerdo expreso de la autoridad competente
que haya comunicado las informaciones o de la autoridad competente del
Estado miembro de la sucursal, respectivamente.
5.
(Nuevo) Los acuerdos de cooperación en los que se prevea el intercambio
de información con las autoridades competentes para la ordenación
y supervisión de las entidades aseguradoras y demás entidades
financieras o con otras autoridades u órganos de terceros países,
requerirán que la información suministrada quede protegida
por garantías de secreto profesional al menos equivalentes a las
contempladas en el número 1 de este artículo, y que el intercambio
de información tenga por objeto el cumplimiento de las labores
de ordenación y supervisión de dichas autoridades.
Cuando la información tenga su origen en otro Estado miembro del
Espacio Económico Europeo, no podrá ser revelada sin la
conformidad expresa de las autoridades competentes que la hayan facilitado
y, en su caso, únicamente con la finalidad para la que dichas autoridades
hayan dado su conformidad.
Artículo
76.
Aseguramiento en terceros países.
1. No podrán asegurarse en terceros países ajenos al Espacio
Económico Europeo los buques, aeronaves y vehículos con
estacionamiento habitual en España y los bienes de cualquier clase
situados en territorio español, con la única excepción
de las mercancías en régimen de transporte internacional.
Tampoco podrán asegurarse en dichos países los españoles
residentes en España en cuanto a sus personas o sus responsabilidades,
salvo que se encuentren en viaje internacional y por el período
de duración de éste. No obstante, el Ministro de Economía
y Hacienda podrá autorizar este aseguramiento con carácter
excepcional y para operaciones concretas.
2.
Queda igualmente prohibido concertar en España operaciones de seguro
directo con entidades aseguradoras de terceros países ajenos al
Espacio Económico Europeo o hacerlo a través de mediadores
de seguros privados que realicen su actividad para las mismas. De lo anterior
se exceptúa el supuesto en que dichas entidades aseguradoras contraten
a través de sucursales legalmente establecidas en España.
Artículo 77.
Deber de colaboración con los Estados miembros del Espacio Económico
Europeo y obligaciones de información y reciprocidad.
1. La Dirección General de Seguros colaborará con las autoridades
supervisoras de los restantes Estados miembros del Espacio Económico
Europeo e intercambiará con las mismas toda la información
que sea precisa para el ejercicio de sus funciones respectivas en el ámbito
de ordenación y supervisión de las operaciones aseguradoras
privadas.
2.
La Dirección General de Seguros informará a la Comisión
de las Comunidades Europeas:
a) De cualquier autorización de una sociedad dominada por una o
varias entidades aseguradoras que se rijan por el derecho de un país
no integrado en el Espacio Económico Europeo. En estos casos la
información especificará la estructura del grupo de sociedades.
b) De cualquier adquisición por parte de una entidad aseguradora
de un país no miembro del Espacio Económico Europeo de participaciones
en una entidad aseguradora española que hiciera de ésta
última una sociedad dominada de aquélla.
c) De cualquier dificultad de carácter general que encuentren las
entidades aseguradoras españolas para establecerse o desarrollar
su actividad en un país no miembro del Espacio Económico
Europeo.
3.
Asimismo, la Dirección General de Seguros informará a la
Comisión de las Comunidades Europeas, a petición de esta
última, cuando concurran las circunstancias a que se hará
referencia en el número 4 subsiguiente y mientras subsistan las
mismas:
a) De cualquier solicitud de autorización de una sociedad dominada
por una o varias sociedades que se rijan por el derecho de un país
no integrado en el Espacio Económico Europeo.
b) De cualquier proyecto de una sociedad dominante que se rija por el
derecho de un país no integrado en el Espacio Económico
Europeo para adquirir participaciones en una entidad aseguradora española
que fuera a convertir a esta última en sociedad dominada de aquélla.
4.
La Dirección General de Seguros limitará en su número
o suspenderá la tramitación de nuevas autorizaciones administrativas
presentadas al amparo del artículo 6 por sociedades dominadas por
otras que se rijan por el derecho de un Estado no perteneciente al Espacio
Económico Europeo cuando la Comisión de las Comunidades
Europeas por un plazo no superior a tres meses, o el Consejo, para prorrogar
por plazo más largo tales medidas, adopte un acuerdo en ese sentido
por haber comprobado que las entidades de seguros del Espacio Económico
Europeo no reciben en un país tercero un trato que ofrezca las
mismas posibilidades de competencia que a las entidades aseguradoras nacionales
de dicho país tercero y que en el mismo no se cumplen las condiciones
de acceso efectivo al mercado.
Lo
expresado en el párrafo precedente será también aplicable
al procedimiento de tramitación de comunicaciones de adquisición
de participaciones significativas, a que se refiere el artículo
21, en entidades aseguradoras españolas por entidades domiciliadas
en Estados no integrados en el Espacio Económico Europeo.
5. La limitación o suspensión a que se refiere el número
precedente no será aplicable en ningún caso a la creación
de sociedades dominadas por entidades aseguradoras o por las propias sociedades
dominadas de éstas, si unas y otras están debidamente autorizadas
en el Espacio Económico Europeo, ni a la adquisición de
participaciones significativas por tales entidades en una entidad aseguradora
domiciliada en dicho Espacio.
6.
En cualquier caso, las medidas que se adopten en virtud del presente artículo
deberán ajustarse a las obligaciones contraídas por la Unión
Europea en virtud de Tratados o Convenios internacionales reguladores
del acceso a la actividad aseguradora y de su ejercicio.
Título
III
De
la actividad en España de entidades aseguradoras extranjeras
Capítulo
I
De
la actividad en España de entidades aseguradoras domiciliadas en
otros países miembros del Espacio Económico Europeo
Sección 1.ª
Disposiciones comunes
Artículo 78.
Ordenación y supervisión de entidades aseguradoras autorizadas.
1. Las entidades aseguradoras domiciliadas en países miembros del
Espacio Económico Europeo distintos de España que hayan
obtenido la autorización para operar en el Estado miembro de origen
podrán ejercer sus actividades en España en régimen
de derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios.
No podrán acogerse a lo dispuesto en el párrafo anterior
las entidades aseguradoras que realicen las operaciones descritas en el
número 2 del artículo 49 de esta Ley y los Organismos de
derecho público enumerados en el artículo 4 de la Directiva
73/239/CEE, del Consejo, de 24 de julio de 1973, y en el artículo
4 de la Directiva 79/267/CEE, del Consejo, de 5 de marzo de 1979.
2.
Las entidades aseguradoras referidas en el número anterior deberán
respetar las disposiciones dictadas por razones de interés general
y las de ordenación y supervisión de las entidades aseguradoras,
incluidas las de protección del asegurado, que, en su caso, resulten
aplicables. Asimismo, deberán presentar, en los mismos términos
que las entidades aseguradoras españolas, todos los documentos
que les exija el Ministerio de Economía y Hacienda al objeto de
comprobar si respetan en España las disposiciones españolas
que les son aplicables. A estos efectos, dichas entidades aseguradoras
estarán sujetas a la inspección por el Ministerio de Economía
y Hacienda en los términos del artículo 72 y les será
aplicable lo dispuesto en el número 5 del artículo 24.
3.
Si la Dirección General de Seguros comprobase que una entidad aseguradora
de las referidas en el número 1 no respeta las disposiciones españolas
que le son aplicables, le requerirá para que acomode su actuación
al ordenamiento jurídico. En defecto de la pertinente adecuación
por parte de la entidad aseguradora, la Dirección General de Seguros
informará de ello a la autoridad supervisora del Estado miembro
de origen, al objeto de que adopte las medidas pertinentes para que la
entidad aseguradora ponga fin a esa situación irregular y las notifique
a la Dirección General de Seguros.
Si, por falta de adopción de las medidas pertinentes o porque las
adoptadas resultaren inadecuadas, persistiera la infracción del
ordenamiento jurídico, la Dirección General de Seguros podrá
adoptar, tras informar de ello a las autoridades supervisoras del Estado
miembro de origen, las medidas reguladas en el artículo 24.4 y
las previstas en el artículo 39 que, en ambos casos, le sean aplicables.
En
caso de urgencia, las medidas a que se refiere el párrafo anterior
podrán ser adoptadas por la Dirección General de Seguros
sin necesidad del requerimiento e información exigidos por el párrafo
primero.
4. Se presentará en castellano la documentación contractual
y demás información que el Ministerio de Economía
y Hacienda tiene derecho a exigir a estas entidades aseguradoras o deba
serle remitida por éstas, con arreglo al número 2 precedente
y a lo dispuesto en este capítulo.
5. Tales entidades aseguradoras podrán realizar publicidad de sus
servicios en España en los mismos términos que las entidades
aseguradoras españolas y sujetas a idéntica ordenación
y supervisión.
6. De estas entidades y de sus altos cargos se tomará razón
en los registros administrativos a que se refiere el artículo 74,
separadamente para las que ejerzan su actividad en España en régimen
de derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios.
Artículo
79.
Cesión de cartera.
1. El Ministerio de Economía y Hacienda deberá prestar su
conformidad para la cesión de cartera de los contratos de seguro
de una entidad aseguradora domiciliada en otro Estado miembro del Espacio
Económico Europeo cuando España sea el Estado miembro del
compromiso o localización del riesgo. Asimismo, deberá ser
consultado cuando la cedente sea una sucursal establecida en España
de una entidad aseguradora domiciliada en otro Estado miembro del Espacio
Económico Europeo. Finalmente, cuando la cesionaria sea una entidad
aseguradora española, dicho Ministerio deberá certificar
que la cesionaria dispone, habida cuenta de la cesión, del margen
de solvencia necesario.
2. El Ministerio de Economía y Hacienda deberá expresar
su criterio en el plazo de tres meses desde la recepción de la
petición de conformidad, formulación de consulta, o solicitud
de certificación remitida por el Estado miembro de origen de la
entidad aseguradora cedente. Si, transcurrido dicho plazo, el citado Ministerio
no se hubiere pronunciado al respecto, se entenderá otorgada la
conformidad, evacuada la consulta o remitida la certificación.
3.
Cuando el Estado miembro de origen de la cedente autorice la cesión,
el Ministerio de Economía y Hacienda deberá dar publicidad
a la cesión si España es el Estado miembro del compromiso
o localización del riesgo.
Artículo 80.
Medidas de intervención.
1. Cuando la autoridad supervisora de una entidad aseguradora domiciliada
en un Estado miembro del Espacio Económico Europeo distinto de
España, que opere en ella en régimen de derecho de establecimiento
o en régimen de libre prestación de servicios, le revoque
la autorización administrativa, la Dirección General de
Seguros prohibirá a dicha entidad aseguradora la contratación
de nuevos seguros en ambos regímenes. En este caso, y con el objeto
de salvaguardar los intereses de los asegurados, la Dirección General
de Seguros podrá adoptar, en colaboración con la referida
autoridad, las medidas de control especial reguladas en el artículo
39 de esta Ley.
2.
Las entidades aseguradoras domiciliadas en otro Estado miembro del Espacio
Económico Europeo que operen en España en régimen
de derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios están sujetas a la potestad sancionadora del Ministerio
de Economía y Hacienda en los términos de los artículos
40 y siguientes de la presente Ley, en lo que sea de aplicación
y con las siguientes precisiones:
a) La sanción de revocación de la autorización se
entenderá sustituida por la prohibición de que inicie nuevas
operaciones en el territorio español.
b) La iniciación del procedimiento se comunicará a las autoridades
supervisoras del Estado miembro de origen a fin de que, sin perjuicio
de las sanciones que procedan con arreglo a la presente Ley, adopten las
medidas que consideren apropiadas para que, en su caso, la entidad ponga
fin a su actuación infractora o evite su reiteración en
el futuro. Ultimado el procedimiento, el Ministerio de Economía
y Hacienda notificará la decisión adoptada a las citadas
autoridades.
c)
Se consideran cargos de administración o dirección de las
sucursales el apoderado general y las demás personas que dirijan
dicha sucursal.
3. Si sobre una entidad aseguradora domiciliada en otro Estado miembro
se hubiere adoptado por la autoridad supervisora de dicho Estado miembro
la medida de control especial de prohibición de disponer y solicitare
de la Dirección General de Seguros que adopte idéntica medida
sobre los bienes de la entidad aseguradora situados en territorio español,
con indicación de aquellos que deban ser objeto de la misma, la
citada Dirección General adoptará tal medida.
Artículo 81.
Deber de información al tomador del seguro.
1. Las entidades aseguradoras domiciliadas en otro Estado miembro del
Espacio Económico Europeo que operen en España en régimen
de derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios estarán sujetas en los contratos que celebren en ambos
regímenes al mismo deber de información al tomador del seguro
que a las entidades aseguradoras españolas imponen los artículos
53 y 60 de la presente Ley. La información será suministrada
en lengua española oficial del domicilio o residencia habitual
del tomador del seguro.
2.
Tratándose de contratos de seguro de responsabilidad civil en vehículos
terrestres automóviles, excluida la responsabilidad del transportista,
celebrados en régimen de libre prestación de servicios,
en la información deberá constar también el nombre
y la dirección del representante a que se refiere el artículo
86.2 de esta Ley.
Artículo 82.
Tributos y afiliación obligatoria.
1. (Modificado) Los contratos de seguro celebrados en régimen de
derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios que cubran riesgos localizados o asuman compromisos en España,
estarán sujetos a los recargos a favor del Consorcio de Compensación
de Seguros para cubrir las necesidades del mismo en el ejercicio de sus
funciones de compensación de pérdidas derivadas de acontecimientos
extraordinarios acaecidos en España, de fondo de garantía
en el seguro de responsabilidad civil derivada de la circulación
de vehículos automóviles y de liquidador de entidades aseguradoras,
así como a los demás recargos y tributos legalmente exigibles
en las mismas condiciones que los contratos suscritos con entidades aseguradoras
españolas.
2.
Particularmente, en el seguro de responsabilidad civil en vehículos
terrestres automóviles, excluida la responsabilidad del transportista,
las entidades aseguradoras que operen en España en régimen
de derecho de establecimiento o en régimen de libre prestación
de servicios deberán integrarse en la Oficina Española de
Aseguradores de Automóviles y suscribir, en su caso, los convenios
y acuerdos que sean obligatorios para las entidades aseguradoras españolas.
Sección 2.ª
Régimen de derecho de establecimiento
Artículo 83.
Determinación de condiciones de ejercicio.
1. Antes de que una sucursal en España de una entidad aseguradora
domiciliada en otro Estado miembro del Espacio Económico Europeo
se establezca y comience a ejercer su actividad en régimen de derecho
de establecimiento, la Dirección General de Seguros podrá
indicar a la autoridad supervisora del Estado miembro de origen las condiciones
en las que, por razones de interés general, deberá ser ejercida
la actividad en España.
La
citada Dirección General dispondrá para ello de un plazo
de dos meses, contado a partir del momento en que reciba de la autoridad
supervisora del Estado miembro de origen comunicación igual a la
que hace referencia el número 2 del artículo 55.
La sucursal podrá establecerse y comenzar su actividad en España
desde que se le notifique la conformidad o las condiciones de la Dirección
General de Seguros. También podrá iniciarla cuando, transcurrido
el citado plazo de dos meses, no haya recibido dicha notificación.
2. Toda modificación en la sucursal de alguno de los aspectos referidos
en las letras b) a e) del número 1 del artículo 55 de la
presente Ley estará sujeta a idéntico procedimiento pero
el plazo, que será común, se reducirá a un mes.
3.
Toda presencia permanente en el territorio español de una entidad
aseguradora domiciliada en otro Estado miembro del Espacio Económico
Europeo se considerará sujeta al régimen de derecho de establecimiento,
aunque no haya tomado la forma de sucursal y se ejerza mediante una oficina
administrada por el propio personal de aquélla o bien por medio
de una persona independiente, pero con poderes para actuar permanentemente
en nombre de la entidad aseguradora como lo haría una sucursal.
Artículo 84.
Inspección de sucursales por la autoridad supervisora de origen.
Las autoridades supervisoras del Estado miembro de origen de una entidad
aseguradora que tenga establecida una sucursal en España podrán
proceder, previa información a la Dirección General de Seguros,
por sí mismas o por medio de personas a quienes hayan otorgado
un mandato para ello, a la inspección de dicha sucursal para efectuar
el control que les corresponde, con la colaboración de la Inspección
de Seguros en los términos que reglamentariamente se determinen.
Sección
3.ª
Régimen de libre prestacion de servicios
Artículo 85.
Inicio y modificación de la actividad.
1. Las entidades aseguradoras domiciliadas en otro Estado miembro del
Espacio Económico Europeo podrán iniciar o, en su caso,
modificar su actividad en España en régimen de libre prestación
de servicios desde que reciban la notificación de que la autoridad
supervisora del Estado miembro de origen ha remitido a la Dirección
General de Seguros igual comunicación a la que se refiere el artículo
56.2 de esta Ley.
2. Particularmente, si la entidad aseguradora tiene intención de
cubrir los riesgos del ramo de responsabilidad civil en vehículos
terrestres automóviles, excluida la responsabilidad del transportista,
será requisito para el comienzo de su actividad en España
que previamente haya comunicado a la Dirección General de Seguros
el nombre y domicilio del representante a que se refiere el artículo
86.2, y que haya formulado ante dicha Dirección General la declaración
expresa responsable de que la entidad aseguradora se ha integrado en la
Oficina Española de Aseguradores de Automóviles y que va
a aplicar los recargos legalmente exigibles a favor del Consorcio de Compensación
de Seguros.
Artículo
86.
Representante a efectos fiscales y en el seguro de automóviles.
1. Las entidades aseguradoras domiciliadas en otro Estado miembro del
Espacio Económico Europeo que pretendan operar en España
en régimen de libre prestación de servicios vendrán
obligadas a designar un representante, persona física con residencia
habitual o entidad establecida en España, para que les represente
a efectos del cumplimiento de las obligaciones tributarias a que se refiere
el artículo 82.
2. (Modificado) Las entidades aseguradoras a que se refiere el apartado
precedente que pretendan celebrar contratos de seguro de responsabilidad
civil en vehículos terrestres automóviles, excluida la responsabilidad
del transportista, deberán además nombrar un representante,
persona física que resida habitualmente en España o persona
jurídica que esté en ella establecida. Sus facultades serán
exclusivamente las siguientes:
a)
Atender las reclamaciones que presenten los terceros perjudicados. A tal
efecto deberán tener poderes suficientes para representar a la
entidad aseguradora incluso para el pago de las indemnizaciones y para
defenderla ante los tribunales y autoridades administrativas españolas.
b) Representar a la entidad aseguradora ante las autoridades judiciales
y administrativas españolas competentes en todo lo concerniente
al control de la existencia y validez de las pólizas de seguro
de responsabilidad civil que resulte de la circulación de vehículos
terrestres automóviles.
c) Desempeñar, en su caso, las funciones a que se refiere el apartado
1 anterior.
3. (Nuevo) Si la entidad aseguradora no hubiere designado el representante
al que se refiere el apartado 2 anterior, asumirá las funciones
del mismo el representante designado en España para la tramitación
y liquidación de los siniestros ocurridos en otro Estado miembro
del Espacio Económico Europeo, cuando el perjudicado tenga su residencia
en España.
4.
(Nuevo) Los representantes a que se refieren los apartados 2 y 3 anteriores,
no constituirán por sí mismos una sucursal y, en consecuencia,
no podrán realizar operaciones de seguro directo en nombre de la
entidad aseguradora representada.
Capítulo II
De
la actividad en España de entidades aseguradoras domiciliadas en
terceros países
Artículo 87.
Establecimiento de sucursales.
1. El Ministro de Economía y Hacienda podrá conceder autorización
administrativa a entidades aseguradoras domiciliadas en terceros países,
no miembros del Espacio Económico Europeo, para establecer sucursales
en España al objeto de ejercer la actividad aseguradora, siempre
que cumplan los siguientes requisitos:
a) Que, con antelación no inferior a cinco años, se hallen
debidamente autorizadas en su país para operar en los ramos en
que se propongan hacerlo en España.
b) Que creen una sucursal general cuyo objeto esté limitado a la
actividad aseguradora, con domicilio permanente en España, donde
se conserve la contabilidad y documentación propia de la actividad
que desarrollen.
c)
Que presenten y se atengan a un programa de actividades ajustado al artículo
12. Asimismo, deberán presentar la documentación que reglamentariamente
se determine, incluso, en su caso, los modelos de pólizas, bases
técnicas y tarifas de primas.
d) Que aporten y mantengan en su sucursal en España un fondo de
cuantía no inferior al capital social o fondo mutual mínimos
exigidos en el artículo 13 a las entidades aseguradoras españolas,
según los ramos de seguros en que operan, que se denominará
fondo permanente de la casa central y, asimismo, que aporten y mantengan
en España un fondo de garantía no inferior al mínimo
establecido en el artículo 18.
e) Que acompañen certificado de la autoridad supervisora de su
país acreditativo de que cumplen con la legislación del
mismo, singularmente en materia de margen de solvencia.
f)
Que designen un apoderado general, con domicilio y residencia en España,
que reúna las condiciones exigidas por el artículo 15, y
con los más amplios poderes mercantiles para obligar a la entidad
aseguradora frente a terceros y representarla ante los tribunales y autoridades
administrativas españoles; si el apoderado general es una persona
jurídica deberá tener su domicilio social en España
y designar, a su vez, para representarla una persona física que
reúna las condiciones antes indicadas. Dicho apoderado deberá
obtener previamente la aceptación de la Dirección General
de Seguros, quien podrá denegarla o, en su caso, revocarla en aplicación
del principio de reciprocidad o por carecer de los requisitos que para
quienes ejercen cargos de administración de entidades aseguradoras
exige el artículo 15.
g)
(Nuevo) Si la entidad pretende cubrir los riesgos del ramo de responsabilidad
civil en vehículos terrestres automóviles, excluida la responsabilidad
del transportista, deberá comunicar el nombre y dirección
del representante designado en cada uno de los Estados del Espacio Económico
Europeo distinto a España, encargado de la tramitación y
liquidación de los siniestros ocurridos en un Estado distinto al
de residencia del perjudicado o en un país firmante del sistema
de Carta Verde.
2. Otorgada la autorización administrativa, se inscribirán
la sucursal y su apoderado general en el Registro administrativo que regula
el artículo 74.
Artículo 88.
Condiciones para el ejercicio de la actividad aseguradora.
La
sucursal podrá realizar su actividad aseguradora en España
con sometimiento a las disposiciones del Título II de la presente
Ley, salvo las de su capítulo IV, que en ningún caso le
serán aplicables, de modo que sus riesgos siempre deberán
estar localizados y sus compromisos asumidos en España.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior:
1. Las normas reglamentarias de desarrollo de la presente Ley podrán
exigir que los activos aptos para la cobertura de las provisiones técnicas
estén localizados en España.
2. La cesión de cartera en que participen estas sucursales como
cedentes o cesionarias se ajustará a las siguientes reglas:
a) Sólo será admisible la cesión de cartera de sucursales
en España de entidades aseguradoras domiciliadas en terceros países
cuando la cesionaria sea una entidad aseguradora española o domiciliada
en otro Estado miembro del Espacio Económico Europeo, una sucursal
establecida en España de una entidad aseguradora domiciliada en
otro Estado miembro del Espacio Económico Europeo o en terceros
países o, finalmente, una sucursal establecida en los restantes
Estados miembros del Espacio Económico Europeo de una entidad aseguradora
española o domiciliada en cualquiera de los restantes Estados miembros.
En todos estos supuestos la cesión de cartera se sujetará
a lo dispuesto en el artículo 22 y, en su caso, requerirá
previamente al otorgamiento de la autorización administrativa la
certificación de la autoridad competente del Estado miembro del
cesionario de que éste dispone, habida cuenta de la cesión,
del margen de solvencia necesario; tal certificación deberá
expedirse dentro de los tres meses siguientes a la recepción de
la petición formulada por la Dirección General de Seguros
y se entenderá extendida de conformidad si, transcurrido el citado
plazo, la certificación no es expedida. Si la cesionaria es una
entidad aseguradora domiciliada, o una sucursal establecida, en otro Estado
miembro del Espacio Económico Europeo, los tomadores del seguro
tendrán derecho a resolver los contratos de seguro afectados por
la cesión.
b)
Sólo será admisible la cesión de cartera a una sucursal
en España de entidades aseguradoras domiciliadas en terceros países
cuando la cedente sea una entidad aseguradora española o una sucursal
establecida en España de entidades aseguradoras domiciliadas en
otros Estados miembros del Espacio Económico Europeo o en terceros
países. Si la cedente es una entidad aseguradora española
o una sucursal en España de entidades aseguradoras domiciliadas
en terceros países, la cesión de cartera se ajustará
a lo dispuesto en el artículo 22; si la cedente es una sucursal
en España de una entidad aseguradora domiciliada en cualquiera
de los restantes Estados miembros del Espacio Económico Europeo,
el Ministerio de Economía y Hacienda deberá prestar su conformidad
para la cesión y, previamente, certificar si la sucursal de la
entidad aseguradora domiciliada en terceros países dispone, habida
cuenta de la cesión, del margen de solvencia necesario, todo ello
conforme al artículo 79.
3.
Las normas reglamentarias de desarrollo de la presente Ley podrán
exigir la autorización administrativa previa, la aprobación
o la puesta a disposición antes de su utilización de los
modelos de pólizas, tarifas de primas y bases técnicas.
Artículo 89.
Normas especiales de intervención de sucursales.
1. Será causa de revocación de la autorización administrativa
concedida a la sucursal de una entidad aseguradora domiciliada en un Estado
no miembro del Espacio Económico Europeo, además de las
enumeradas en el artículo 25.1 de la presente Ley, que concurra
en dicha sucursal cualquiera de las circunstancias que en una entidad
aseguradora española son causa de disolución. Además,
el Gobierno podrá revocar la autorización a estas sucursales
en aplicación del principio de reciprocidad o cuando lo aconsejen
circunstancias extraordinarias de interés nacional.
2.
La necesidad de salvaguarda de los intereses de los asegurados, beneficiarios,
perjudicados o de otras entidades aseguradoras que exige la letra a) del
artículo 27.2 para acordar la intervención de la liquidación
de una entidad aseguradora se presume, en todo caso, en la liquidación
que afecte a sucursales de entidades extranjeras domiciliadas en países
no miembros del Espacio Económico Europeo cuyas sedes centrales
hubieran sido disueltas.
3. A efectos del ejercicio de la potestad sancionadora se considera que
ostentan cargos de administración o dirección de la sucursal
el apoderado general y las demás personas que dirijan dicha sucursal.
Disposiciones adicionales
Disposición
adicional primera.
Ramos de seguro.
1. En el seguro directo distinto del seguro de vida la clasificación
de los riesgos por ramos, así como la denominación de la
autorización concedida simultáneamente para varios ramos
y, finalmente, la conceptuación de riesgos accesorios se ajustará
a lo siguiente:
A. Clasificación de los riesgos por ramos.
1. Accidentes.
Las prestaciones en este ramo pueden ser: a tanto alzado, de indemnización,
mixta de ambos, y de cobertura de ocupantes de vehículos.
2. Enfermedad (comprendida la asistencia sanitaria).
Las prestaciones en este ramo pueden ser: a tanto alzado, de reparación,
y mixta de ambos.
3. Vehículos terrestres (no ferroviarios).
Incluye
todo daño sufrido por vehículos terrestres, sean o no automóviles,
salvo los ferroviarios.
4. Vehículos ferroviarios.
5. Vehículos aéreos.
6. Vehículos marítimos, lacustres y fluviales.
7. Mercancías transportadas (comprendidos los equipajes y demás
bienes transportados).
8. Incendio y elementos naturales.
Incluye todo daño sufrido por los bienes (distinto de los comprendidos
en los ramos 3, 4, 5, 6 y 7) causado por incendio, explosión, tormenta,
elementos naturales distintos de la tempestad, energía nuclear
y hundimiento de terreno.
9. Otros daños a los bienes.
Incluye
todo daño sufrido por los bienes (distinto de los comprendidos
en los ramos 3, 4, 5 , 6 y 7) causado por el granizo o la helada, así
como por robo u otros sucesos distintos de los incluidos en el número
8.
10. Responsabilidad civil en vehículos terrestres automóviles
(comprendida la responsabilidad del transportista).
11. Responsabilidad civil en vehículos aéreos (comprendida
la responsabilidad del transportista).
12. Responsabilidad civil en vehículos marítimos, lacustres
y fluviales (comprendida la responsabilidad civil del transportista).
13. Responsabilidad civil en general.
Comprende toda responsabilidad distinta de las mencionadas en los números
10, 11 y 12.
14.
Crédito.
Comprende insolvencia general, venta a plazos, crédito a la exportación,
crédito hipotecario y crédito agrícola.
15. Caución (directa e indirecta).
16. Pérdidas pecuniarias diversas.
Incluye riesgos del empleo, insuficiencia de ingresos (en general), mal
tiempo, pérdida de beneficios, subsidio por privación temporal
del permiso de conducir, persistencia de gastos generales, gastos comerciales
imprevistos, pérdida del valor venal, pérdidas de alquileres
o rentas, pérdidas comerciales indirectas distintas de las anteriormente
mencionadas, pérdidas pecuniarias no comerciales y otras pérdidas
pecuniarias.
17. Defensa jurídica.
18.
Asistencia.
Asistencia a las personas que se encuentren en dificultades durante desplazamientos
o ausencias de su domicilio o de su lugar de residencia permanente. Comprenderá
también la asistencia a las personas que se encuentren en dificultades
en circunstancias distintas, determinadas reglamentariamente, siempre
que no sean objeto de cobertura en otros ramos de seguro.
19. Decesos.
Incluye operaciones de seguro que garanticen únicamente prestaciones
en caso de muerte, cuando estas prestaciones se satisfagan en especie
o cuando el importe de las mismas no exceda del valor medio de los gastos
funerarios por un fallecimiento.
Los riesgos comprendidos en un ramo no podrán ser clasificados
en otro ramo, sin perjuicio de lo dispuesto respecto de los riesgos accesorios
en la letra C.
B.
Denominación de la autorización concedida simultáneamente
para varios ramos.
Cuando la autorización se refiera simultáneamente:
- A los ramos 1 y 2 se dará con la denominación «Accidentes
y enfermedad».
- A la cobertura de ocupantes de vehículos del ramo 1 y a los ramos
3, 7 y 10 se dará con la denominación «Seguro de automóvil».
- A la cobertura de ocupantes de vehículos del ramo 1 y a los ramos
4, 6, 7 y 12 se dará con la denominación «Seguro marítimo
y de transporte».
- A la cobertura de ocupantes de vehículos del ramo 1 y a los ramos
5, 7 y 11 se dará con la denominación «Seguro de aviación».
- A los ramos 8 y 9 se dará con la denominación «Incendio
y otros daños a los bienes».
-
A los ramos 10, 11, 12 y 13 se dará con la denominación
«Responsabilidad civil».
- A los ramos 14 y 15 se dará con la denominación «Crédito
y caución».
- A todos los ramos se dará con la denominación «Seguros
generales».
C. Riesgos accesorios.
La entidad aseguradora que obtenga una autorización para un riesgo
principal perteneciente a un ramo o a un grupo de ramos podrá asimismo
cubrir los riesgos comprendidos en otro ramo sin necesidad de obtener
autorización de los mismos, cuando éstos estén vinculados
al riesgo principal, se refieran al objeto cubierto contra el riesgo principal
y estén cubiertos por el contrato que cubre el riesgo principal,
siempre que para la autorización en el ramo al que pertenezca el
riesgo accesorio no se requieran mayores garantías financieras
previas que para el principal, salvo, en cuanto a este último requisito,
que el riesgo accesorio sea el de responsabilidad civil cuya cobertura
no supere los límites que reglamentariamente se determinen.
No
obstante, los riesgos comprendidos en los ramos 14, 15 y 17 no podrán
ser considerados accesorios de otros ramos, salvo el ramo 17 (defensa
jurídica) que, cuando se cumplan las condiciones exigidas en el
párrafo anterior, podrá ser considerado como riesgo accesorio
del ramo 18 si el riesgo principal sólo se refiere a la asistencia
facilitada a las personas en dificultades con motivo de desplazamientos
o de ausencias del domicilio o del lugar de residencia permanente, y como
riesgo accesorio del ramo 6 cuando se refiera a litigios o riesgos que
resulten de la utilización de embarcaciones marítimas o
que estén relacionados con dicha utilización.
2. El seguro directo sobre la vida se incluirá en un solo ramo,
el ramo de vida, con el ámbito de todos los ramos del seguro directo
sobre la vida enumerados en las Directivas comunitarias reguladoras de
la actividad del seguro directo sobre la vida.
A.
Ambito del ramo de vida.
El ramo de vida comprenderá:
a) Seguro sobre la vida, tanto para caso de muerte como para caso de supervivencia,
o ambos conjuntamente, incluido en el de supervivencia el seguro de renta;
el seguro sobre la vida con contraseguro; el seguro de «nupcialidad»;
y el seguro de «natalidad». Asimismo comprende cualquiera
de estos seguros cuando estén vinculados con fondos de inversión.
b) Operaciones de capitalización del artículo 3.2 de la
presente Ley.
c) Operaciones de gestión de fondos colectivos de jubilación
y de gestión de operaciones tontinas. Se entenderá por:
- Operaciones de gestión de fondos colectivos de jubilación
aquéllas que supongan para la entidad aseguradora administrar las
inversiones y, particularmente, los activos representativos de las reservas
de las entidades que otorgan prestaciones en caso de muerte, en caso de
vida o en caso de cese o reducción de actividades. También
estarán comprendidas tales operaciones cuando lleven una garantía
de seguro, sea sobre la conservación del capital, sea sobre la
percepción de un interés mínimo. Quedan expresamente
excluidas las operaciones de gestión de fondos de pensiones, regidas
por la Ley 8/1987, de 8 de junio, reguladora de los Planes y Fondos de
Pensiones, que estarán reservadas a las entidades gestoras de fondos
de pensiones.
-
Operaciones tontinas aquéllas que lleven consigo la constitución
de asociaciones que reúnan partícipes para capitalizar en
común sus aportaciones y para repartir el activo así constituido
entre los supervivientes o entre sus herederos.
B. Riesgos complementarios.
Las entidades autorizadas para operar en el ramo de vida podrán
cubrir como riesgos complementarios los comprendidos en el ramo de accidentes
y en el ramo de enfermedad, siempre que concurran los siguientes requisitos:
- Estén vinculados con el riesgo principal y sean complementarios
del mismo.
- Se refieran al objeto cubierto contra el riesgo principal.
- Estén garantizados en un mismo contrato con éste.
- Cuando el ramo complementario sea el de enfermedad, y éste no
comprenda prestaciones de asistencia sanitaria.
Disposición
adicional segunda.
Seguro de caución a favor de Administraciones públicas.
El contrato de seguro de caución celebrado con entidad aseguradora
autorizada para operar en el ramo de caución será admisible
como forma de garantía ante las Administraciones públicas
en todos los supuestos que la legislación vigente exija o permita
a las entidades de crédito o a los establecimientos financieros
de crédito constituir garantías ante dichas Administraciones.
Son requisitos para que el contrato de seguro de caución pueda
servir como forma de garantía ante las Administraciones públicas
los siguientes:
1. Tendrá la condición de tomador del seguro quien deba
prestar la garantía ante la Administración pública
y la de asegurado dicha Administración.
2.
La falta de pago de la prima, sea única, primera o siguientes,
no dará derecho al asegurador a resolver el contrato, ni éste
quedará extinguido, ni la cobertura del asegurador suspendida,
ni éste liberado de su obligación caso de que se produzca
el siniestro consistente en el concurso de las circunstancias en virtud
de las cuales deba hacer efectiva la garantía.
3. El asegurador no podrá oponer al asegurado las excepciones que
puedan corresponderle contra el tomador del seguro.
4. La póliza en que se formalice el contrato de seguro de caución
se ajustará al modelo aprobado por Orden del Ministro de Economía
y Hacienda.
Disposición adicional tercera.
Seguro de defensa jurídica.
Las
entidades aseguradoras que operen en el ramo de defensa jurídica
habrán de optar por una de las siguientes modalidades de gestión:
1. Confiar la gestión de los siniestros del ramo de defensa jurídica
a una entidad jurídicamente distinta, que habrá de mencionarse
en el contrato. Si dicha entidad se hallare vinculada a otra que practique
algún ramo de seguro distinto del de vida, los miembros del personal
de la primera que se ocupen de la gestión de siniestros o del asesoramiento
jurídico relativo a dicha gestión no podrán ejercer
simultáneamente la misma o parecida actividad en la segunda. Tampoco
podrán ser comunes las personas que ostenten cargos de dirección
de ambas entidades.
2. Garantizar en el contrato de seguro que ningún miembro del personal
que se ocupe de la gestión de asesoramiento jurídico relativo
a dicha gestión ejerza al tiempo una actividad parecida en otro
ramo si la entidad aseguradora opera en varios o para otra entidad que
opere en algún ramo distinto del de vida y que tenga con la aseguradora
de defensa jurídica vínculos financieros, comerciales o
administrativos con independencia de que esté o no especializada
en dicho ramo.
3.
Prever en el contrato el derecho del asegurado a confiar la defensa de
sus intereses, a partir del momento en que tenga derecho a reclamar la
intervención del asegurador según lo dispuesto en la póliza,
a un abogado de su elección.
Las tres modalidades de gestión se entienden sin perjuicio de que
el asegurado, en el momento de verse afectado por cualquier procedimiento,
haga efectivo el derecho que le atribuye el artículo 76, d), de
la Ley de Contrato de Seguro.
Disposición adicional cuarta.
Moneda exigible en compromisos y riesgos.
1. La moneda en que serán exigibles los riesgos asumidos por el
asegurador se determinará con arreglo a las siguientes normas:
Primera.-Cuando
las garantías de un contrato se expresen en una moneda determinada,
las prestaciones del asegurador se considerarán exigibles en dicha
moneda.
Segunda.-Cuando las garantías de un contrato no se expresen en
una moneda determinada, las prestaciones del asegurador se considerarán
exigibles en la moneda del país en que se localice el riesgo. Sin
embargo, el asegurador podrá elegir la moneda en la que se exprese
la prima, cuando haya circunstancias que así lo justifiquen.
Tercera.-El asegurador podrá considerar que la moneda en que sus
prestaciones son exigibles sea la que habrá de utilizar según
su propia experiencia o, en defecto de ésta, la moneda del país
en que esté establecido:
-
Para los contratos que garanticen los riesgos clasificados en los ramos
de vehículos ferroviarios, vehículos aéreos, vehículos
marítimos, lacustres y fluviales, mercancías transportadas,
responsabilidad civil en vehículos aéreos, responsabilidad
civil en vehículos marítimos, lacustres y fluviales y responsabilidad
civil de los productos.
- Para los contratos que garanticen los riesgos clasificados en los demás
ramos cuando, según el tipo de riesgo, se deban ejecutar las garantías
en otra moneda diferente a la que resultaría de la aplicación
de las normas precedentes.
Cuarta.-Cuando se haya declarado un siniestro y las prestaciones sean
pagaderas en una moneda diferente a la que resulte de la aplicación
de las normas anteriores, los riesgos asumidos por el asegurador se considerarán
exigibles en dicha moneda, en particular aquélla en la cual la
indemnización a pagar por el asegurador hubiese sido fijada, bien
mediante una decisión judicial o bien mediante un acuerdo entre
el asegurador y el asegurado.
Quinta.-Cuando
la valoración firme de los daños se haya realizado en moneda
distinta de la resultante de aplicar las normas anteriores, el asegurador
podrá considerar que sus prestaciones son exigibles en dicha moneda.
2. En los seguros de vida será de aplicación la norma primera
del punto 1 de esta disposición para determinar la moneda en que
se considerarán exigibles los compromisos del asegurador.
Disposición adicional quinta.
Colaboradores en la actividad aseguradora.
1. Son peritos de seguros quienes dictaminan sobre las causas del siniestro,
la valoración de los daños y las demás circunstancias
que influyen en la determinación de la indemnización derivada
de un contrato de seguro y formulan la propuesta de importe líquido
de la indemnización; son comisarios de averías quienes desarrollan
las funciones referidas en los artículos 853, 854 y 869 del Código
de Comercio, y son liquidadores de averías quienes proceden a la
distribución de la avería en los términos de los
artículos 857 y siguientes del propio Código de Comercio.
Su régimen jurídico que podrá determinarse reglamentariamente,
se ajustará a las siguientes reglas:
a)
Los peritos de seguros, comisarios de averías y liquidadores de
averías deberán estar en posesión de titulación
en la materia a que pertenezca el punto sobre el que han de dar su dictamen,
si se trata de profesiones reguladas, y de conocimiento suficiente de
la técnica de la pericia aseguradora y de la legislación
sobre contrato de seguro al objeto del desempeño de sus funciones
con el alcance que podrá establecerse reglamentariamente.
b) Para asegurar el nivel de preparación adecuado al que hace referencia
el punto anterior, las organizaciones más representativas de las
entidades aseguradoras y de los peritos de seguros, comisarios de averías
y liquidadores de averías adoptarán conjuntamente las medidas
necesarias. A tal fin, conjuntamente, los citados órganos de representación
establecerán las líneas generales y los requisitos básicos
que habrán de cumplir los programas de formación, de los
referidos profesionales y los medios a emplear para su ejecución.
c)
La Dirección General de Seguros fomentará la adecuada preparación
técnica y cualificación profesional de los peritos de seguros,
comisarios de averías y liquidadores de averías. A este
objeto, la documentación en que se concrete lo establecido en el
apartado anterior, estará a disposición de la citada Dirección
General, que podrá requerir que se efectúen las modificaciones
que resulten necesarias en el contenido de los programas y en los medios
precisos para su organización y ejecución al objeto de adecuarlos
al deber de formación a que se refiere la letra b) precedente.
2. Los auditores tendrán la obligación de comunicar a la
mayor brevedad posible a la Dirección General de Seguros cualquier
hecho o decisión sobre una entidad aseguradora del que hayan tenido
conocimiento en el ejercicio de su función de auditoría
practicada a la misma o a otra entidad con la que dicha entidad aseguradora
tenga un vínculo estrecho cuando el citado hecho o decisión
pueda constituir una violación de la normativa de ordenación
y supervisión de las entidades aseguradoras, o perjudicar la continuidad
del ejercicio de su actividad o, en último término, implicar
la denegación de la certificación de cuentas o la emisión
de reservas.
3.
Las sociedades de tasación deberán valorar con prudencia
los bienes inmuebles de las entidades aseguradoras a efectos de las garantías
financieras exigibles a las mismas y redactar con veracidad los certificados
e informes que emitan a estos efectos. El incumplimiento de estas obligaciones
determinará la aplicación a las sociedades de tasación
del régimen sancionador previsto en la disposición adicional
décima de la Ley 3/1994, de 14 de abril, por la que se adapta la
legislación española en materia de entidades de crédito
a la Segunda Directiva de Coordinación Bancaria.
4. Se introducen en la disposición adicional décima de la
Ley 3/1994, de 14 de abril, por la que se adapta la legislación
española en materia de entidades de crédito a la Segunda
Directiva de Coordinación Bancaria y se introducen otras modificaciones
relativas al sistema financiero, las siguientes modificaciones:
a)
El punto 1 queda redactado así:
«1. Las sociedades de tasación y las entidades de crédito
que dispongan de servicios propios de tasación deberán valorar
con prudencia los bienes y redactar con veracidad los certificados e informes
que emitan. El incumplimiento de cualesquiera de sus obligaciones determinará
la aplicación del régimen sancionador previsto en esta disposición
adicional.»
b) El punto 2.a.3.ª, queda redactado así:
«3.ª La emisión de certificados o informes de tasación
en cuyo contenido se aprecie de forma manifiesta:
a) La falta de veracidad en la valoración y en particular la falta
de concordancia con los datos y pruebas obtenidos en la actividad de valoración
efectuada.
b) La falta de prudencia valorativa cuando la emisión de dichos
documentos se haga a efectos de valorar bienes aptos para la cobertura
de las provisiones técnicas de las entidades aseguradoras.
En
todo caso, se presumirá la existencia de manifiesta falta de veracidad
o, tratándose de entidades aseguradoras, de falta de prudencia
valorativa cuando, como consecuencia de las valoraciones reflejadas en
alguno de dichos documentos, se genere la falsa apariencia de que una
entidad aseguradora u otra de naturaleza financiera cumple las garantías
financieras exigibles a la misma.»
c) El punto 2.b.2.ª, queda redactado así:
«2.ª La emisión de certificados o informes en cuyo contenido
se aprecie:
a) La falta de veracidad y en particular la falta de concordancia con
los datos y pruebas obtenidos en la actividad de valoración efectuada
o que se aparten, sin advertirlo expresamente, de los principios, procedimientos,
comprobaciones e instrucciones previstos en la normativa aplicable. En
concreto, la emisión de dichos documentos incumpliendo los requerimientos
formulados por la Dirección General de Seguros con ocasión
de la comprobación de tasaciones anteriores de inmuebles de entidades
aseguradoras.
b)
La falta de prudencia valorativa, cuando la emisión de dichos documentos
se haga a efectos de valorar bienes aptos para la cobertura de las provisiones
técnicas de las entidades aseguradoras.»
d) El apartado 2.b.4.ª, queda redactado así:
«4.ª La falta de remisión de los datos que deban ser
suministrados al Banco de España o, en su caso, a la Comisión
Nacional del Mercado de Valores, así como la de aquellos datos,
documentos o aclaraciones solicitados por la Dirección General
de Seguros en su función de comprobación de los valores
reflejados por las sociedades de tasación en sus certificados o
informes.»
5. A los efectos de lo dispuesto en esta Ley, son actuarios quienes poseyendo
la correspondiente titulación legal, ostentan la calificación
para dictaminar sobre los aspectos actuariales contenidos en la Ley. Cuando
les sea requerido deberán manifestarse, bajo su responsabilidad,
sobre la solvencia dinámica futura de la actividad aseguradora
o sistema de previsión desarrollados por una determinada entidad
aseguradora.
Disposición adicional sexta.
Modificaciones de la Ley de Contrato de Seguro.
Los artículos que a continuación se expresan de la parte
dispositiva de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro,
con las modificaciones introducidas por la Ley 21/1990, de 19 de diciembre,
para adaptar el Derecho español a la Directiva 88/357/CEE y de
actualización de la legislación de seguros privados, quedan
modificados del siguiente modo:
1. El párrafo inicial del artículo 8 queda redactado del
siguiente modo:
(...)
2. Se da nueva redacción al artículo 20:
(...)
3. Se añade un nuevo artículo 33.a):
(...)
4. El artículo 44 adopta la siguiente redacción:
(...)
5. Se añade un nuevo párrafo al artículo 73, del
siguiente tenor:
(...)
6. Se añade un nuevo artículo 83.a):
(...)
7. Se da nueva redacción a los artículos 107, 108 y 109:
(...)
Disposición adicional séptima.
Modificaciones de la Ley de Mediación en Seguros Privados.
Se introducen en la Ley 9/1992, de 30 de abril, de Mediación en
Seguros Privados, las siguientes modificaciones:
1. Se da nueva redacción al número 1 del artículo
8:
(...)
2. La letra -a)- del número 3 del artículo 15 queda redactada
del siguiente modo:
(...)
3. El número 4 del artículo 15 adopta la siguiente redacción:
(...)
4. Se añade una nueva letra al número 1 del artículo
19 del siguiente tenor:
(...)
5. Se da nueva redacción al número 2 del artículo
24:
(...)
6. Se suprimen los números 3, 4, 5, 6 y 7 del artículo 24.
7. El artículo 30 queda redactado como sigue:
(...)
8. Se da una nueva redacción al apartado uno y se añade
un nuevo apartado dos a la disposición adicional primera:
(...)
9. En el apartado tres de la disposición adicional primera queda
suprimido el siguiente inciso final:
«..., quedando reservadas en todo caso al Estado la concesión
de la autorización administrativa para el ejercicio de la actividad
de correduría de seguros y su revocación».
10.
Se modifica el apartado tres de la disposición adicional tercera:
(...)
11. Las referencias que en los artículos 3.6 y 18 se hacen a la
«Comunidad Económica Europea» han de entenderse hechas
al «Espacio Económico Europeo».
12. La disposición adicional cuarta queda redactada como sigue:
(...)
13. Se suprime el apartado d) de la disposición transitoria tercera
de la Ley de Mediación en Seguros Privados.
Disposición adicional octava.
Modificaciones en la Ley de Uso y Circulación de Vehículos
de Motor.
La Ley de Uso y Circulación de Vehículos de Motor, texto
refundido aprobado por Decreto 632/1968, de 21 de marzo, cambia de denominación,
pasando a ser ésta la de «Ley sobre Responsabilidad Civil
y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor».
Se introducen en la misma las siguientes modificaciones:
1.
Su Título I queda redactado del siguiente modo:
2. Se añade la siguiente disposición adicional:
(...)
3. Se incorpora, como anexo, el siguiente «Sistema para la valoración
de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes
de circulación»:
A)
Indemnización básica (incluidos daños morales).
Indemnización diaria
Pesetas
Día de baja
Durante la estancia hospitalaria 8.000
Sin estancia hospitalaria:
Impeditivo (1) 6.500
No impeditivo 3.500
(1)
Se entiende por día de baja impeditivo aquél en que la víctima
está incapacitada para desarrollar su ocupación o actividad
habitual.
Dos. La presente modificación entrará en vigor el 1 de enero
de 1999, sin que, para dicho año, proceda la actualización
en el porcentaje del índice general de precios al consumo correspondiente
al año natural inmediatamente anterior, que se aplicará
a las restantes cuantías indemnizatorias del «Sistema para
la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas
en accidentes de circulación.
Disposición adicional novena.
Modificaciones en el Estatuto Legal del Consorcio de Compensación
de Seguros.
En el Estatuto Legal del Consorcio de Compensación de Seguros,
aprobado por el artículo 4 de la Ley 21/1990, de 19 de diciembre,
para adaptar el Derecho español a la Directiva 88/357/CEE, sobre
libertad de servicios en seguros distintos al de vida, y de actualización
de la legislación de seguros privados, se introducen las siguientes
modificaciones:
1.
Se da nueva redacción al artículo 3:
(...)
2. Se modifica la letra g) y se añade una nueva letra h) al número
1 del artículo 5, del siguiente tenor:
(...)
Se suprime el número 6 de su artículo 8.
4. Se suprime la letra «c)» y se da nueva redacción
a la letra a), ambas del número 1 del artículo 11:
(...)
5. El artículo 15 adopta la siguiente redacción:
(...)
6. Los números 1 y 3 del artículo 16 adoptan la siguiente
redacción:
(...)
7. El artículo 17 queda así redactado:
(...)
8. Se da nueva redacción al artículo 18:
(...)
9. Se añade un segundo párrafo al número 2 del artículo
20 y se da nueva redacción al número 3 del mismo artículo:
(...)
10. El número 2 del artículo 23 queda así redactado:
(...)
11. La denominación del artículo 24 pasa a ser «Patrimonio
y provisión técnica de estabilización» y se
da nueva redacción al párrafo segundo de su número
1 y a su número 2:
(...)
Disposición adicional décima.
Modificaciones en la Ley de Seguros Agrarios Combinados.
En la Ley 87/1978, de 28 de diciembre, de Seguros Agrarios Combinados,
modificada por la disposición adicional cuarta.1 y la disposición
derogatoria.4 de la Ley 21/1990, de 19 de diciembre, para adaptar el Derecho
español a la Directiva 88/357/CEE, sobre libertad de servicios
en seguros distintos al de vida, y de actualización de la legislación
de seguros privados, se introducen las siguientes modificaciones:
1.
El número 3 del artículo 9 queda redactado como sigue:
(...)
2. Se da nueva redacción al número 3 del artículo
18:
(...)
3. Se incorpora la siguiente disposición adicional primera:
(...)
Disposición adicional undécima.
(Sin contenido)
Disposición adicional duodécima.
Modificación de la disposición adicional undécima
de la Ley General de la Seguridad Social.
Conciertos de entidades aseguradoras con organismos de la Administración
de la Seguridad Social.
1. La disposición adicional undécima de la Ley General de
la Seguridad Social, texto refundido aprobado por Real Decreto Legislativo
1/1994, de 20 de junio, según redacción dada por el artículo
35 de la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas
y de Orden Social, quedará redactada del siguiente modo:
(...)
2. Sin perjuicio de lo establecido en los artículos 77 y 199 del
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado por
el Real Decreto legislativo 1/1994, de 20 de junio, y en el artículo
1.2 de la presente Ley, las normas de ordenación y supervisión
de los seguros privados serán aplicables a las garantías
financieras, bases técnicas y tarifas de primas que correspondan
a las obligaciones que asuman las entidades aseguradoras en virtud de
los conciertos que, en su caso y previo informe de la Dirección
General de Seguros u órgano competente de las Comunidades Autónomas,
establezcan con organismos de la Administración de la Seguridad
Social, o con entidades de derecho público que tengan encomendada,
de conformidad con su legislación específica, la gestión
de algunos de los Regímenes Especiales de la Seguridad Social.
Los
modelos de pólizas de seguros establecidos en virtud de los conciertos
a que se refiere el párrafo anterior deberán estar a disposición
de la Dirección General de Seguros u organismos competentes de
las Comunidades Autónomas en la forma que reglamentariamente se
determine.
Disposición adicional decimotercera.
Modificaciones a la Ley 18/1991, de 6 de junio, del Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas.
1. El artículo 71 de la Ley 18/1991, de 6 de junio, del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas, queda redactado de la siguiente
forma:
(...)
2. Se añade un nuevo apartado 5 al artículo 92 de la Ley
18/1991, de 6 de junio, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas,
con la siguiente redacción:
(...)
Disposición adicional decimocuarta.
Contravalor del ecu.
La equivalencia en pesetas de los importes en ecus que figuran en la Ley
de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados y en
la Ley de Contrato de Seguro, se calculará en la forma que reglamentariamente
se
determine.
Disposición adicional decimoquinta.
Integración en la Seguridad Social de los colegiados en Colegios
Profesionales.
1. Quienes ejerzan una actividad por cuenta propia, en las condiciones
establecidas por el Decreto 2530/1970, de 20 de agosto, que requiera la
incorporación a un Colegio Profesional cuyo colectivo no hubiera
sido integrado en el Régimen Especial de la Seguridad Social de
los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos, se entenderán
incluidos en el campo de aplicación del mismo, debiendo solicitar,
en su caso, la afiliación y, en todo caso, el alta en dicho Régimen
en los términos reglamentariamente establecidos.
Si
el inicio de la actividad por el profesional colegiado se hubiera producido
entre el 10 de noviembre de 1995 y el 31 de diciembre de 1998, el alta
en el citado Régimen Especial, de no haber sido exigible con anterioridad
a esta última fecha, deberá solicitarse durante el primer
trimestre de 1999 y surtirá efectos desde el día primero
del mes en que se hubiere formulado la correspondiente solicitud. De no
formularse ésta en el mencionado plazo, los efectos de las altas
retrasadas serán los reglamentariamente establecidos, fijándose
como fecha de inicio de la actividad el 1 de enero de 1999.
No obstante lo establecido en los párrafos anteriores, quedan exentos
de la obligación de alta en el Régimen Especial de los Trabajadores
por Cuenta Propia o Autónomos los colegiados que opten o hubieren
optado por incorporarse a la Mutualidad de Previsión Social que
pudiera tener establecida el correspondiente Colegio Profesional, siempre
que la citada Mutualidad sea alguna de las constituidas con anterioridad
al 10 de noviembre de 1995 al amparo del apartado 2 del artículo
1 del Reglamento de Entidades de Previsión Social, aprobado por
el Real Decreto 2615/1985, de 4 de diciembre. Si el interesado, teniendo
derecho, no optara por incorporarse a la Mutualidad correspondiente, no
podrá ejercitar dicha opción con posterioridad.
2.
Quedarán exentos de la obligación de alta prevista en el
primer párrafo del apartado anterior los profesionales colegiados
que hubieran iniciado su actividad con anterioridad al 10 de noviembre
de 1995, cuyos Colegios Profesionales no tuvieran establecida en tal fecha
una Mutualidad de las amparadas en el apartado 2 del artículo 1
del citado Reglamento de Entidades de Previsión Social, y que no
hubieran sido incluidos antes de la citada fecha en el Régimen
Especial de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos. No
obstante, los interesados podrán voluntariamente optar, por una
sola vez y durante 1999, por solicitar el alta en el mencionado Régimen
Especial, la cual tendrá efectos desde el día primero del
mes en que se formule la solicitud.
Los
profesionales colegiados que hubieran iniciado su actividad con anterioridad
al 10 de noviembre de 1995 y estuvieran integrados en tal fecha en una
Mutualidad de las mencionadas en el apartado anterior, deberán
solicitar el alta en dicho Régimen Especial en caso de que decidan
no permanecer incorporados en la misma en el momento en que se lleve a
término la adaptación prevenida en el apartado 3 de la Disposición
Transitoria Quinta de esta Ley. Si la citada adaptación hubiese
tenido lugar antes del 1 de enero de 1999, mantendrá su validez
la opción ejercitada por el interesado al amparo de lo establecido
en la mencionada Disposición Transitoria.
3. En cualquiera de los supuestos contemplados en los apartados anteriores,
la inclusión en el Régimen Especial de la Seguridad Social
de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos se llevará
a cabo sin necesidad de mediar solicitud previa de los órganos
superiores de representación de los respectivos Colegios Profesionales.
Disposición adicional decimosexta.
Régimen especial de las entidades aseguradoras suizas.
No serán exigibles en el ámbito de los seguros distintos
al seguro de vida a las sucursales establecidas en España de entidades
aseguradoras de nacionalidad suiza:
1. Los requisitos establecidos en las letras a) y d) del número
1 del artículo 87 y la aceptación previa por la Dirección
General de Seguros del apoderado general, para acceder a la actividad
aseguradora.
2. El margen de solvencia mínimo, para el ejercicio de la actividad
aseguradora.
3. La autorización administrativa previa, la aprobación
o la puesta a disposición antes de su utilización de los
modelos de pólizas, bases técnicas y tarifas de primas a
que se refiere el artículo 88.3 de esta Ley, cuando se trate de
grandes riesgos, definidos en el artículo 107.2 de la Ley de Contrato
de Seguro. No obstante, la Dirección General de Seguros podrá
requerir la presentación, siempre que lo entienda pertinente, de
los modelos de pólizas, bases técnicas y tarifas de primas
al objeto de controlar si respetan las disposiciones técnicas y
sobre contrato de seguros.
Esta
exigencia no podrá constituir para la entidad aseguradora condición
previa para el ejercicio de su actividad.
Disposiciones transitorias
Disposición transitoria primera.
Validez de la autorización administrativa en todo el Espacio Económico
Europeo.
La autorización administrativa concedida a las entidades aseguradoras
españolas al amparo del artículo 6.1 de la Ley 33/1984,
de 2 de agosto, sobre Ordenación del Seguro Privado, cuando se
extienda a todo el territorio español, será válida
en todo el Espacio Económico Europeo en los términos del
artículo 6.5 de la presente Ley, desde el momento de entrada en
vigor de la misma. Todo ello sin perjuicio de que las referidas entidades
aseguradoras se ajusten a las disposiciones del capítulo IV del
Título II cuando pretendan operar en régimen de derecho
de establecimiento o en régimen de libre prestación de servicios,
sin necesidad de reiterar la notificación o información
iniciales respecto de las actividades ya comenzadas a dicha entrada en
vigor en ambos regímenes.
Disposición
transitoria segunda.
Adecuación de los actuales ramos de seguro a los regulados en la
presente Ley.
La clasificación por ramos de seguro contenida en los artículos
3.uno y 4, referidos respectivamente a seguros distintos del de vida y
al ramo de vida, de la Orden de 7 de septiembre de 1987 («Boletín
Oficial del Estado» del 14), del Ministerio de Economía y
Hacienda, por la que se desarrollan determinados preceptos del Reglamento
de Ordenación del Seguro Privado, se corresponderá con la
clasificación contenida en la disposición adicional primera
de la presente Ley de Ordenación y Supervisión de los Seguros
Privados, tanto en su numeración como, hasta que tenga lugar el
desarrollo reglamentario, en su ámbito material, adoptando la nueva
denominación, con las siguientes excepciones: el ramo de «asistencia
sanitaria» (ramo 19 de seguros distintos al de vida) se integra
en el ramo de enfermedad (ramo 2 de seguros distintos al de vida); el
ramo de decesos (ramo 20 de seguros distintos al de vida) pasa a ser ramo
19 de seguros distintos al de vida; y el ramo «Otras prestaciones
de servicios» (ramo 21 de seguros distintos al de vida) desaparece.
La
integración del ramo de enfermedad y del ramo de asistencia sanitaria,
regulados en la Orden de 7 de septiembre de 1987, en el ramo de enfermedad
regulado en la disposición adicional primera de la presente Ley,
no supondrá, no obstante, ampliación del ámbito de
la autorización obtenida en los mismos, ni modificación
de su normativa reguladora, que subsistirá en los términos
en que venía rigiendo dichos ramos al momento de entrada en vigor
de esta Ley. A estos efectos, las autorizaciones concedidas en ambos ramos
con anterioridad a dicha entrada en vigor tendrán la consideración
de autorización que comprende sólo una parte de los riesgos
incluidos en un ramo a los efectos del artículo 6.3 y 6.6, párrafo
segundo, de esta Ley, y las disposiciones reglamentarias que se dicten
desde su entrada en vigor para regular el ramo de enfermedad únicamente
serán aplicables a la cobertura de los riesgos de asistencia sanitaria
incluidos en el ramo de enfermedad cuando así se disponga expresamente.
Disposición
transitoria tercera.
Modificaciones exigidas por la adaptación a la presente Ley.
1. La adaptación de las entidades aseguradoras referida en el artículo
7.1 de la presente Ley a las modificaciones que en ella se operan se ajustará
a las siguientes reglas:
a) Salvo lo dispuesto en las letras subsiguientes y en la disposición
transitoria quinta, deberán adaptarse a la totalidad de sus disposiciones
en el plazo de seis meses desde su entrada en vigor.
b) El capital social exigible a 31 de diciembre de 1993 deberá
estar desembolsado en su integridad y escriturado antes del 31 de diciembre
de 1996.
El fondo mutual exigible a 31 de diciembre de 1993 a las mutuas a prima
fija deberá estar duplicado y escriturado con anterioridad a la
fecha de 31 de diciembre de 1999.
c)
Las reservas constituidas al amparo de lo dispuesto en la disposición
transitoria primera 2 de la Ley sobre Ordenación del Seguro Privado
-«Reserva afecta Ley 33/1984»- y disposición transitoria
2 del Real Decreto 1390/1988, de 18 de noviembre -«Reserva afecta
Real Decreto 1390/1988»-, deberán ser incorporadas al capital
social o fondo mutual en su integridad hasta alcanzar las cuantías
mínimas exigibles a la fecha de 31 de diciembre de 1993, asimismo
antes del día 31 de diciembre de 1996 o 1999, según se trate,
respectivamente, de capital social o fondo mutual, debiendo aplicar el
remanente, si lo hubiere, a la partida «Otras Reservas», desapareciendo,
en su consecuencia, dichas reservas afectas.
d)
En lo restante y referido también al capital social o fondo mutual,
las entidades aseguradoras podrán optar por:
- Con carácter general, alcanzar la cuantía mínima
exigida en el artículo 13 de la presente Ley, estando el capital
social o fondo mutual enteramente desembolsados y escriturados antes del
día 31 de diciembre de 1998 si se trata de capital social y 31
de diciembre de 1999 si se trata de fondo mutual. A estos efectos podrán
completar la cifra mínima de capital social o fondo mutual afectando
reservas patrimoniales mediante consignación en el pasivo de su
balance de la rúbrica «Reservas afecta Ley 30/1995»,
de la que sólo podrán disponer para incorporarla al capital
o fondo mutual o cuando éstos hubiesen alcanzado el mínimo
legal exigible; en cualquier caso, esta reserva deberá ser incorporada
al capital social o fondo mutual en su integridad hasta alcanzar las mencionadas
cuantías mínimas, debiendo asimismo aplicar el remanente,
si lo hubiere, a la partida «Otras Reservas», antes de los
días 31 de diciembre de 1998 y 1999, respectivamente, desapareciendo
en su consecuencia dicha Reserva afecta.
-
Por excepción, las entidades que tengan cubierto el fondo de garantía,
adecuadamente calculadas, contabilizadas e invertidas las provisiones
técnicas, dispongan del margen de solvencia legalmente exigible
y no estén incursas en ninguna de las situaciones susceptibles
de adopción de medidas de control especial, podrán mantener
con carácter indefinido el capital social o fondo mutual en los
términos exigidos por la letra b) precedente. Las entidades aseguradoras
que pretendan acogerse a esta vía deberán ponerlo en conocimiento
de la Dirección General de Seguros antes del día 30 de junio
de 1997 y podrán hacerlo si la Dirección General de Seguros
no manifiesta expresamente su disconformidad en un plazo de seis meses
desde la referida comunicación; tal disconformidad sólo
podrá oponerse cuando la entidad aseguradora no cumpla con las
garantías financieras citadas. En el caso de entidades que otorguen
prestaciones de asistencia sanitaria deberán contar asimismo con
un informe de las autoridades sanitarias sobre la adecuación de
dichas prestaciones a la legislación sanitaria correspondiente.
-
Las entidades que previeran no alcanzar el capital social o fondo mutual
exigible a 31 de diciembre de 1998 o a 31 de diciembre de 1999, respectivamente,
cuando hubieran optado por la primera de las vías alternativas,
y las que, habiéndose acogido a la segunda de estas vías,
dejaren de cumplir alguno de los requisitos exigidos en la misma, deberán,
unas y otras, someter a autorización de la Dirección General
de Seguros un plan de viabilidad con anterioridad a dichas fechas, en
el primer caso, o desde el momento en que dejaren de cumplir dichos requisitos,
en el segundo. Si la Dirección General de Seguros autoriza el plan
de viabilidad, fijará las condiciones y el plazo, que no podrá
ser superior a dos años, en que dichas entidades deben alcanzar,
en todo caso, el capital mínimo que exige el artículo 13
de la presente Ley.
e)
Las entidades aseguradoras que operen en el actual ramo de asistencia
sanitaria dispondrán hasta el día 31 de diciembre de 1997
para alcanzar la cuantía mínima del margen de solvencia
exigible con arreglo a la presente Ley y a su Reglamento.
2. Las entidades aseguradoras que no hayan alcanzado el capital social
o fondo mutual mínimos exigidos en el artículo 13 de esta
Ley podrán mantener la actividad en los ramos que estuvieren autorizados,
pero sin ampliarla a otros ramos distintos.
3. Las entidades aseguradoras que vengan percibiendo recargo externo deberán
optar en el plazo de dos años desde la entrada en vigor de esta
Ley, por eliminarlo o incorporarlo a la prima. Las pólizas emitidas
antes del ejercicio de esta opción se adecuarán a la misma
en su renovación.
4.
Las entidades aseguradoras comprendidas en el ámbito de esta disposición
transitoria que incumplan los plazos establecidos en el número
1 en relación con la cifra de capital social o fondo mutual, o,
en su caso, con el plan de viabilidad, incurrirán en causa de disolución.
Disposición transitoria cuarta.
Entidades aseguradoras autorizadas para operar en seguro de vida y en
seguro distinto al de vida.
Las entidades aseguradoras que el día 4 de agosto de 1984 se hallaban
autorizadas para realizar operaciones de seguro directo distinto del seguro
de vida y operaciones del seguro de vida podrán seguir simultaneando
dichas operaciones. No obstante lo anterior, deberán llevar contabilidad
separada para aquéllas y éstas y tener, como mínimo,
un capital social, fondo mutual, fondo permanente de la casa central,
margen de solvencia y fondo de garantía igual a la suma de los
requeridos para el ramo de vida y para el ramo distinto al de vida de
los que operen en que se exijan mayores cuantías. El incumplimiento
de lo aquí preceptuado determinará la disolución
administrativa de la entidad aseguradora, salvo que en el procedimiento
administrativo de disolución opte ésta por realizar exclusivamente
operaciones de seguro de vida u operaciones de seguro directo distinto
del seguro de vida.
Lo
dispuesto en el párrafo precedente será aplicable a las
fusiones y escisiones que se realicen para adaptarse a la presente Ley
en las que participen entidades aseguradoras autorizadas para operar simultáneamente
en el ramo de vida y en ramos distintos al de vida y otras que sólo
lo estén en uno de estos ámbitos, siempre que una de las
sociedades fusionadas o la beneficiaria de la escisión sea una
entidad aseguradora que el día 4 de agosto de 1984 se hallase autorizada
para realizar operaciones de seguro directo distinto del seguro de vida
y operaciones de seguro de vida.
Disposición transitoria quinta.
Adaptación de las Mutualidades de Previsión Social.
1.
Las Mutualidades de Previsión Social que el 31 de diciembre de
1983 viniesen garantizando legalmente prestaciones a las personas en cuantía
superior a los límites fijados en el artículo 65 de la presente
Ley podrán seguir garantizando las prestaciones que tuvieran establecidas
en aquella fecha, pero no podrán adoptar acuerdos de aumento o
revalorización de las mismas mientras sigan siendo superiores a
los límites mencionados en el referido precepto.
2. Las Mutualidades de Previsión Social que vengan otorgando prestaciones
distintas a la actividad aseguradora deberán solicitar, en el plazo
de un año desde la entrada en vigor de la presente Ley, autorización
de la Dirección General de Seguros para seguir realizando tales
actividades en los términos del artículo 64.2.
3.
Las Mutualidades de Previsión Social reguladas en la Ley 33/1984,
de 2 de agosto, sobre Ordenación del Seguro Privado, incluso las
referidas en las disposiciones transitorias cuarta y octava y en la disposición
final segunda de dicha Ley, existentes a la entrada en vigor de la presente,
dispondrán de un plazo de cinco años, desde dicha entrada
en vigor, para adaptarse a los preceptos de la misma. Singularmente, las
amparadas en el artículo 1.º2 del Reglamento de Entidades
de Previsión Social, aprobado por Real Decreto 2615/1985, de 4
de diciembre, deberán, en dicho plazo, dar cumplimiento a lo dispuesto
en el artículo 64.3.e).
No obstante, las Mutualidades de Previsión Social cuyo objeto exclusivo
sea otorgar prestaciones o subsidios de docencia o educación podrán
mantener los fondos mutuales exigibles a la fecha de entrada en vigor
de la presente Ley, sin estar sujetas a la obligación de alcanzar
el fondo mutual exigido en el artículo 67.2.a) de la misma.
4.
Las Federaciones o la Confederación Nacional de Mutualidades de
Previsión Social no podrán, desde la entrada en vigor de
la presente Ley, celebrar nuevas operaciones de coaseguro, ni modificar
o prorrogar las ya celebradas. Idéntica prohibición será
aplicable a las operaciones de reaseguro celebradas por la Confederación
Nacional.
5. Las Federaciones de Mutualidades de Previsión Social que, al
momento de entrada en vigor de la presente Ley, vinieran realizando actividad
reaseguradora no estarán sujetas a la prohibición contenida
en el número 4 del artículo 64 y podrán continuarla,
con sometimiento a la regulación de las entidades exclusivamente
reaseguradoras contenida en los artículos 57 y 58, en la forma,
condiciones y con las adaptaciones que reglamentariamente se establezcan.
6.
Las Mutualidades de Previsión Social afectadas por un plan individual
de viabilidad para adaptarse a la Ley 33/1984, de 2 de agosto, sobre Ordenación
del Seguro Privado, no podrán acogerse a lo dispuesto en el artículo
66 hasta que completen dicho plan de viabilidad, siempre que cumplan los
restantes requisitos exigidos en dicho precepto.
Disposición transitoria sexta.
Subsistencia provisional de las normas reglamentarias reguladoras de las
provisiones técnicas.
Hasta que entren en vigor las disposiciones reglamentarias de desarrollo
del artículo 16 de la presente Ley y del artículo 24.2 del
Estatuto Legal del Consorcio de Compensación de Seguros, la enumeración,
el concepto, el cálculo, la cobertura y el régimen fiscal
de las provisiones técnicas se regirán por lo dispuesto
en los artículos 55 y siguientes del Reglamento de Ordenación
del Seguro Privado, aprobado por Real Decreto 1348/1985, de 1 de agosto,
con las modificaciones introducidas por los Reales Decretos 2021/1986,
de 22 de agosto, y 1042/1990, de 27 de julio, y por lo dispuesto en las
normas que actualmente regulan la provisión técnica acumulativa
del Consorcio de Compensación de Seguros, respectivamente.
Disposición
transitoria séptima.
Normas transitorias sobre porcentajes de provisiones técnicas,
regulación de provisiones técnicas en que España
sea el Estado miembro del compromiso o localización del riesgo,
y sobre sucursales y prestación de servicios.
1. Las entidades aseguradoras españolas dispondrán, respecto
de las inversiones que hayan realizado a la entrada en vigor de la presente
Ley, hasta el 31 de diciembre de 1998, en los términos y con los
límites que reglamentariamente se determinen, para dar cumplimiento
a los límites porcentuales máximos que fijen las disposiciones
reglamentarias de desarrollo del artículo 16.5 de la presente Ley
en las inversiones en terrenos y construcciones representativos de provisiones
técnicas que superen tales límites porcentuales.
2.
Desde la entrada en vigor de la presente Ley, las sucursales en España
de entidades aseguradoras domiciliadas en cualquiera de los otros Estados
miembros del Espacio Económico Europeo, así como la actividad
de estas aseguradoras en España en régimen de libre prestación
de servicios, se regirán por lo dispuesto en el capítulo
I del Título III de la presente Ley, con respeto a los derechos
adquiridos en España en régimen de derecho de establecimiento
y de libre prestación de servicios por dichas entidades.
Disposición transitoria octava.
Influencia notable a efectos de participación significativa.
Hasta que se fijen por el Gobierno las normas que hubiesen de dictarse
para el desarrollo de la presente Ley se entenderá por posibilidad
de ejercer una influencia notable en la gestión de la entidad aseguradora
en la que se posea una participación, a los efectos del número
1 del artículo 21, el adquirir o ser titular de una participación
superior al 3 por 100 del capital social de la entidad, si ésta
cotiza en Bolsa, o que posibilite la presencia en el órgano de
administración de la misma.
Disposición
transitoria novena.
Transformación de medidas cautelares en medidas de control especial.
A la entrada en vigor de la presente Ley:
1. Las medidas cautelares adoptadas al amparo del artículo 42 de
la Ley 33/1984, de 2 de agosto, sobre Ordenación del Seguro Privado,
se transformarán en las correlativas medidas de control especial
reguladas en el artículo 39 de la presente Ley.
2. Los procedimientos administrativos para adopción de medidas
cautelares que se encuentren en tramitación se transformarán,
en la medida en que concurran las circunstancias del artículo 39.1
de la presente Ley, en procedimientos para la adopción de medidas
de control especial al amparo de dicho artículo 39.
Disposición
transitoria décima.
Transformación de la Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras.
1. La Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras, creada por
Real Decreto-ley 10/1984, de 11 de julio, por el que se establecen medidas
urgentes para el saneamiento del sector de seguros privados y para el
reforzamiento del organismo de control, conservando la misma denominación,
se configura como ente del sector público previsto en el artículo
6.5 de la Ley General Presupuestaria, texto refundido aprobado por Real
Decreto legislativo 1091/1988, de 23 de septiembre. El nuevo ente sucederá
a la actual y conservará todos los derechos y obligaciones de la
Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras, continuando en
la titularidad de su patrimonio y en las liquidaciones que tiene encomendadas
y manteniendo todas sus relaciones jurídicas y su personal laboral.
2.
Hasta que por el Gobierno se dicte el Reglamento de desarrollo de la presente
Ley, subsistirán el Reglamento de Funcionamiento de la Comisión
Liquidadora de Entidades Aseguradoras, aprobado por Real Decreto 2020/1986,
de 22 de agosto; el Real Decreto 2226/1986, de 12 de septiembre, por el
que se confían a la Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras
las funciones atribuidas a la Comisión creada por Real Decreto-ley
11/1981, de 20 de agosto; el Real Decreto 312/1988, de 30 de marzo, por
el que se someten las Entidades de Previsión Social a lo dispuesto
en el Real Decreto-ley 10/1984, de 11 de julio; y la Orden del Ministerio
de Economía y Hacienda de 25 de marzo de 1988 («Boletín
Oficial del Estado» de 6 de abril de 1988), por la que se complementa
el Real Decreto 2020/1986, de 22 de agosto. Todas ellas permanecerán
en vigor exclusivamente en lo que no se opongan a las disposiciones contenidas
en la presente Ley, entendiéndose atribuidas al Consejo de Administración
de la Comisión las funciones que dichas disposiciones reglamentarias
encomiendan a la Junta Rectora.
3.
El ente público, Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras
se somete al mismo régimen tributario que corresponde al Estado.
Disposición transitoria undécima.
Beneficios de la adaptación y beneficios fiscales de la transformación
de mutualidades de previsión social.
1. Gozarán de exención en el Impuesto sobre Trasmisiones
Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados los negocios jurídicos,
actos y documentos legalmente necesarios para que las entidades aseguradoras
puedan dar cumplimiento a lo establecido en la disposición transitoria
tercera de la presente Ley, siempre que se ejecuten u otorguen dentro
de los plazos establecidos en la misma. Asimismo gozarán de una
reducción del 30 por 100 los derechos que los Notarios y los Registradores
hayan de percibir como consecuencia de la aplicación de sus respectivos
aranceles por los negocios, actos y documentos necesarios para la adaptación
de las entidades aseguradoras a lo previsto en la misma y para su inscripción
en el Registro Mercantil.
2.
Gozarán de exención en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales
y Actos Jurídicos Documentados los negocios jurídicos, actos
y documentos legalmente necesarios para la transformación de mutualidades
de previsión social en mutuas a prima fija, siempre que se realicen
durante un plazo de dos años, contados desde la entrada en vigor
de la presente Ley. El acuerdo de transformación que se someta
a autorización del Ministerio de Economía y Hacienda deberá
contener un plan de viabilidad que permita alcanzar las garantías
financieras de solvencia exigibles a las mutuas a prima fija en un plazo
no superior a cinco años desde la notificación de dicha
autorización y contemplar el compromiso de no sobrepasar los límites
fijados en el artículo 65 durante dicho plazo.
Disposición
transitoria duodécima.
Límites provisionales del aseguramiento obligatorio de la responsabilidad
civil ocasionada por la circulación de vehículos automóviles.
Sin perjuicio de la ulterior determinación y modificación
reglamentaria al amparo de la habilitación concedida al Gobierno
en el artículo 4.2 de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro
en la Circulación de Vehículos a Motor, en su redacción
dada por la disposición adicional octava de la presente Ley, el
importe máximo del aseguramiento obligatorio en el seguro de suscripción
obligatoria previsto en dicha Ley para garantizar la cobertura de la responsabilidad
civil en vehículos terrestres automóviles con estacionamiento
habitual en España será, desde el día 1 de enero
de 1996, de 56 millones de pesetas por víctima en los daños
a las personas y de 16 millones de pesetas por siniestro para los daños
en los bienes.
Disposición
transitoria decimotercera.
Identificación de la entidad aseguradora en los accidentes de circulación.
Hasta la entrada en vigor de la disposición reglamentaria que habilita
el párrafo segundo del número 2 del artículo 2 de
la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de
Vehículos a Motor, en su redacción dada por la disposición
adicional octava de la presente Ley, la forma de acreditar la vigencia
de los contratos de seguro al objeto de que las personas implicadas en
un accidente de circulación puedan averiguar a la mayor brevedad
posible las circunstancias relativas al contrato y a la entidad aseguradora
se ajustará a las siguientes reglas:
1.
El tomador del seguro deberá llevar en su vehículo el recibo
de prima, correspondiente al período de seguro en curso, a que
hace referencia el artículo 11 del Reglamento del Seguro de Responsabilidad
Civil derivada del Uso y Circulación de Vehículos de Motor,
de suscripción obligatoria, aprobado por Real Decreto 2641/1986,
de 30 de diciembre. El incumplimiento de esta obligación será
sancionado con 10.000 pesetas de multa por las autoridades y con arreglo
al procedimiento previsto en el artículo 3.c) de la Ley sobre Responsabilidad
Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor, según
redacción dada por la disposición adicional octava de la
presente Ley.
2.
Las entidades aseguradoras deberán llevar un registro en el que
consten, al menos, las circunstancias referentes a la matrícula
del vehículo, número de la póliza y período
de vigencia de la misma. Dichas entidades aseguradoras deberán
suministrar al Ministerio de Economía y Hacienda, mediante remisión
al Consorcio de Compensación de Seguros, relación de los
vehículos asegurados por ellas en el plazo de tres meses desde
la entrada en vigor de la presente Ley; asimismo, deberán actualizar
dicha información. Por Resolución de la Dirección
General de Seguros se detallará el contenido, la forma y los plazos
de dar cumplimiento a dicha obligación, que podrá comprender
el suministro por medios informáticos.
Disposición
transitoria decimocuarta.
(Sin contenido)
Disposición transitoria decimoquinta.
(Sin contenido)
Disposición transitoria decimosexta.
(Sin contenido)
Disposición transitoria decimoséptima.
Adaptación de los agentes de seguros.
Los contratos de agencia que se hubiesen celebrado antes de la fecha de
entrada en vigor de la presente Ley deberán adaptarse a lo dispuesto
en el número 1 del artículo 8 de la Ley de Mediación
en Seguros Privados en la redacción que le ha dado la disposición
adicional séptima, número 1, de la presente Ley, en el plazo
de un año a partir de aquella fecha.
Disposiciones
derogatorias
Disposición derogatoria única.
Normas derogadas.
Quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan
a lo establecido en la presente Ley y, en particular, las siguientes:
- De la Ley de Suspensión de Pagos de 26 de julio de 1922: el párrafo
tercero del artículo 4.
- Real Decreto-ley 10/1984, de 11 de julio, por el que se establecen medidas
urgentes para el saneamiento del sector de seguros privados y para el
reforzamiento del organismo de control.
- Ley 33/1984, de 2 de agosto, sobre Ordenación del Seguro Privado.
- De la Ley 46/1985, de 27 de diciembre, de Presupuestos Generales del
Estado para 1986: Disposiciones adicionales decimocuarta y trigésima
octava.
- Real Decreto legislativo 1255/1986, de 6 de junio, por el que se modifican
determinados artículos de la Ley 33/1984, de 2 de agosto, para
adaptarla a los compromisos derivados del Tratado de Adhesión de
España a la Comunidad Económica Europea.
-
Real Decreto legislativo 1301/1986, de 28 de junio, por el que se adapta
el texto refundido de la Ley de Uso y Circulación de Vehículos
de Motor al ordenamiento jurídico comunitario.
- De la Ley 21/1986, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del
Estado para 1987: disposición adicional trigésima séptima.
- De la Ley 3/1987, de 2 de abril, General de Cooperativas: apartado c)
del artículo 143.1 y la referencia que contiene en el número
2 de dicho artículo a las cooperativas de seguros de trabajo asociado.
- De la Ley 33/1987, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del
Estado para 1988: la disposición final segunda.
-
De la Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre disciplina e intervención
de las entidades de crédito: la disposición adicional primera.
- De la Ley 37/1988, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del
Estado para 1989: la disposición final novena.
- De la Ley Orgánica 3/1989, de 21 de junio, de actualización
del Código Penal: la disposición adicional tercera.
- Del Real Decreto-ley 5/1989, de 7 de julio, sobre medidas financieras
y fiscales urgentes: el artículo 4.
- Ley 21/1990, de 19 de diciembre, para adaptar el Derecho español
a la Directiva 88/357/CEE, sobre libertad de servicios en seguros distintos
al de vida, y de actualización de legislación de seguros
privados, salvo los siguientes preceptos: artículo 3, apartados
uno, dos, cuatro, cinco y seis; artículo 4; artículo 6;
disposición adicional segunda; disposición adicional tercera;
disposición adicional cuarta; disposición adicional quinta,
excepto en la referencia que contiene al artículo 6 de la Ley sobre
Uso y Circulación de Vehículos de Motor; disposición
adicional séptima; disposición transitoria primera uno,
y disposición derogatoria.
-
De la Ley 9/1992, de 30 de abril, sobre mediación en seguros privados:
la disposición adicional quinta.
- De la Ley 13/1992, de 1 de junio, de recursos propios y ordenación
y supervisión en base consolidada de las entidades financieras:
el artículo 5.
- De la Ley General de la Seguridad Social, texto refundido aprobado por
Real Decreto legislativo 1/1994, de 20 de junio: la disposición
transitoria novena.
- Decreto 3404/1964, de 22 de octubre, por el que se establece el seguro
turístico.
- Del Reglamento para la ejecución de la Ley de Caza, aprobado
por Decreto 506/1971, de 25 de marzo: el último inciso del artículo
35.6.a), en cuanto remite al derogado artículo 52 de dicho Reglamento.
-
Del Reglamento para la aplicación de la Ley 87/1978, de 28 de diciembre,
sobre seguros agrarios combinados, aprobado por Real Decreto 2329/1979,
de 14 de septiembre: el número 3 del artículo 44.
- Del Reglamento de Ordenación del Seguro Privado, aprobado por
Real Decreto 1348/1985, de 1 de agosto: el inciso «... seguro de
asistencia sanitaria. Asimismo se aplicará esta reducción
para el ...» del número 5 del artículo 78, el número
4 del artículo 51 y la letra g) del artículo 52.
- Real Decreto 494/1987, de 13 de febrero, sobre contratación de
seguros en moneda extranjera.
- Real Decreto 1390/1988, de 18 de noviembre, por el que se modifican
las cuantías mínimas de los capitales sociales y fondos
mutuales previstos en el artículo 10 de la Ley 33/1984, de 2 de
agosto, sobre ordenación del seguro privado.
-
Real Decreto 1545/1988, de 23 de diciembre, regulador de las operaciones
de coaseguro comunitario.
- Orden de 7 de mayo de 1957 («Boletín Oficial del Estado»
de 17 de mayo), del Ministerio de la Gobernación, por la que se
aprueba el Reglamento de la Comisaría de Asistencia Médico-Farmacéutica,
así como Ordenes posteriores del Ministerio de la Gobernación
modificadoras de la misma. En particular, Orden de 18 de octubre de 1957
(«Boletín Oficial del Estado» del 29), sobre composición
de la Junta Rectora de la Comisaría de Asistencia Médico-Farmacéutica;
Orden de 29 de enero de 1959 («Boletín Oficial del Estado»
de 12 de febrero), sobre inspección de entidades de seguro de enfermedad
por la Comisaría de Asistencia Médico-Farmacéutica;
Orden de 26 de enero de 1965 («Boletín Oficial del Estado»
de 19 de febrero), por la que se crea la Sección de Asistencia
Médico-Farmacéutica; Orden de 22 de mayo de 1972 («Boletín
Oficial del Estado» de 22 de junio), por la que se modifica el artículo
45 del Reglamento de la Comisaría; Orden de 28 de marzo de 1977
(«Boletín Oficial del Estado» de 27 de abril), por
la que se modifica el Reglamento en materia de sanciones.
-
Orden de 9 de mayo de 1957 («Boletín Oficial del Estado»
de 3 de junio), del Ministerio de Hacienda, sobre valoración de
inmuebles de reservas legales de entidades de seguro y de entidades de
ahorro y capitalización.
- Orden de 4 de febrero de 1958 («Boletín Oficial del Estado»
del 24), del Ministerio de Hacienda, por la que se aprueba el suplemento
de aumento de capital en el seguro de vida para caso de muerte.
- Orden de 4 de febrero de 1958 («Boletín Oficial del Estado»
del 24), del Ministerio de Hacienda, por la que se aprueban las tarifas
del seguro de enterramientos.
- Orden de 20 de marzo de 1959 («Boletín Oficial del Estado»
del 23), de la Presidencia del Gobierno, por la que se regulan los requisitos
de las sociedades de seguros de enfermedad y asistencia sanitaria.
-
Orden de 8 de febrero de 1961 («Boletín Oficial del Estado»
del 17), del Ministerio de Hacienda, sobre contenido de bases técnicas
y tarifas de aseguradoras.
- Orden de 11 de junio de 1963 («Boletín Oficial del Estado»
de 15 de julio), del Ministerio de la Gobernación, que amplía
las prestaciones obligatorias de aseguradoras y fija la sobreprima, así
como Resolución de 12 de septiembre de 1963 («Boletín
Oficial del Estado» del 28), de la Dirección General de Sanidad,
que aclara la Orden de 11 de junio de 1963, de nuevas prestaciones obligatorias,
y Resolución de 14 de marzo de 1964, de la Dirección General
de Sanidad, modificadora de la anterior.
-
Orden de 14 de enero de 1964 («Boletín Oficial del Estado»
de 27 de febrero), del Ministerio de la Gobernación, sobre relaciones
de aseguradores con el personal médico no vinculado por dependencia
laboral, así como Orden de 1 de junio de 1965 («Boletín
Oficial del Estado» del 16), del Ministerio de la Gobernación,
por la que se modifica la anterior.
- Orden de 8 de mayo de 1964 («Boletín Oficial del Estado»
del 22), del Ministerio de la Gobernación, sobre primas o cuotas
mínimas de las entidades de seguros.
- Orden de 25 de agosto de 1964 («Boletín Oficial del Estado»
de 15 de septiembre), del Ministerio de la Gobernación, que prorroga
los plazos de las Ordenes de 14 de enero y 8 de mayo de 1964.
-
Orden de 25 de agosto de 1964 («Boletín Oficial del Estado»
de 15 de septiembre), del Ministerio de la Gobernación, sobre retribución
de médicos en pólizas con prima individualizada o con participación
en el coste médico, así como Orden de 8 de junio de 1965
(«Boletín Oficial del Estado» del 19), del Ministerio
de la Gobernación, que aclara las Ordenes Ministeriales de 14 de
enero, 8 de mayo y 25 de agosto de 1964.
- Orden de 30 de mayo de 1967 («Boletín Oficial del Estado»
de 28 de junio), del Ministerio de la Gobernación, sobre contrato
con los médicos de asistencia médico-farmacéutica.
-
Apartados 3.º y 6.º de la Orden de 8 de abril de 1969 («Boletín
Oficial del Estado» del 19), de Presidencia, sobre funcionamiento
de entidades aseguradoras que operen en el ramo de asistencia sanitaria.
- Orden de 22 de mayo de 1972, del Ministerio de la Gobernación,
de reclamaciones de los asegurados.
- Orden de 8 de junio de 1981 («Boletín Oficial del Estado»
del 19), del Ministerio de Hacienda, por la que se aprueban las condiciones
generales de las pólizas de seguros agrícolas.
- Orden de 28 de diciembre de 1981 («Boletín Oficial del
Estado» de 18 de enero de 1982), del Ministerio de Hacienda, por
la que se aprueban las condiciones generales de la póliza de los
seguros pecuarios.
-
Artículo 3.4 de la Orden de 22 de octubre de 1982 («Boletín
Oficial del Estado» de 13 de noviembre), del Ministerio de Hacienda,
sobre documentación técnica y contractual para operar en
ramos distintos del de vida.
- Orden de 23 de octubre de 1982 («Boletín Oficial del Estado»
de 15 de noviembre), del Ministerio de Hacienda, por la que se regula
el ramo de defensa jurídica.
- Orden de 10 de noviembre de 1982 («Boletín Oficial del
Estado» del 22), del Ministerio de Economía y Hacienda, sobre
elevación de tarifas del seguro de asistencia sanitaria.
- Orden de 23 de diciembre de 1983 («Boletín Oficial del
Estado» de 10 de enero de 1984), del Ministerio de Economía
y Hacienda, sobre elevación de tarifas del seguro de asistencia
sanitaria.
-
Orden de 28 de septiembre de 1984 («Boletín Oficial del Estado»
de 5 de octubre), del Ministerio de Economía y Hacienda, por la
que se crean equipos de Inspección e Intervención del sector
de seguros privados.
- Orden de 15 de enero de 1985 («Boletín Oficial del Estado»
del 21), del Ministerio de Economía y Hacienda, sobre racionalización
y simplificación de determinados procesos administrativos relacionados
con el control de la documentación técnica y contractual
para operar.
- Artículo 3, disposiciones transitorias y disposición final
de la Orden de 27 de enero de 1988 («Boletín Oficial del
Estado» de 5 de febrero), del Ministerio de Economía y Hacienda,
por la que se califica la cobertura de las prestaciones de asistencia
en viaje como operación de seguro privado.
-
Orden de 17 de agosto de 1988 («Boletín Oficial del Estado»
de 10 de septiembre), del Ministerio de Economía y Hacienda, sobre
régimen de los peritos tasadores de seguros y de los facultativos
médicos del Consorcio de Compensación de Seguros, y de los
peritos agrarios.
Disposiciones finales
Disposición final primera.
Bases de la ordenación de seguros y competencias exclusivas del
Estado.
1. A efectos de lo dispuesto en el artículo 149.1.11.ª y 13.ª
de la Constitución, las disposiciones contenidas en la presente
Ley y en sus disposiciones reglamentarias de desarrollo que sean complemento
indispensable de la misma para garantizar los objetivos de ordenación
y completar la regulación básica por ella definida tienen
la consideración de bases de la ordenación de los seguros,
excepto los siguientes preceptos o apartados de los mismos:
a)
Artículo 22, número 1, letras a) y d), y número 2;
artículo 23; artículo 24, números 4 y 6; artículo
26, número 4; artículo 27, en la letra a) del número
2, en las letras b) y e) del número 3, y el número 4; artículo
28, números 1 y 3; artículos 29 a 38; artícu lo 58;
artículo 61; artículo 62, número 2; artículo
63; artículo 64, la letra j) del número 3; artículo
72, números 4, 5, 6 y 7; artículo 73, y artículo
74; que no tendrán el carácter de básicos.
b) Las disposiciones que el número 2 subsiguiente declara de competencia
exclusiva del Estado.
2.
Son competencia exclusiva del Estado:
a) Con arreglo al artículo 149.1.6.ª de la Constitución,
las materias reguladas en las disposiciones adicionales sexta, octava,
novena, décima y undécima en sus apartados 1 a 13, 15, 19
y 21, asimismo las contenidas en las disposiciones transitorias duodécima,
decimotercera, decimocuarta, decimoquinta y decimoséptima;
b) Con arreglo al artículo 149.1.8.ª de la Constitución,
la materia regulada en el artículo 28.2.;
c) Con arreglo al artículo 149.1.14.ª de la Constitución,
las materias reguladas en la disposición adicional octava en lo
relativo a las indemnizaciones pagadas con arreglo al sistema de valoración
de los daños y perjuicios contenido en el anexo de la Ley sobre
Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos
a Motor, en la disposición adicional undécima 16, 17 y 22,
en la disposición adicional decimotercera y en la disposición
transitoria decimosexta.
d)
Con arreglo al artículo 149.3 de la Constitución, en materia
regulada en los apartados 14, 15, 18 y 20 de la disposición adicional
undécima.
Disposición final segunda.
Potestad reglamentaria.
Corresponde al Gobierno, a propuesta del Ministro de Economía y
Hacienda, y previa audiencia de la Junta Consultiva de Seguros, desarrollar
la presente Ley en las materias que se atribuyen expresamente a la potestad
reglamentaria así como, en general, en todas aquéllas susceptibles
de desarrollo reglamentario en que sea preciso para su correcta ejecución,
mediante la aprobación de su Reglamento y las modificaciones ulteriores
del mismo que sean necesarias.
Corresponde al Ministro de Economía y Hacienda, previa audiencia
de la Junta Consultiva de Seguros, desarrollar la presente Ley en las
materias que específicamente atribuye a la potestad reglamentaria
de dicho Ministro y, asimismo, desarrollar su Reglamento en cuanto sea
necesario y así se prevea en el mismo.
El
desarrollo reglamentario de los preceptos relativos a las Mutualidades
de Previsión Social se efectuará por el Gobierno mediante
un Reglamento específico para dichas Mutualidades.
Disposición final tercera.
Entrada en vigor.
La presente Ley entrará en vigor al día siguiente de su
publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
No obstante, las disposiciones transitorias decimocuarta, decimoquinta
y decimosexta entrarán en vigor a los seis meses de dicha fecha.
El régimen sancionador en materia de ordenación y supervisión
de los seguros privados y en el ámbito de ordenación y supervisión
de los planes y fondos de pensiones previsto en esta Ley será de
aplicación a las infracciones tipificadas en la misma que se cometan
a partir de su fecha de entrada en vigor. |